Utopía
“Creció la deuda” publica. No lo dice el redactor, sino Enrique Galván Ochoa, un experimentado columnista de La Jornada, el diario más vinculado a la Cuarta Transformación desde una actitud plural que le permite registrar la diversidad de voces, opiniones y hechos que significan a México.
Y lo reseña así el autor de la columna Dinero: “Fue como un mantra que se repitió a lo largo del sexenio del presidente López Obrador: la obra que se está realizando se hace sin aumentar los impuestos y sin contraer deuda. En efecto, no aumentó la carga fiscal sobre las empresas y las personas, pero fue necesario solicitar préstamos.”
Más todavía: “El crecimiento de la deuda es importante: de 10.5 billones de pesos en 2018 a 16.7 billones al cierre del tercer trimestre de 2024.” Un crecimiento, subrayo, de más del 50 por ciento.
Y también lo justifica: “A diferencia de otros sexenios en que nunca supimos cómo se gastó el dinero, ahora están a la vista las inversiones. La oposición está criticando con dureza el endeudamiento. Sin embargo, no dijo nada cuando el resucitado (Ernesto) Zedillo rescató bancos y empresas mediante el fraudulento Fobaproa. Sigue costando al pueblo: en el presupuesto 2025 se destinarán más de 50 mil millones de pesos a tapar el agujero de 2 billones de pesos.”
Enlista los “Programas sociales, obras. En primer lugar, los programas sociales. Todas las familias mexicanas reciben apoyos, y en el caso de los adultos mayores, no sólo los necesitados, sino hasta los ricos que los critican. Hay una obra pública notable: el Tren Maya y el Interoceánico, la refinería de Dos Bocas, el AIFA, la Central Fotovoltaica de Puerto Peñasco, la autopista Cuautla-La Pera (se amplió a cuatro carriles), centenares de obras distribuidas en todo el territorio, aunque menos publicitadas que las mencionadas. También hubo gastos extraordinarios a los que fue necesario hacer frente con urgencia: la pandemia y la devastación de Acapulco por el huracán Otis.”
Hasta aquí el planteamiento impecable de Galván Ochoa, integrante incluso del comité redactor de la Cartilla moral que impulsó el presidente Andrés Manuel, pero que no llegó a buen puerto.
Mas el problema, aparte del sustancial endeudamiento de México en tiempos de la 4T con su segundo piso incluido, es para qué se mintió a lo largo de casi seis años con la presunción de que todas las grandes, medianas y pequeñas obras y programas sociales se realizaban con recursos propios, sin deuda, hasta que ya resultó prácticamente imposible ocultarlo hubo un reconocimiento parcial por parte de Andrés Manuel López Obrador durante varias pero muy pocas mañaneras.
Para qué jugar con la robusta credibilidad del personaje hasta el final del mandato que concluyó la media noche del 30 de noviembre y con un impresionante porcentaje de aprobación ciudadana de entre sesenta y tantos y el 80 por ciento, si además uno de los tres principios rectores de “nuestro movimiento”, como le llamaba AMLO, eran (¿O todavía son?): no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
Finalmente una respetuosa observación a las dirigencias de los partidos Revolucionario Institucional, los restos del De la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano porque no intentaron siquiera colocar en el centro de la agenda política y electoral el que pudo ser el eje principal del discurso como candidata presidencial de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y de Jorge Álvarez Máynez, el cándido que jugó a la “nueva política” practicando la vieja con el joven Dante Delgado Rannauro.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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