Utopía
El presidente Andrés Manuel y la coalición política gobernante trabajaron –con mucha energía y más aciertos que errores– durante un lustro que festejaron el viernes pasado, para que durante el aniversario se hiciera el anuncio del quinto incremento a los salarios mínimos y así cumplimentar el compromiso programático y social de duplicarlo, descontada la tasa de inflación.
Tal conquista no sucedía desde 1976 que, al decir de investigador Saúl Escobar Toledo, “fue el punto más alto en toda su historia reciente”, tiempo en que México fue presidido por Luis Echeverría Álvarez, el de la matanza de 10 de junio de 1971 y antes protagonista del 2 de octubre de 1968, pero también de una política salarial que irritaba a los dueños de México.
La trayectoria salarial inmediata fue así: “Cuando llegamos, el salario mínimo era de 88 pesos diarios, 2 mil 687 pesos mensuales, y a partir del primero de enero de 2024 el salario mínimo va a ser de casi 249 pesos diarios, 7 mil 508 pesos mensuales”, informó en la mañanera López Obrador, antes de partir a Tulum, Quintana Roo a la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto.
Abundó que “Esto es todavía más satisfactorio si se toma en cuenta que en la zona libre de la frontera norte el salario pasa de 88 pesos en 2018 a 375 pesos diarios, es decir, de 2 mil 687 pesos mensuales a 11 mil 403 pesos”. Lo anterior significa que de 2018 a la fecha, el salario mínimo recuperó 87% de su poder adquisitivo, sin incluir el 20% de incremento dentro de cuatro semanas.
Con todo y la hazaña salarial del último lustro mexicano, el salario mínimo está en niveles de finales de los años 70, principios de los 80. Todavía no alcanza el valor que tenía en 1976, advierte el también presidente del Instituto de Estudios Obreros Rafael Galván.
La lectura que realizó la Comisión Económica para América Latina, dependencia de Naciones Unidas, permite valorar más y mejor el “vaso medio vacío” en el contexto de la realidad latinoamericana. De acuerdo con la CEPAL, México es el país del subcontinente con el mayor incremento del salario mínimo en el último lustro. El alza registrada aquí multiplica por cuatro a la ocurrida en República Dominicana, el segundo país con la mayor mejora. Detrás de Santo Domingo se ubica Chile, cuyo salario mínimo aumentó en cinco años 16.2%, mientras en Ecuador el alza fue de 11.1% en un lustro.
Lo anterior sin tomar en cuenta el 20% de incremento a partir del primer día del 2024, debido a que el estudio de la Comisión Económica fue actualizado una quincena antes del anuncio del presidente mexicano.
El hecho indiscutible es que por quinta ocasión fue hecho trizas el dogma neoliberal de que incrementar los salarios mínimos era la fuente que generaba en automático la inflación y que sólo podían incrementarse si la productividad crecía, lo que sucedía un año y otro también mientras el minisalario permanecía en virtual congelación durante 36 años de los gobiernos del capitalismo salvaje. “Atroz” lo llama Xóchitl Gálvez y jura que lo cambiará, pero no dice por cuál modelo.
El tecnócrata Agustín Carstens era uno de sus exponentes y defensores obtusos, de la misma manera que su antecesor Pedro Aspe Armella, ahora muy enriquecido, sostuvo durante el gobierno de Carlos Salinas que la pobreza “es un mito genial”.
Entre “mitos” y dogmas te veas con los economistas del neoliberalismo que, según difunto director de un diario, de los 10 mejores del mundo, México contaba con seis, mientras Carlos Salinas entregaba los bienes nacionales a sus amigos, socios y compadres en venta de garaje.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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