Utopía
En la apreciación presidencial el sensacionalismo y el amarillismo de los medios de comunicación magnificó el trágico accidente de la Línea 12 del capitalino Sistema de Transporte Colectivo Metro, mismo que generó 26 muertos y 70 heridos y en las próximas horas darán a conocer las causas que originaron estas pérdidas en base al dictamen de la investigación realizada por una firma noruega especializada e independiente de las autoridades.
En una tragedia de tal magnitud y en la antesala de las elecciones intermedias en un país políticamente polarizado como es natural cuando transcurre una transformación de hondo calado como la cuarta –con independencia de qué se opine sobre ella–, resultaba previsible que los opositores actuaran más como “enemigos” que como adversarios y se batieran a fondo en plena veda electoral para llamar por teléfono todos los días, incluido el domingo 6, para sembrar miedo y persuadir de votar por la impresentable alianza Va por México, con todo y los brillantes intelectuales que la promueven por coincidencias políticas, ideológicas – modelo de desarrollo–, pero también en defensa de sus condiciones de vida y de trabajo que se vieron afectadas con el combate a la corrupción y la política de austeridad republicana.
Como suelo ejemplificar, si algún colega que operaba en Mercedes Benz blindado y con una novia joven y guapa, empieza a perder ingresos y todo lo que de ello se deriva en el modo de vida a los 70 y tantos años de edad, pues resulta comprensible que enfrente al presidente Andrés Manuel desde su columna periodística. Con esas víctimas de las políticas y programas –reducidas a “ocurrencias” por los afectados– y cientos de miles más, son más entendibles las decididas conductas opositoras que no reparan en las formas.
¿Sensacionalismo? ¿Políticas carroñeras? ¿Tiempos de canallas? Sí, pero también es la defensa del modus vivendi y el modus operandi de quienes no se percatan de los beneficios de apoyar a “Por el bien de todos, primero los pobres”. Acaso porque no aquilatan la importancia de ensanchar el mercado interno y el valor de la paz social. También debido a que no se realizó el trabajo político e ideológico de la dirigencia de Morena para convencer a una ciudadanía más informada y demandante, no sólo “bombardeada por el conservadurismo”, porque prácticamente abandonó a su suerte al novel gobierno de López Obrador para dedicarse a la muy larga disputa por la presidencia partidista.
En política, Perogrullo de por medio, los vacíos se llenan. Va por México hizo mejor su trabajo de persuasión envuelto en el miedo con “la destrucción de México”, respaldada en imágenes impactantes como las de vagones siniestrados en las estaciones Olivos y Tezonco, en la avenida Tláhuac. Y todo sin ninguna respuesta de Juntos Hacemos Historia que hizo pocos anuncios colectivos, cada partido para su santo, a diferencia de los coaligados por el magnate y evasor fiscal Claudio X. González.
Los medios de lo que López Obrador denomina conservadurismo, no tendrán éxito en “poner a pelear” a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard si las diferencias entre sus representados se dirimen en el debate y de cara a la militancia, no haciéndole el vacío a los candidatos y aliados de la primera o del segundo para afectarlos con la vista puesta en junio del 24 y en demérito de lo que para todos los suspirantes debería ser elemental: El éxito actual de la 4T porque sin él no hay futuro cierto, ni siquiera en la revocación del mandato presidencial.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.