OAXACA, OAX., abril 1.- Con un disparo en la pierna fue llevado a un hospital particular el dueño del deshuesadero “Texas”, Samuel Jiménez Guerrero, de 52 años de edad, luego de que un cliente enojado porque no le devolvió el dinero por la compra de refacciones usadas, le disparó a quemarropa la tarde de este martes.
Además, el inconforme que llegó a la negociación en una motocicleta acompañado de una dama le robó un radio Motorola y cuatro mil pesos en efectivo, que hurtó de la caja registradora, al tiempo de destruirle dos computadoras, y se dieron a la fuga sin que nadie pudiera detenerlos.
Trabajadores del “Texas”, donde se venden refacciones usadas de automóviles, explicaron que los hechos ocurrieron aproximadamente a las 18:00 horas de este martes 1 de abril de 2014, cuando Samuel Jiménez Guerrero, propietario del deshuesadero que se localiza sobre la carretera federal 190 Oaxaca-Istmo, en inmediaciones de Tlalixtac de Cabrera, se encontraba acompañado de su esposa y dos empleados.
Al escuchar la llegada de una motocicleta, don Samuel apartó la vista de su computadora y pidió a su ayudante que checara qué deseaba el cliente.
Se trataba de un hombre y una mujer, quienes bajaron de una motocicleta Itálica color rojo con negro, sin placas de circulación, caminaron hacia el interior y sobre el mostrador el varón le reclamo al propietario que la caja de velocidades que le había vendido no servía.
Don Samuel le pidió que le mostrara la factura correspondiente y al parecer ese fue el enojo del cliente, porque de inmediato sacó de entre sus ropas una pistola con la que amagó al dueño del negocio y sin más le disparó en dos ocasiones pegándole en la pierna derecha.
Los gritos de la esposa del propietario alertaron a los trabajadores, pero el hombre al ver a su víctima en el suelo se fue a la caja registradora y sustrajo cuatro mil pesos en efectivo.
Luego, tiró al piso dos computadoras y se apoderó de un radio Motorola para salir corriendo de la negociación, montaron en la motocicleta y escaparon sin que nadie pudiera detenerlos, mientras uno de los trabajadores subió a su patrón a una camioneta y lo trasladó a un hospital particular para recibir atención médica.
Después llegó la policía, el Agente del Ministerio Público (AMP) y los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para iniciar las investigaciones. En el lugar encontraron una de las dos balas disparadas.