Diario Ejecutivo

Donald Trump es un lobo con piel de oveja.

O para decirlo con otras palabras es el más icónico ejemplo del viejo refrán: “perro que ladra no muerde”.

Muestra sus fauces abiertas con dientes afilados como un dóberman, pero a veces termina como el perro amarillo que anda por las calles de los pueblos más depauperados de México moviendo la cola a la espera de que alguien le haga caso.

Pero eso sí es un genio de las relaciones públicas.

Sus dichos y sus hechos así lo demuestran.

En su primer libro “El Arte de la Negociación” en 1987 (en conjunto con Tony Schwartz), presenta una especie de retrato sicológico del autor.

Palabras más palabras menos die lo siguiente: Regla número uno con mis interlocutores o adversarios problematizo lo más posible, los descontrolo, los saco de sus casillas, los hago enojar, les meto miedo, porque si se debilitan, los aplasto y obtengo el 100% en la mesa de negociación, y sí son fuertes, entonces ya negocio con ellos en otros términos.

Y añade: Mi estilo en la negociación es bastante sencillo y llano. Apunto muy alto, y a partir de ahí todo es tirar y tirar hasta que consigo lo que quiero. A veces me conformo con menos, pero en muchos casos, al final y pese a todo, logro lo que me había propuesto.

Es decir que intimida, pero cuando alguien es más fuerte, se queda callado.

Por eso llama la atención la forma en que, sobre todo los intelectuales asociados al neoliberalismo, tratan de meter miedo a los mexicanos porque supuestamente nuestro gobierno no tiene agallas para enfrentársele.

Por eso también, coincido con el editorial de este jueves en La Jornada: “Trump es un individuo acostumbrado al abuso verbal y a cebarse sobre los frágiles, por lo que México no debe permitirse la menor señal de debilidad. Inaugurar la nueva relación con un gesto de flaqueza sería catastrófico, pues el magnate lo tomaría como una invitación a desplegar su repertorio de camorrista contra el país”.

Y en este sentido, ayer la presidenta Claudia Sheinbaum informó que conversó vía telefónica esta mañana con Donald Trump, luego de que el republicano ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. “Tuvimos una llamada muy cordial con el presidente electo Donald Trump en la que hablamos de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos”, dijo.

Y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dijo que Trump hay que enfrentarlo con “sangre fría e inteligencia”.

Precisamente, en sus negocios en México, Donald Trump ha quedado no solo como el perro amarillo de pueblo, sino demandado por muchos compatriotas que fueron víctimas de sus fraudes.

Al respecto, publiqué el seis de mayo de 2016 -hace ocho años y cuando él era candidato a la presidencia estadounidense por primera vez- la columna https://analisisafondo.com/39968/donald-trump-y-sus-fraudes-en-mexico/, de la cual publico hoy algunos párrafos:

“El caso concreto es que, en 2006, sí hace 10 años, Trump presentó en maquetas, un hermoso proyecto para comercializar playas cercanas a Tijuana Baja California. Con sus socios mexicanos y con todo el esplendor mediático que ha sabido manejar el millonario neoyorquino, puso a la venta predios que lucían hermosos en el papel.

“El proyecto Trump Ocean Resort Baja Mexico, fue promovido por rimbombantes empresas de Trump como Newland International Properties e International Irongate Partners, y proponía un complejo con tres torres de condominios y un complejo hotelero (tres mil habitaciones) con restaurantes, jardines, campos y todos los servicios, con inversión de alrededor de 300 millones de dólares.

“Lo que no se dijo en la presentación ni se expuso en las maquetas fue que los terrenos para el proyecto (no podían ser vendidos por las leyes e México estaban junto a un desecho de aguas negras. No importaba. Sus socios mexicanos y estadounidenses se dieron a la tarea de vender.

“El proyecto no se realizó y los inversionistas y compradores fueron estafados. Trump hizo saber a sus compradores que no solamente el proyecto no continuaría, sino que “el dinero de sus enganches se había gastado en su totalidad y no había manera de devolver los depósitos”.

“Por eso existe una demanda colectiva contra el millonario neoyorquino por parte de 69 compradores que depositaron su dinero en el desarrollo Trump Baja por un monto de aproximadamente 20 millones de dólares. El gobierno estadounidense ha apoyado a los compradores. En lo que se refiere a los problemas en México, Trump ha exigido que se elimine la cláusula Calvo, que significa una restricción legal a los extranjeros en nuestro país.

“El caso radicado en la Corte Suprema del estado de California, ubicada en Los Ángeles con el número JCCP4642. Mientras tanto, su empresa Newland International Properties fue declarada en suspensión de pagos.

“En México, sus socios son miembros de un grupo priista muy definido, formado por el expresidente municipal de Rosarito, Baja California, Hugo Torres Chabert y su hija la diputada Laura Torres (quien promovió una nueva ley inmobiliaria para su estado). Hugo Torres fue acusado de peculado y de traición por parte de quienes lo apoyaron para llegar la alcaldía, además de que se le vincula con un fraude inmobiliario en Puebla de las empresas Sitma y Grupo Aries, en sociedad con Leonardo Tiro Moranchel.

“No contento con defraudar a mexicanos y estadounidenses en Baja California, en 2011, desde Miami, lanzó un proyecto de 350 millones de dólares a realizarse en Cozumel, denominado “Punta Arrecifes Resort”, el cual se pretendía construir en una zona reservada por las autoridades ambientales como “área natural protegida”. El proyecto, desde luego, fracasó porque se trataba de un ecocidio y, por segunda ocasión, Trump vio frustrados sus intereses económicos de establecer en nuestro país proyectos inmobiliarios.

“Un intento más se realizó cuando Trump entabló pláticas con el exgobernador de Sonora, el panista Guillermo Padrés, para otro proyecto, pero ahora en Puerto Peñasco, Sonora. El asunto quedó en el papel, pero Padrés concluyó su gestión y ahora es investigado por su participación en varios fraudes, incluyendo los de Eurisaces Ibarra.

“Como puede observarse, en nuestro país, los socios de Trump han resultado ser “verdaderas fichitas” que tienen su haber la vinculación con fraudes, abuso de confianza, peculado, firmas dudosas y diversos ilícitos. En síntesis, Trump quiere apoderarse del país, eliminado la cláusula Calvo.

“En su patria, el millonario enfrenta varias demandas. Por contaminación por ruido, por fraude a sus estudiantes en su supuesta universidad de negocios, y, desde luego, por haber recibido dinero que nunca devolvió. Por eso, las principales calificadoras han degradado a sus empresas.

“Este podría ser el próximo presidente de Estados Unidos. Como dice el filósofo del metro: en inglés de trump a tramp solo hay una letra de diferencia y tramp significa zorra vagabunda”.

Hasta aquí los párrafos de mi reporte de 2016. Poco después de esta columna, Jaime Martínez Veloz presentó una demanda contra Donald Trump.

Hoy en 2024 volverá a ser presidente estadounidense y seguramente ni perseguirá indocumentados (no lo hizo en su anterior gobierno, pues su antecesor Barak Obama y su predecesor, Joe Biden, tuvieron más deportaciones que él), ni aumentará aranceles, ni logrará que las empresas estadounidenses dejen México.

Dice el filósofo del metro: “Ni los lobos ni las ovejas acostumbran darse un balazo en el pie”.

Las opiniones expresadas por los columnistas en sus artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y pueden no representar la postura o línea editorial de PressLibre. Sin embargo, como medio periodístico respetamos su derecho a la libertad de expresión.