OAXACA, OAX., enero 25.- Totalmente ebria e inconsciente se encontraba una menor de edad, tirada en la banqueta y protegida por una pareja de muchachos, en la última calle de Aldama en esta Ciudad de Oaxaca, la noche del viernes pasado.
Eran las 19:55 horas cuando el cuadro sorprendió y atrajo la atención de vecinos y cuanta gente pasaba por el lugar. Un policía municipal ya intervenía y comunicaba por teléfono lo sucedido a sus superiores.
La mujer, adolescente, posiblemente estudiante de secundaria, con su mochila junto a ella, en el piso, se encontraba totalmente inconciente, custodiada por dos muchachos, al parecer sus compañeros, quienes impidieron la toma de fotografías.
Quizás salieron de una cantina, donde les permitieron la entrada y vendieron licor a menores de edad, pero ya no pudieron continuar su camino.
Casos como este se observan a diario en los jardines públicos y el centro de la Ciudad de Oaxaca, donde escenifican espectáculos denigrantes en horario de clases, y la autoridades correspondientes hacen como que no ven.
Tampoco es novedad observar la entrada y salida de parejitas de menores de edad en los llamados hoteles de paso.
Ante estos hechos, es urgente que la nueva autoridad municipal ordene rondines de vigilancia en bares, cantinas y loncherías del centro de la ciudad, donde expenden alcohol y hasta drogas a los menores de edad.
Los dueños de hoteles también deben ser sancionados, con multas o clausura de sus negocios, pues permiten la entrada de parejitas, aun cuando se trate de menores de edad.