Utopía
Si la numeralia que ofreció Rosario Piedra corresponde a su actuación al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos durante 2021 y carezco de otros datos para ponerla en duda, entonces son significativos.
Y lo son más si recordamos que el proceso para su elección fue accidentado, gracias a la oposición dogmática y beligerante de los senadores de Acción Nacional que hicieron lo indecible para impedirlo, incluso Gustavo Madero usó la fuerza física para bloquear la sesión, aprovechando que estaba lisiado de un brazo. Hoy el chihuahuense es senador independiente tras el fracaso que cosechó como precandidato panista a gobernador con el apoyo faccioso de Javier Corral.
El hecho es que Piedra Ibarra fue electa (7-XI-19) por el Senado por 76 votos de un total de 114 emitidos, para encabezar el órgano autónomo durante 2019-24. Atrás quedaron cinco mociones para reponer el proceso, negociaciones en lo oscurito con las oposiciones y la renuncia de consejeros ciudadanos de la CNDH que pronto mostraron el diente al figurar como candidatos de Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, a cargos de elección popular.
En la estadística proporcionada por la psicopedagoga María del Rosario destaca que en 2021 la CNDH emitió 155 instrumentos recomendatorios, 53 más que en 2020, y el más alto número de recomendaciones emitidas desde que es organismo constitucional autónomo. De ese total, 146 fueron particulares, siete por violaciones graves y dos recomendaciones generales. Como resultado de ello, se atendió a 22 994 víctimas. También presentó 115 demandas de acciones de inconstitucionalidad.
Lo anterior respaldado con las tesis de que “hoy no se emiten recomendaciones a modo o acordadas con la autoridad” y, además, de que “a pesar de la brutal campaña mediática que enfrentan, al pueblo no se le engaña, todas nuestras acciones han sido orientadas en beneficio de las víctimas”.
Esto porque durante la sesión virtual de la Comisión Permanente del Congreso, realizada el martes 25, Patricia Mercado condicionó que “la autonomía de la CNDH será tangible en la medida que se demuestren acciones para proteger y acompañar a víctimas”. Es decir, ignoró los datos que presentó la maestra Ibarra, además de que “es cuestionable el actuar de la Comisión en torno a la militarización en el país”. A lo que la informante respondió con datos duros: el período más crítico de quejas contra la actuación del Ejército es 2013 y 2020, años en los que se recibieron 4 613 quejas en la CNDH. Mientras que en el período 2013-2018, recibió un total de 3 311, y de 2019 a 2021, las quejas recibidas ascendieron a 1 277, mientras que en los tres primeros años del sexenio anterior fueron 2 075. De 2018 a la fecha, las quejas contra el Ejército acusan una tendencia a la baja, con un promedio de 400 quejas por año y “si queremos que siga a la baja es mucho el trabajo que tenemos que hacer”.
La Comisión, según Piedra Ibarra, “nunca como ahora ha actuado con autonomía y en plenitud de sus facultades”. Y en lucha contra inercias, un cúmulo de demandas generadas por omisiones del pasado, de muchos años, que no podemos negar, y también de rescoldos que persisten, que no vamos a ocultar. En su visión la CNDH es parte de la transformación de este país.
Todo ello reorientando un costoso aparato a la construcción de una defensoría del pueblo más eficaz y menos costosa, como parte de los cambios para incidir en el acompañamiento de quienes se han visto vulnerados. Reformas que permiten reducir los tiempos de atención de quejas y la conclusión de expedientes.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.