Utopía
Intelectuales y propagandistas al servicio de los poderes fácticos y de algunas ramas de los institucionales al servicio de los primeros, insisten como si fuera campaña en la imperiosa necesidad de que la “virtual presidenta electa” –fórmula que utiliza poco el titular del Ejecutivo–, se deslinde de éste cuanto antes y en los términos más categóricos posibles.
Como dice el clásico, “se quedaron en el calendario”, en los tiempos del “partido prácticamente único”, como bautizó Carlos Salinas al suyo, el Revolucionario Institucional, que tras 71 años en el poder, una docena más con el PRIAN y el sexenio de la corrupción presentada como “problema cultural” por Enrique Peña, resultaba imprescindible el deslinde del nuevo presidente con su antecesor hasta mandar al genocida Gustavo Díaz Ordaz como embajador a las islas Fiji o encarcelar a colaboradores de los expresidentes.
No entienden que no entienden porque interpretan la realidad con parámetros de tiempos idos y niegan veracidad al discurso del presidente Andrés Manuel que desde temprano presentó la fórmula de continuidad con cambio. Eso presenciamos durante la contienda electoral y después del impresionante triunfo de Claudia Sheinbaum, más que duplicando la votación de Fuerza y Corazón por México de 16.5 millones de sufragios frente a 35.9 millones de la doctora, hija del querido y difunto Carlos. Y aun así denuncian “elección de Estado”, que les vendió el mercenario Héctor Aguilar Camín.
Difícil es superar las cortas entendederas si el análisis es interferido por los severos cortes oficiales a los “apapachos” –Aguilar dixit– que recibieron siempre, el odio a los adversarios con frecuencia tratados como enemigos con archimillonarios bots de narco-presidente y narco-candidata. Y todo para dos cosas…
A pesar del editorial de Wall Street Journal (“el poder tras el trono”) el efecto de la campaña que intenta meter cuña entre AMLO y CSP, el efecto que lograron es el contrario. Ella lo dijo así en el acto por el sexto aniversario del 1 de julio de 2018: “Leía en un periódico, ‘Claudia debe pintar la raya con Andrés Manuel López Obrador’… sería pintar la raya con el pueblo de México. ¡Nunca! Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Dijo más, que en el siguiente sexenio, el que encabezará por primera ocasión una fémina, “no habrá traición, no habrá vuelta en ‘u’, no habrá regreso al pasado”.
Festividad que fue utilizada por la científica para trazar tareas envueltas en preguntas que subrayan la continuidad con cambio entre el presidente y la presidenta: “¿Qué sentido tiene mirarnos al ombligo? (…) Noo, hay que seguir trabajando por el pueblo de México, por la transformación. ¿Por qué no vamos a las plazas a hablar de la reforma judicial? A todas las plazas del país. ¿Por qué no vamos junto con nuestros diputados electos, nuestros senadores electos, a seguir concientizando, a seguir diciendo qué ha hecho el Judicial hasta ahora y por qué la reforma?” Para explicar a la población las otras 19 iniciativas presentadas por el presidente, al tiempo que se pronunció por “guardar el legado de López Obrador”.
En tanto que el homenajeado en Los Pinos, en ausencia, claridoso como es, colocó en su lugar al diario al preguntar a los colegas en la mañanera: “¿Qué periodismo serio puede ser el que se diga en una editorial del Wall Street Journal que yo voy a seguir siendo el poder detrás del trono? Es una falta de respeto a Claudia, a las mujeres, un desconocimiento completo de lo que somos, de nuestras convicciones”, porque sus fuentes de información son los mismos que extrañan los “apapachos” del Ejecutivo y están muy dolidos con él.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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