OAXACA, OAX., mayo 31.- Al contrario de quienes no leen literatura en el país, un niño triqui de la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM) ya leyó “El Principito”, la célebre obra de Antoine de Saint-Exupéry, aclara Sergio Zúñiga, entrenador en jefe de aquélla.

El comentario, dicho con cierta malicia y destinatario conocido, surge a propósito de lo que la ABIM está realizando para promover el hábito de la lectura entre los niños triquis campeones del IV Festival Mundial de Mini-Baloncesto efectuado en Argentina en el año 2013.

Entre otras estrategias, la realización, en coordinación con la Proveedora Escolar, de la Copa de la Hermandad “Leer también es un deporte”, la cual se efectúa del 30 de mayo al primero de junio en el Gimnasio Universitario (Morelos s/n, Centro), con la participación de selecciones infantiles de Guanajuato, Teotihuacan, Talea de Castro, Michoacán y los niños triquis de la ABIM.

Los niños triquis basquetbolistas, explica Sergio Zúñiga, leen un libro cada 15 días: la idea es no que se vean como ganadores sino que se formen con una educación integral.

El punto es que por la fama adquirida no pierdan el piso y, en cambio, entiendan que la “única manera de triunfar es a través de la escuela”.

Después de un proceso de cuatro años, puede decirse, continúa, que ellos “han leído lo que no leen en la escuela, pues les quitamos la televisión y les dimos libros, además que les inculcamos el uso de internet con responsabilidad”.

Respecto al basquetbol como deporte nacional, Sergio Zúgiña expone que mientras “no se componga la situación de violencia que se vive en el país en general y el Estado en particular, aquél “seguirá estancado”. En todo caso, añade, “debemos enfocarnos a la niñez”.

Siempre a través de combinar “cultura y deporte”, de promover, en especial, la lectura para poder “empezar a crecer” y formar así “jugadores pensantes”.

Los niños triquis basquetbolistas reciben becas y apoyos diversos de los gobiernos estatal y federal: para ellos no se maneja dinero, sino ayuda en alimentación, uniformes y mantenimiento de las canchas, entre otros aspectos. “Es poca” la ayuda, pero ahí está, precisa Sergio Zúñiga.

La pregunta difícil, en todo caso, es cómo promover el hábito de la lectura en los niños, tomando en cuenta que ello ha sido en México un problema complejo que no se ha podido resolver. Sergio Zúñiga remite al caso de Phil Jackson, exitoso jugador y entrenador de la NBA, el llamado “maestro zen”, y sus estrategias de motivación y cultura.