Periodistas Unidos
La detención de Miguel Ángel Vázquez Reyes, un ex chofer que llegó a encabezar la subsecretaría de Administración y Capital Humano en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, ha traído nerviosismo y truene de dedos en la pasada administración capitalina.
Uno de las primeras e importantes detenciones que se han realizado, ha sido la de Julio César Serna, un amigo de la infancia de Mancera, y quien lo mismo estuvo a cargo de la Central de Abastos, donde se manejan cientos de millones de pesos diarios en efectivo, que en la consejería del entonces jefe de gobierno.
Julio César y su hermano Luis, que está escondido, son amigos del actual Senador desde la infancia, en la colonia Portales. Y el trío junto con otro siniestro individuo, Héctor Serrano, manejaron a placer el poder y el dinero de la capital del país en los seis años que estuvieron al mando.
A Vázquez Reyes se le acusa de desviar más de 900 millones de pesos en supuestamente basificar a miles de trabajadores, utilizar el dinero de las jubilaciones y pensiones de los empleados para diversos negocios y dilapidar recursos al por mayor.
Para evitar ser mandado a chirona durante mucho tiempo, Vázquez Reyes se acogió al llamado “criterio de oportunidad”, para al delatar las corruptelas de burócratas de mayor nivel, a éste le puedan rebajar su sentencia.
Hasta el momento a Julio César se le han encontrado más de 20 residencias, en diferentes puntos del territorio, lo que no corresponde a sus ingresos en su tiempo de funcionario. Más ya se han congelado varias cuentas bancarias, para resarcir parcialmente el daño.
Aparte de Luis Serna, quien seguramente amasó una fortuna similar o mayor a la de su hermano Julio César, también están en la mira otros funcionarios que estuvieron en una serie de desfalcos y corruptelas.
Uno de ellos, Raymundo Collins, quien estuvo a cargo del Instituto de Vivienda (Invi). Éste pedía moches a las constructoras, repartía edificaciones a sus incondicionales, defraudaba con materiales de baja calidad y regalaba a su parentela departamentos.
Ahora anda también en el extranjero, aunque ya se le busca internacionalmente para que venga a declarar.
Ya habíamos señalado que este antiguo agente, Collins, quien no tenía el menor conocimiento de las viviendas, fue el brazo operativo de Guillermo González Calderoni, ex jefe de la Policía Judicial, ligado al narcotráfico y asesinado en Estados Unidos.
Otro caso muy conocido de alguien que se hizo millonario utilizando la delegación Coyoacán a sus anchas, es del Tomate Deshidratado, Mauricio Toledo, hoy exiliado en Chile, ya que su padre nació en aquel país, quien en este mes se enfrentará a la justicia de la mencionada nación para que pueda y deba ser extraditado.
Un caso que todavía no sale a la luz ampliamente, es dónde quedaron más de mil 200 millones de pesos que se recaudaron entre donantes nacionales e internacionales para paliar los efectos del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
En este caso, hubo tal negligencia que muchos habitantes están hasta el momento sin viviendas, ya que una gran parte del dinero voló sin rumbo fijo.
Ahora entendemos porque Miguel Ángel Mancera dijo en ese 2018: la reconstrucción de infinidad de edificaciones y vialidades tardará en lograrse cuando menos seis años.
Afirmación lógica si mucho de lo recaudado se quedó en los bolsillos de unos cuantos vivales o fue a parar a inmobiliarias que hicieron negocio y dieron cuotas a funcionarios de antaño.
Recientemente el señor que tenía la obsesión de ser presidente de la República absurdamente, Miguel Ángel Mancera, y que dejaba a su secretario general, Héctor Serrano- hoy en San Luis Potosí y extrañamente articulista de un diario nacional- hacer lo que le viniera en gana, ha dicho que la justicia no debe politizarse, algo que hizo él y los suyos en todo momento.
Como pollitos en fuga anda una buena parte del equipo mancerista, en tanto su hombre fuerte se ve angustiado el Senado en vez de legislar.
Afortunadamente ya cayó una pieza clave de este equipo: Julio César Serna.
Mancera, por cierto, siempre estuvo a las órdenes de Enrique Peña Nieto en todo e incluso siguió la misma fórmula sexenal: enriquecerse al máximo con los recursos públicos.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.