Utopía
Una decena de meses después –del 25 de diciembre de 2020 al 29 de octubre de 2021–, las autoridades sanitarias y políticas de México, en ese orden, declararon desde la amurallada capital de Campeche, en la mañanera presidencial, “éxito completo” en la Campaña Nacional de Vacunación, al administrar 125.7 millones de dosis contra el SARS-CoV-2, que genera la enfermedad covid-19, para inmunizar a 83 de cada 100 mexicanos de 18 años de edad y más, de ellos 81% (60.1 millones) son adultos que completaron el esquema de vacunación.
El éxito contrasta con el pronóstico de Felipe Calderón quien “experto” como es en epidemiología –recuerde los numeritos que hizo en 2009-10 con el virus H1N1, cuando enseñaba por televisión cómo estornudar–, al diagnosticar 134 años para lo que acaba de realizarse con el concurso de la sociedad, mientras las oposiciones empresariales y partidistas, la Alianza Federalista de gobernadores del PRIAN, sembraban de obstáculos a la batalla por la vida que, con todo, no logró impedir la pérdida de cerca de 300 mil mexicanos, mismos que según la Organización Mundial de la Salud “podrían ser el doble o el triple” en México y en toda la aldea. En tanto que la Universidad Johns Hopkins, sin tanta burocracia y el presupuesto de la OMS, estima en 245 millones 920 025 casos confirmados y 4 millones 987 412 fallecimientos.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 estimó que sólo 62% de la población aceptaría la vacuna, pero “ya llegamos a 83% y seguimos persuadiendo a las personas para que vayan a vacunarse. En ese sentido, hay un éxito completo”, informó Hugo López-Gatell, el vituperado por legisladoras panistas que destacan por acciones bufonescas, a falta de ideas.
Conquista que si bien es impensable sin el concurso de la sociedad, los protagonistas centrales son cientos de miles de trabajadores de la salud que como héroes y heroínas pusieron en riesgo sus vidas para salvar muchas, perdiendo la propia.
Otro ejemplo, ahora que tanto se pontifica sobre la militarización. La transportación de los biológicos por tierra, mar y aire es imposible sin la participación eficiente del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional en una tarea como es, fue y será humanitaria. No cabría aquí el listado de los que hicieron posible la magna tarea como el operativo Correcaminos, el más grande en salud pública de que se tenga memoria en un siglo en México, y que requirió de la participación de 304 805 brigadistas para ponerlo en marcha y montar 14 190 centros de vacunación.
Falta camino por recorrer. Las siguientes etapas contemplan terminar la aplicación de las segundas dosis en 953 municipios de 22 estados; expandir la cobertura en zonas rurales, con acciones casa por casa; aumentar la cobertura en mujeres embarazadas entre las que existe indisposición; atender a personas que alcancen la mayoría de edad en 2022, y avanzar en la inmunización de menores con comorbilidades.
Tema este último en el que la secretaria judicial que está asumiendo funciones de jueza séptima de distrito por cubrir un periodo vacacional, del estado de México, Claudia Irene Gámez Galindo, convirtió una solicitud de amparo para un menor, en una resolución de efectos generales para que sean vacunados todos los menores de 12 a 18 años. Tan está hecho con los pies el amparo y sus presuntos efectos generales que las autoridades federales todavía no son notificadas.
Hacer politiquería con la salud de los mexicanos, como acostumbran no pocos grillos, es un delito y Gámez Galindo y sus padrinos deben hacerse cargo de sus actos “judiciales”.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.