OAXACA, OAX., enero 25.− Único en su tipo en el Estado, el perfil cultural del Museo del Ferrocarril “independiente, alternativo” y orientado a la “libre expresión artística” y a la “integración del tejido social”, está en riesgo no sólo de perderse, sino de cambiar radicalmente a un giro comercial.
Así se deduce de la entrevista que concedió a www.e-oaxaca Yadira Rodríguez, la todavía directora de ese recinto cultural, luego que la nueva administración del municipio de Oaxaca de Juárez, encabezada por Javier Villacaña Jiménez, y cuyo director de Cultura es Jorge Machorro Flores, le pidiera a aquélla su renuncia.
Espacio ambicionado desde tiempo atrás –para Centro de Convenciones−, por sus características, “de una u otra manera incomoda a quienes ya tienen una línea bien trazada”, afirma Yadira Rodríguez.
“Ahí ha estado todo el tiempo el conato de que se le quiere convertir en Centro de Convenciones”, pero porque posee ya “una identidad, está consolidado y no copia el estilo de ningún otro recinto cultural”; como directora del Museo del Ferrocarril y ciudadana “me he opuesto rotundamente a que el espacio sea explotado de forma comercial”.
Si bien aclara que no está enterada si existe algún proyecto así al respecto: “no lo puedo asegurar, desconozco qué ideas haya”.
Ante la situación, el grupo de Facebook Defensores del Museo del Ferrocarril (https://www.facebook.com/groups/106519142830038/) convoca a “junta urgente”, hoy, a las 17:00 horas, y mañana, a las 19:00 horas, en las instalaciones del recinto (Calzada Madero 511, Barrio ex Marquesado) “a artistas, gestores, deportistas, ferrocarrileros, historiadores, activistas y público en general”.
La consigna del grupo es “apoyar la preservación [del Museo del Ferrocarril] y crear estrategias que garanticen la estabilidad y el fortalecimiento de este patrimonio ahora en riesgo de desaparecer”.
ESPACIO ÚNICO EN OAXACA
De acuerdo con Amanda Avendaño, regidora de Cultura, Deporte y Fomento Educativo durante el trienio del ahora ex edil de Oaxaca de Juárez Luis Ugartechea Begué, increíblemente, el presupuesto para el rubro en 2013 fue de apenas 600 mil pesos.
Aunque la partida que se debía asignar para la operación del Museo del Ferrocarril estaba dentro de ese presupuesto cultural, explica Yadira Rodríguez, nunca ocurrió así.
“Nos hemos manejado con base en requisiciones. Por ejemplo: si necesitábamos material de oficina o limpieza, realizábamos la solicitud así, por requisición, y esperábamos a ver si nos surtían o no”.
En realidad, aclara, “el Museo del Ferrocarril ha funcionado con base en trueques, intercambios culturales y apoyos de amigos y de gente que está comprometida con la cultura”.
Y aun así, con esa carencia de presupuesto formal, el equipo de Yadira Rodríguez, quien inició su cargo como directora a mitad de febrero de 2006 y, de acuerdo con su renuncia forzada, finalizará el 31 de enero próximo, convirtió al Museo del Ferrocarril en un espacio cultural distinto.
−Siendo institucional, el perfil del Museo del Ferrocarril es muy significativo en el sentido de su apoyo a la contracultura, desde el concierto de 2006 contra la violencia de ese tiempo, convocado por Steven Brown, hasta el reciente encuentro electrodark de finales de 2013, ¿cuál sería el balance?
−Aquel concierto se llamó ‘Estación’ y participaron diversos artistas con diferentes propuestas culturales, oaxaqueños, del Distrito Federal e incluso de Alemania, a través de algún integrante de Nine Rain: y ocurrió esa integración del tejido social que ha sido lo más importante para el Museo del Ferrocarril.
Cuando iniciamos nuestra gestión, en 2006, “visualizamos que el espacio estaba subutilizado, que sólo funcionaban cuatro salitas de exposición permanente y los visitantes eran tres o cinco al día”.
