OAXACA, OAX., enero 13.— “Los oaxaqueños serán insoportables”, bromea el realizador zapoteco Rigoberto Perezcano (Zaachila, 1970), si en 2014 todo sigue como va en cuanto al quehacer cinematográfico.

Porque este año se consolidará, iniciaría y exhibiría, de forma respectiva, Oaxaca Cine Alcalá —que dirige Isabel Rojas—, el Centro de Artes Cinematográficas y Audiovisuales de Oaxaca y la película “Carmín tropical” —el más reciente filme de Perezcano, en cuya producción participaron Imcine, gobierno del Estado de Oaxaca, banca HSBC, Cine Pantera y Tiburón Filmes.

Así, en la Mixteca, Valle Central y cualesquiera otra región, ese “fascinante interés” de los jóvenes por filmar un corto o asistir a Oaxaca Cine, encontraría cauces para que lograran realizar una película.

Y así, “tendríamos muchas visiones, ya que a las pictóricas, literarias y musicales, digamos, se sumarían las cinematográficas, y entonces dirían, los oaxaqueños ya son insoportables”, comenta y ríe Rigoberto Perezcano.

Oaxaca Cine Alcalá emprende su tercer año con altas espectativas, después de los alrededor de 30 mil espectadores convocados en 19 temporadas.

Y hoy, a las 19 horas, en la pantalla de avenida Independencia 900, Centro, inicia formalmente sus trabajos de 2014 con la exhibición de material de la 55 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional: “Gloria” (Chile/España, 2012), de Sebastián Lelio, es la cinta que abre el ciclo.

En su reciente comparecencia en la Cámara de Diputados, el titular de la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta), Francisco Martínez Neri, corroboró que en este año iniciará la construcción del Centro de Artes Cinematográficas y Audiovisuales de Oaxaca, un proyecto en cuya gestación participaron directamente Rigoberto Perezcano e Isabel Rojas.

¿Y “Carmín tropical”?

“Mabel es un travesti que regresa a su pueblo a investigar un crimen, y lo único que encuentra es el amor con el policía que lleva el caso”…

Esa sería la sinopsis, en palabras del mismo Rigoberto Perezcano, de su más reciente filme, el cual se estrenaría, con una premier nacional en Oaxaca, en el primer semestre de este año.

Mezcla del “género negro de investigación criminal” y el tema del travestismo, “Carmín tropical” es una historia que se filmó y desarrolló en Juchitán de Zaragoza, población “ejemplar en cuanto a la tolerancia y apertura a la homosexualidad”, expone en entrevista Rigoberto Perezcano.

—¿Hay ejemplos similares a “Carmín tropical”?

—Se han realizado documentales sobre la vela muxe. Los respeto mucho, pero creo que una de las misiones del cineasta es proponer y sugerir de qué manera se puede contar una historia. Y en ese sentido, en “Carmín tropical” quise imprimir esa visión, esa mezcla de género negro y travestismo.

—En los últimos tiempos, ha cambiado tanto la salida del clóset como la forma en que la sociedad en general percibe al homosexualismo y al travestismo, y ese en sentido, la visión de los artistas siempre va a la vanguardia, ¿no?

—Claro. Es muy importante. La misión de un artista, un cineasta o un literato, por ejemplo, es contar lo que está viendo en su época y a su alrededor.

“Sabía que existían muchos documentales, que se ha hablado infinidad del tema muxe, pero quería dar mi visión sobre cómo asumirlo.

“Todo está dicho, todo está contado, lo verdaderamente contemporáneo es cómo cuentas una historia que ha sido contada mil 500 veces de una forma diferente.

“Sí, voy a hablar de migración; sí, tocaré el tema del travestismo, pero de una forma que no se parezca a lo demás: para mí, ese es el verdadero reto”.

—De hecho, la vieja visión sobre la homosexualidad se está volviendo obsoleta, la perspectiva es ya otra, ¿tomaste eso en cuenta?

—Desde luego. Dentro de la dinámica de la película, siempre vimos y tratamos a Mabel, que es el nombre del personaje principal, como una chica, nunca como un homosexual que se trasvestía.

“El juego que queríamos interpretar es el que la gente no sepa si lo que está viendo es un hombre o una mujer, aunque en el fondo sea un hombre que se trasvistió pero que dentro de sí trae una mujer hecha y derecha, quien es la que lo guía por donde tiene que ir”.

—Sí, porque parecería que va a llegar el momento en que homosexuales y mujeres competirán…

—Exactamente. Ese es el juego que pretendemos. No se trató de que el actor se desempeñara pensando: “cómo me comportaría aquí sabiendo que es un travesti”. No. Sencillamente lo ves, al personaje, como mujer, y eso es todo. Tal fue el juego que, esperemos, sea lo que diferencie a “Carmín tropical”.