OAXACA, OAX., noviembre 26.- En la conmemoración de los 50 años de haber egresado como profesores de educación primaria de la escuela Normal Urbana Federalizada de Oaxaca, integrantes de la generación 1958-1963, colocaron y develaron una placa en el CRENO.
En esa placa quedaron grabados los nombres de Juan Herrera Hernández, líder estudiantil y Profesor Alfonso Pacheco Arango, distinguido y apreciado catedrático de muchas generaciones de estudiantes de la desaparecida escuela Normal Urbana, cuyo edificio, anexo a la Plaza de la Danza, es ocupado actualmente por el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
Fue el Profesor y Licenciado Mario Enríquez Unda, integrante de la generación de maestros 1958-1963, que llevó el nombre del destacado pedagogo, Abraham Castellanos, quien habló en el significativo acto, afirmando que exaltar los valores de cada uno de ellos, es un deber de amistad, de compañerismo, respeto y agradecimiento.
De Juan Herrera, dijo que fue un líder, quien como estudiante y al frente de la Sociedad de Estudiantes Normalistas—SENO—en aquellos años, luchó para mejorar la escuela Normal y ser escuchado por autoridades federales, estatales y de la secretaría de Educación Pública—SEP—para que acordaran la construcción de un edificio moderno con instalaciones adecuadas.
Ante oídos sordos de las autoridades, los estudiantes normalistas de hace 50 años, promovieron una caminata a pie que partió de los límites de Oaxaca a la ciudad de México, encabezada por Juan Herrera.
Después de varios días, la caravana fue detenida por comisionados de las secretarías de Gobernación y Educación Pública, quienes anunciaron a los estudiantes la autorización gubernamental para construir el edificio de lo que es hoy el CRENO, siendo inaugurado el 24 de Noviembre de 1964 y se logró el objetivo.
Juan Herrera también creó la Casa del Estudiante Oaxaqueño en la esquina de Morelos y Tinoco y Palacios, para albergar a jóvenes que provenientes del interior del Estado, no contaban con recursos para su sostenimiento.
Destacó en el teatro donde produjo 2 obras, Vivir 4 Escalones y Medio y El Gato y el Ovoide, de ahí el reconocimiento de sus compañeros normalistas a su figura de luchador y amigo desinteresado.
Enríquez Unda, a nombre de la generación de maestros—132—rindió homenaje al maestro Alfonso Pacheco Arango, a quien señaló de notable artífice del caminar de una institución educativa muy cercana al corazón de los oaxaqueños.
Dijo que su personalidad como educador se ha impuesto a la admiración de quienes aquilatamos el valor de sus méritos intrínsecos, quien como maestro de muchas generaciones de normalistas, consagró su vida a la nobilísima causa de la enseñanza pública.
Lo señaló como positivo valor para la educación del pueblo oaxaqueño; la docencia fue el centro de su actividad y dio pruebas irrefutables de su amor por la Pedagogía y la Ciencia de la Educación.
Mario Enríquez, terminó diciendo: conservamos del maestro Pacheco Arango. un recuerdo cordial y la generación 1958-63 de estudiantes normalistas, Abraham Castellanos, hace un acto de justicia, al reconocerlo en la develación de la placa en el CRENO. que lleva su nombre.
Aparte, el pasado fin de semana entre los festejos del 50 aniversario de la generación de maestros egresados de la Normal Urbana, se celebró una misa de acción de gracias en la Basílica Menor de la Virgen de La Soledad, participaron en un programa literario musical realizado en la sala de ex Presidentes del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez y el domingo, la audición musical Bajo el Laurel, fue dedicada al grupo de mentores.