Era “un espacio tan grande, orgánico y diverso”, que resultaba “necesario darle otro giro: entonces abrimos las puertas a los artistas independientes, gremios culturales y asociaciones civiles para que presentaran sus propuestas alternativas”.
Hoy, “en Oaxaca no existe ningún otro espacio consolidado que preste las instalaciones de manera gratuita y las abra sin distinciones ni burocracia ni mayor trámite que el proyecto artístico-cultural individual o colectivo que se proponga”.
El Museo del Ferrocarril “nunca se ha elitizado ni limitado. Los artistas pueden expresar libremente lo que quieren difundir. Tomó fuerza porque se vieron aceptados y representados, sobre todo los jóvenes. Ellos encontraron aquí un espacio de libre expresión”.
Y en este punto Yadira Rodríguez recuerda que “un pueblo que no tiene total libertad de expresión artístico-cultural, se convierte en una sociedad reprimida que no avanza”.
−Sobresale que esté dirigido a jóvenes, incluso en la ciudad de México esos espacios son escasos: acaso el Circo Volador, los diferentes Faros…
−Así es. Por ejemplo, fuimos la primera institución cultural que abrió sus puertas al arte urbano –aquí se formó el Colectivo Sociedad−, tenemos talleres alternativos de arte circense: con aro, fuego y acrobacia de piso y aérea.
“Siempre hemos tenido las puertas abiertas para estas nuevas expresiones, para todo lo que, de una u otra manera, incomoda a quienes ya tienen una línea bien trazada”.
−Este espacio siempre ha sido ambicionado, que para Centro de Convenciones y demás, ¿existe el riesgo de que cambie su perfil?
−Creo que sí, por supuesto. No tengo conocimiento exacto, pero siempre ha surgido el conato de que sea Centro de Convenciones.
−¿Está latente el que el espacio pueda ser explotado con ese estilo comercial que tanto cunde hoy en la cultura?
−Claro.
−No vayamos a ver aquí al rato una banda grupera, con todo el respeto que se puedan merecer− se le comenta a Yadira Rodríguez.
−Sí, los distintos gustos. Nosotros siempre cuidamos esa parte: que no fuera comercial, sino que se difundieran manifestaciones artístico-culturales que provinieran de la creatividad de los artistas.
ESPERANDO EL FERROCARRIL
Tras que se supiera de su inminente cese como directora del Museo del Ferrocarril, en redes sociales, una parte de la comunidad artística de Oaxaca ha manifestado su apoyo y respeto a Yadira Rodríguez por el quehacer cultural realizado.
Ingeniera química de profesión, con orientación ambiental, desde 1998 labora en el municipio de Oaxaca de Juárez.
Estuvo en la Dirección de Ecología siete años. Inició desde abajo, como analista, y después fue jefa de departamento. Así llegó, por invitación, al Museo del Ferrocarril, desde el 12 de octubre de 2003, fecha en que inauguraron ese recinto cultural.
Luego de la dirección de otras dos personas, a mitad de febrero de 2006, fue designada como titular del Museo del Ferrocarril.
Entrevistada en el pasillo de espera de la estación del Ferrocarril Mexicano del Sur-Oaxaca, el cual a su vez fue inaugurado en 1892, como si metafóricamente estuviera aguardando el tren para irse, Yadira Rodríguez platica brevemente cómo se le notificó su cese.
No sin antes aclarar que la restauración del inmueble que inició el 4 de noviembre de 2013 ha sido realizada bajo una verificación estricta, pieza por pieza, porque se van descubriendo nuevos elementos –como las tejas originales del edificio principal− y porque es patrimonio catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La Dirección de Recursos Humanos del municipio de Oaxaca de Juárez le envió la notificación: le informaba que la relación laboral terminaba el 31 de enero.
−¿No hubo explicación del porqué?
−No. Sólo que en virtud de haber firmado contrato mensual, porque así trabajé todo el tiempo, terminaba la relación laboral para con el municipio. Y eso fue todo.
−¿No hubo alguna consideración para su trabajo y un proyecto consolidado?
−No, me temo, que no.
−¿Eso no se estila en México?
−Es evidente que no.
(Risas de ambos).