OAXACA, OAX., febrero 6.−Todavía a finales del siglo XX hubiese sonado a sacrilegio decir que las editoriales independientes tienen que encontrar su nicho de mercado.
Hoy ya no es así. Las nuevas generaciones y algunas que no lo son tanto entienden que, sin perder la independencia, en tiempos de capitalismo salvaje hay que comer.
“Si viviéramos en una sociedad donde el trueque fuera viable –expone Adriana Bernal, quien junto con Ana Francis Mor, integrante de Las Reinas Chulas del Bar El Vicio, de Coyoacán, Distrito Federal, anda de Oaxaca-tour−, encontraríamos la forma de hacerlo”.
Sólo que “la verdad es que tenemos que comer. Y el problema no es el mercado, sino que vivimos en un sistema de capitalismo salvaje”.
Adriana Bernal es la responsable de las Ediciones Chulas, que junto con el libro “Manual de la buena lesbiana 2”, de Ana Francis Mor, ambas andan presentando en Oaxaca.
Ayer en La Jícara; hoy, a las 19 horas, en el Foro Proveedora Escolar (avenida Independencia y Reforma, Centro), acompañadas de Rodrigo Vargas y Wagive Jiménez Turcott. Y mañana, para cerrar, en el mismo horario, en la Biblioteca Henestrosa.
Explica Adriana Bernal: “yo te ofrezco un producto y tú lo compras, yo cubro una necesidad y tú la mía”. En el entendido que no se trata de “atascarse o querer chamaquear”, sino de una “simple transacción de justa media”.
Ahora, “entrarle a la competitividad” ya es otra cosa, pues “mientras no se apruebe la Ley del Libro y el precio único de éste, en el sector literario va a seguir pasando lo que está pasando.
“Si los gobiernos federal y estatales impulsan la Ley del Libro y el precio único de éste, así como su reglamentación, las editoriales tendríamos la misma tajada del pastel y comeríamos de a poquito, pero todas”.
Y aquí Adriana Bernal recuerda que el mercado editorial en México lo dominan alrededor de cinco casas transnacionales –españolas en su mayoría, por cierto−, como Santillana, Penguin Random House Mondadori y Planeta.
No obstante eso, “hay una tendencia de las editoriales –incluidas las independientes− a encontrar un punto a partir del cual generar un tipo de mercado”, que por el lado de Ediciones Chulas es el de la equidad de género, la diversidad sexual, el contar con un lenguaje distinto y trabajar en equipo desde tres áreas: infantil, literatura y periodismo y teatro y cabaret.
El objetivo de Ediciones Chulas es, indica Adriana Bernal, “encontrar el nicho de mercado que necesita”. Tal cual lo hizo “Almadía en Oaxaca, sello que generó una infraestructura, un lenguaje y un tipo de lector”.
Si bien el propósito original de fondo de Las Reinas Chulas con su editorial fue, apunta Ana Francis Mor con ese su característico humor político, responderse a la pregunta: “¿cómo hacemos encabronar a Peña Nieto? Pues creando una editorial”.
