La Suave Patria

• Es uno de los mejores barrios capitalinos.
• En esta ciudad aparece como un asentamiento imperdible.
• ¿Qué es exactamente lo que no se debe perder?
• Hay restaurantes, galerías, parques y tiendas.
• Es una ruta auténticamente nostálgica y evocadora.

Empecemos un recorrido nostálgico para muchos capitalinos que tal vivieron en ella, porque la colonia Roma, fundada en 1901, contiene puntos monumentales, iniciando el paseo a pie por la Plaza Río de Janeiro, que hace casi un siglo tuvo en uno de sus costados a la embajada de Brasil.

Inicia la ruita por la Roma en uno de los lugares más icónicos de este lugar, espacio verde fue creado a principios del siglo XX, nacido junto con la colonia.

Al centro de la plaza tiene una fuente con una copia de la escultura David de Miguel Ángel hecha de bronce, que se colocó en 1976, un sitio perfecto para descansar y tomarse algunas buenas fotografías.

Ahí mismo, enfrente, está el Castillo de las Brujas, edificio que debe su nombre a la forma particular del tejado de la torre principal, el cual asemeja a un sombrero de bruja, así como por las ventanas que forman una especie de cara.

Este edificio construido de ladrillo rojo es obra del ingeniero R. A. Piegon y data de 1908, con detalles de art decó que fueron obra de una remodelación en la década de 1930, lo que hace del lugar un sitio realmente bello y que vale la pena admirar.

Álvaro Obregón es una de las avenidas más animadas de la Ciudad de México: está llena de esculturas en su camellón central y rodeada de negocios en sus costados, dispongamos de tiempo para tomar un café, visitar alguna tienda de discos, darle una mirada a algún libro viejo o come en alguno de sus restaurantes.

En el Museo Casa del Poeta vivió Ramón López Velarde, el zacatecano autor de la Suave Patria que resguarda la biblioteca del escritor, además de las bibliotecas de Efraín Huerta y Salvador Novo.

En la casa hay un par de habitaciones, en donde se puede ver cómo vivió el vate nacido en Jerez, hasta su muerte de 1921 y observar cómo eran los hogares de esta colonia; además de acercarnos a la cultura pues de vez en vez hay presentaciones de escritores y poetas.

La Plaza Romita es uno de los rincones más secretos de la colonia, que en su momento sirvió de escenario para filmar la película Los olvidados de Luis Buñuel, que cuenta con una iglesia que data de 1530 mandada a construir por Fray Pedro de Gante.

Los pinos que la rodean y su fuente son otros detalles que ocupan este espacio, a orillas de la ciudad de México durante el periodo colonial español.

El Museo del Objeto se inauguró en 2010 con el propósito de darle un lugar en nuestra memoria a todas esas cosas que usamos de manera cotidiana y que viven en nuestro recuerdo. Su acervo cuenta con más de 100 mil objetos que datan de 1810 hasta la fecha y que cuentan la historia y cultura de esa colonia.

El dato curioso es que en la entrada del lugar se pueden encontrar decenas de candados que fueron colocados por enamorados en 2011.

La Plaza Luis Cabrera –antes Plaza Ajusco- en la que vivieron grandes personajes como Adalberto Gómez y Gutiérrez y su familia se construyó como una réplica o algo similar a la Plaza Río de Janeiro, sobre la misma calle de Orizaba, entre Zacatecas y Guanajuato.

Esta plaza tiene sobre sus banquetas restaurantes y cafeterías, por lo que las personas llegan a pasear a sus perros, ver la gran fuente que hay en el centro, situarse bajo los enormes fresnos o ver alguna exposición fotográfica.

El Mercado Roma es el primero de estilo gourmet de México, un lugar que reúne puestos de tacos, tapas, hamburguesas, carnes asadas, chocolaterías y panaderías en un mismo lugar, entre las calles de Medellín y Monterrey, en Querétaro 217.

Este sitio remodelado por el arquitecto Michel Rojkind vale la pena por su arquitectura, su huerto vertical y su azotea, espacio abierto donde además se puede comer delicioso.

La fuente de la Cibeles es una réplica exacta de la Cibeles de Madrid, que fue construida como símbolo de la hermandad entre la comunidad española y la mexicana en 1980, cuya escultura mide más de 12.5 metros y pesa más de doce toneladas.

El templo católico de la Sagrada Familia fue la primera parroquia que se construyó en esta colonia y, sin duda, es una de sus construcciones más representativas en estilo ecléctico y de inspiración neogótica, se empezó a edificar en 1910 y se terminó en 1925.

Con una fachada hermosa, vitrales policromos de diseños orgánicos y elementos vegetales y flores, bellos candelabros y bellas columnas azul claro, este lugar es digno de visitarse como todos los mencionados en este recorrido por la nostalgia que produce la colonia Roma.

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