+ En la época prehispánica fue el puerto más importante para la exportación de productos hacia la región Maya, Centroamérica y el imperio inca
+ Oficialmente reconocido en la Nueva España como el puerto más importante del pacìfico entre 1535 y 1575
+ 74 sitios arqueológicos hablan de su alta densidad de población en la época prehispánica, entre las que destaca “Punta Celeste” conocida tambien com La Bocana, que ya está abierta al pùblico
El escritor oaxaqueño Juan Arturo López Ramos ha sido invitado por un grupo de prominentes empresarios huatulqueños, para ofrecer una conferencia en la que abordará la importante presencia de Huatulco en la época Prehispánica, en el periodo Virreinal, en el México independiente y en la historia contemporánea.
López Ramos –descubridor de la zona arqueológica “Punta Celeste” en el limite oriental del desarrollo de Bahias de Huatulco- afirma que este lugar ha sido desde la época prehispánica un puerto cosmopolita, en el que han convivido zapotecas, chontales, chatinos, mixtecos, toltecas, aztecas y mayas, – como se infiere de este último grupo étnico por los estudios realizados por Donald L. Brockington en la costa oaxaqueña-.
En las 21 mil hectáreas expropiadas por el Gobierno Federal que ocupa actualmente el bello y ecológico desarrollo turístico de Bahías de Huatulco, se registran 74 sitios arqueológicos que hablan de su alta densidad de población en la época prehispánica, en la cual Huatulco fungía como el Puerto más importante para la exportación de textiles y otros productos mesoamericanos, hacia la región Maya, Centroamerica y el imperio Inca, señala el investigador oaxaqueño.
Esta tradición marítima continuó al arribo de los españoles. Cortes intentó establecer sus astilleros en Huatulco y de ahí envió sus navios “San Vicente” y “San Lázaro” hacia Panamá, cargados de lonjas de tocino, queso y otras mercancías; de ahí zarparon los barcos “Todos Santos”, el “San Andrés” y el “Espíritu Santo”, hacia el Puerto del Callao, en el Reino del Perú, llevando mercancías y trayendo azogue; en Huatulco se inició también la legendaria aventura de La Nao de China, que regresaba de las islas filipinas cargada de sedas, especies, curiosidades de marfil y otras materias de grandísimo precio, tráfico marítimo que en su conjunto atrajo incluso la atención de la piratería.
Se registra en Huatulco en 1579 la presencia del más famoso pirata Inglés, Sir Francis Drake y de otro corsario también Inglés de nombre, Thomas Cavendish, que en 1587, al no encontrar en Huatulco un botín a la medida de su ambición y después de haberse apropiado del Galeón “Santa Ana” proveniente de China, ordenó arrasar el puerto, quedando en pie la famosa Cruz Negra de Huatulco.
El padre Burgoa cuenta que Cavendish intentó aserrarla y no pudo; intentó derribarla amarrándola a su embarcación y no pudo; intentó derribarla a hachazos y no pudo; finalmente intentó quemarla untándola con brea y alquitrán, pero la cruz no se quemó y permaneció en pie, convirtiéndose en un objeto de adoración y veneración religiosa.
Entre las múltiples peregrinaciones que llegaron a adorar a la Cruz se cuenta una de 2 mil peregrinos del Perú.
En 1612 el Obispo Juan de Cervantes, decidió traer la cruz a Oaxaca y hacer 5 cruces de la cruz grande, una de las cuales envió al Papa en Roma, quien la recibió de rodillas en señal de adoración; otras dos se fueron a Puebla de los Ángeles y a la Cd. de México; una más se conserva en un nicho de plata en Santa María Huatulco y la quinta se quedó en la catedral de Oaxaca, donde se conserva en la capilla junto a la puerta que da al Zócalo de la Ciudad.
Esta breve síntesis es un fragmento de la próxima presentación del escritor Juan Arturo López Ramos en Huatulco, programada para el próximo 15 de febrero, en la que abordará también la presencia de Huatulco en el México independiente, así como su historia contemporánea, cuando surgió como un moderno y funcional desarrollo turístico, periodo que el autor vivió intensamente desde su posición como Director Estatal y Delegado Federal de Turismo.