Libros de ayer y hoy
Los ataques de último momento que pretenden afectar al actual gobierno, en Proceso, con Aristegui, de X.González et al, solo tienen un fin, demeritar para recuperar el poder.
Pero que es el poder para ellos, sino la suma de una fortuna popular con la que se toman decisiones. Al menos es la idea en la que lo conceptúan los que ahora salen con infundios y planes prematuros, para arrebatar a como de lugar lo que votó el pueblo. Que atracción tan impresionante tiene el presupuesto.
Poderoso caballero es don dinero, decía Quevedo el clásico español, al ver el efecto que causaban objetos de auténtico valor como el oro, la plata y otros metales, en las personas.
Ahora, trastocados esos metales en símbolos, el efecto lo causan imágenes que en el caso de nuestro país, por lo general son de altos personajes que tuvieron en sus vidas el sustratum del valor humano.
Cosa que no se ve por ningún lado en los que ahora se movilizan tempranamente deseosos de arrebatar el ejercicio de las arcas y posesionarse del poder. En ninguno de ellos, hay un viejo destello que los eleve.
Unos son de medios en declive, otros meros chapulines. De esencia chapulinesca el llamado Frente Cívico Nacional que acaba de hacer su aparición, la mayoría del PRI, el PAN, el antiguo PT, entre otros que han estado en sus vidas, ahora buscarán retomar partidos en oferta o volver a los mismos, si se arreglan con el botín.
Otros se arropan en viejos nombres a los que han devaluado y más acá, se surten de un odio hacia un personaje, que solo se define por envidia y encono. Sus ideas son tan peregrinas, que anuncian la presentación de un programa de trabajo, en los próximos ¡seis meses!
Ataques mal planeados cuando se arriba a los tres años
En la nueva avalancha, obviamente dentro de un plan, no parece haber jóvenes. Son casi viejos políticos, maduros periodistas, ex funcionarios y académicos que no se cuecen del primer hervor, entre otros similares.
La salida contra el jefe del ejecutivo, es tan elemental, que se va contra su familia. Dime que haces y te diré quien eres se transforma el dicho, al constatar lo bajo de un ataque y lo oportuno: los tres años. Para Proceso y Aristegui los tiempos ya corrían en contra desde hace tiempo.
Ahora se definen. No hay marcha atrás; ahí está la derecha. En el llamado frente si bien las coincidencias son plenas entre ellos y la similitudes muchas, hay de chile, de piña y de manteca en sus respectivos recorridos: viejas revistas ahora en declive, fracasos electoreros en sus estados, embajadas derechosas y dependientes de Mancera, soberbias exaltadas por lo que consideran falta de atención, deseos desesperados por regresar al redil económico. Etcétera, etcétera.
Y en la presentación de su salida, personajes que avalaron ciento por ciento el fraude electoral de Carlos Salinas de Gortari. Esos son los que quieren rescatar al país.
En busca de los bienes populares. Poderoso caballero es don dinero
Satírico y burlón, Francisco de Quevedo es uno de los grandes clásicos españoles al que se consideraba no autor de un tema o de varios, sino de todos. Era un ser total según algunos de sus biógrafos.
Con un cuerpo sentenciado desde la niñez por cojera y ojos miopes, Quevedo superó sus deficiencias lanzando al mundo sus arengas filosóficas, literarias, sumados todos los géneros entre burlas, bromas y enfrentamiento con sus grandes pares López de Vega y Góngora.
Su misantropía y misoginia se expresan en buena parte de sus trabajos, pero es tal su genio e ingenio, que se le disculpó como ese caso único que produjo el siglo XVI. Nació en 1580 y murió en 1645.
Además del ensalzamiento y reproducción de sus obras, el poema de diez octavas Poderoso caballero es don dinero (reproducido en todo tipo de escritos) ha sido repetido por cuatro siglos y se ha incorporado e incluido a los dichos populares.
Aquí, por su extensión reproducimos solo las octavas séptima y novena, la última para no dejar fuera a ciertas damas que se ufanan en estos tiempos, por tocar un pedazo del dinero del pueblo.
Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos
en las casas de los viejos
gatos los guardan de gatos
y, pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo
poderoso caballero
es don dinero
Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas
y pues les hace bravatas
desde su bolso de cuero
poderoso caballero,
es don dinero
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.