Periodistas Unidos
El impulso de Andrés Manuel a Claudia Sheinbaum, por todos lados, ha desatado una crisis soterrada en el equipo presidencial que se muestra en la inconformidad de Ricardo Monreal (entrevista con Roberto Zamarripa en Reforma del 9 de enero y nota de Proceso, número 2358) y el apoyo de Marcelo Ebrard al actual jefe del Senado, más el alejamiento del Secretario de Relaciones Exteriores del país, más la rectificación en el caso Nicaragua.
Si a ello le sumamos la ineficaz operación política de Mario Delgado en la designación de candidatos a tres de las seis candidaturas a los gobiernos estatales, la situación de Morena no es como se esperaba, de un camino tranquilo en este año y menos sinuoso rumbo a 2024.
Más bien aumentan las confrontaciones al interior de la Cuarta Transformación, la cual tendrá que lidiar con una más larga infección de Covid, problemas económicos internos y externos graves (Estados Unidos crecerá no al cinco por ciento previsto, sino cuando mucho al tres por ciento) y una inseguridad que será persistente.
Incluso las obras de este sexenio que se inaugurarán, están con problemas en algunos casos, lo que impedirá, asimismo, que el país salga adelante de manera rápida y menos turbulenta.
En fin, que estamos ante retos complejos que se requieren de operaciones económicas, políticas y sociales muy certeras por parte de López Obrador, que a pesar de todo tiene cerca del 70 por ciento de aceptación, algo inusitado.
En Oaxaca, se determinó que el abanderado morenista fuera Salomón Jara en lugar de la cantante y pariente de Alfredo Harp Helú, Susana Harp. Grave error porque ella estaba mejor posicionada y tenía un nexo muy sólido con la CNTE del lugar.
Ahora la mujer impugnará el resultado, y ello traerá problemas que no serán insalvables para el triunfo de Morena, ya que Alejandro Murat, el gobernador supuestamente priista, es un tapete de AMLO. Pero dejará lastimados a muchos afiliados que no quieren ver las mismas cartas desechables como es el caso de Jara. ¡Pero qué necesidad!, recordando al cantor.
En Durango hay una pugna muy fuerte entre el ganador, Ramón Enríquez, y Marina Vitela, incluso alegando el caso de género. Y en Quintana Roo, existe algo parecido entre Mara Lezama, la triunfadora que es alcalde de Cancún, y Marybel Villegas, la descartada, quien está ligada a Ricardo Monreal.
La operación de Mario Delgado, como siempre, fue deficiente. Ello porque no es un político y además ha seguido el curso que le dictan en Palacio Nacional, sin hacer los menores cambios ni siquiera de escenografía, ya no digamos de fondo.
Y ya que mencionamos a Monreal, aquí está uno de los problemas a resolver, no obstante que el zacatecano quien gobernó su estado de 1998 a 2004, tenga un cacicazgo que se muestra claro: su hermano David, a quien Ricardo ha reconvenido en público por sus abulias y torpezas, es el actual mandatario de un estado en crisis de violencia; y su otro hermano: Saúl, es presidente municipal de Fresnillo. ¡Qué bonita familia!, como decía Pompín Iglesias.
Ello no obstante que Ricardo le dijo a Roberto Zamarripa: estoy contra los excesos de autoridad y quienes se entronizan en el poder. Afirmó muy seguro Monreal: dichos excesos los combate el actual régimen.
Su familia va contra sus aseveraciones.
Pero siendo un activo de López Obrador desde hace 24 años, el cual se reunía cada semana para discutir los importantes asuntos legislativos en el Senado, ya que en la Cámara de Diputados no hay un interlocutor válido, Ricardo no es recibido en Palacio desde diciembre de 2020. Lo que muestra el hielo presidencial, ya que se le acusa con razón y sin ella de la pérdida de ocho alcaldías en la Ciudad de México, algo insólito porque el morenismo en esta capital sigue sin liderazgo y acción eficaz.
Ricardo Monreal dijo que es socialdemócrata (algo que reivindica el PRD) y que no deberían sus compañeros de radicalizarse, más bien dialogar, ser más sensatos y avanzar unidos. Pero la contestación de López Obrador no se hizo esperar y reiteró algo: se debe ser radical y antineoliberal (sic en las nubes).
Así pues, la confrontación aumentará, lo que es un despropósito si hay necesidad de gobernar en tiempo huracanados, parafraseando a la gran escritora: Fernanda Melchor.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.