OAXACA, OAX., junio 5.- A cinco meses de asumir como Administrador del Municipio de San Juan Ozolotepec, Miahuatlán, Carlos Alberto Holder Gómez insiste en su llamado al grupo de la cabecera que dirigen Mario Zavaleta y Felipe Aragón Hernández para continuar en la construcción de acuerdos hasta llegar a la solución de los problemas.
En entrevista, el joven funcionario estatal afirma que en las manos de Mario y Felipe está el llevar a cabo la elección extraordinaria que demandan, “pero hay que cumplir protocolos que tienen que ver con cosas elementales como el respeto a las personas que profesan otra religión, así como el respeto a los derechos humanos, políticos y civiles de la comunidad”.
Con experiencia en el tema largamente analizado, sostiene que el camino es cumplir la recomendación 01/2014 de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), dirigida a él como Administrador Municipal y a la Secretaría General de Gobierno (Segego), y que tiene que ver con el tema de la intolerancia religiosa en San Juan Ozolotepec.
La DDHPO pide al Administrador que expida las licencias de construcción para que el grupo de los evangélicos vuelva a levantar su templo destruido por el grupo de la cabecera, y a la Segego, a través de la Dirección de Asuntos Religiosos y la Subsecretaría de Fortalecimiento Municipal, instale mesas de trabajo para que los grupos en pugna diriman sus diferencias y se comprometan a respetar las garantías individuales en el municipio.
Se explica: “… los actores señalados en la recomendación de la DDHPO son del grupo que dirige Mario Zavaleta, quienes causaron los daños, retuvieron a las personas y excluyen a los evangélicos de la participación comunitaria, etcétera, y son los mismos que se presentan ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) para exigir la convocatoria a elección extraordinaria de autoridades”.
Y razona: “Si el grupo de la cabecera da muestras de que puede convivir con el grupo de los evangélicos, además de respetar los derechos humanos y las garantías individuales de todas las personas, se soluciona tanto lo evangélico como lo electoral”.
LA HISTORIA
El Municipio de San Juan Ozolotepec, Miahuatlán, tiene unos tres mil habitantes, de los cuales sólo 600 viven en la cabecera, porque en San Andrés Lovene, la agencia más grande, hay 800; en Santiago Lapaguía, otros 700, y en Santa Catarina Xanaguía 700 más.
Lo que posteriormente se convertiría en el conflicto que hoy se vive inició en octubre de 2013, cuando autoridades y habitantes de las tres agencias se unieron y pidieron al IEEPCO realizar una consulta popular para conocer el sentir de la gente sobre sus derechos político-electorales.
La postura central de las agencias es que ellos, como habitantes del municipio de San Juan Ozolotepec, tienen los mismos derechos que la cabecera y desean participar de forma activa en los procesos electorales para la elección de sus autoridades.
Es que hasta hace tres años y medio la costumbre era que sólo la gente de la cabecera participaba en la elección de los concejales integrantes del Ayuntamiento, ignorando a las agencias. La forma era, como en la mayoría de los municipios de Usos y Costumbres de Oaxaca: en asamblea comunitaria, a mano alzada o a pizarrón.
Ex agentes y pobladores recuerdan que el ex presidente municipal de San Juan Ozolotepec NO entregó participaciones económicas durante tres años a las autoridades y habitantes de Santa Catarina Xanaguía, “por exigir sus derechos de votar y ser votados”.
Pero a pesar de las restricciones y la presión, las agencias municipales se mantuvieron unidas y pidieron el apoyo del IEEPCO, lo que finalmente fue aceptado por el grupo de la cabecera, pensando que por tener el poder político y económico iban a ganar la consulta interna.
La primera pregunta fue que se mantuvieran las cosas como estaban, que sólo los 600 ciudadanos de la cabecera participaran en la elección de sus autoridades.
La segunda, propuesta por las agencias, fue que la elección del Cabildo 2014-2016 fuera por voto universal, libre y secreto, a través de urnas y planillas, en comicios simultáneos tanto en la cabecera como en las tres agencias.
La consulta del IEEPCO se llevó a cabo en octubre de 2013 y la sorpresa fue que ganaron las agencias.
Pero cuando el grupo de la cabecera, encabezado en ese entonces por el Presidente municipal, confirma que perdieron la consulta, impugna el resultado ante el Tribunal Estatal Electoral (TEE) y éste responde que no ha lugar a la petición, y luego insisten ante la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que vuelve a darle la razón al IEEPCO.
Ante la determinación del TEPJF, que se da en noviembre de 2013, el grupo de la cabecera desiste de su lucha legal, pero inicia la guerra en busca de quién se la pague.
EMPIEZAN LAS REPRESALIAS
En el mismo mes de noviembre de 2013 el grupo de la cabecera, que ya lideran Mario Zavaleta y Felipe Aragón, corta el servicio de agua potable a San Andrés Lovene, que fue la agencia que dio el triunfo e inclinó la balanza en la consulta por tener al mayor número de habitantes.
Por no tener rutas de acceso, debido a su accidentada orografía, la red de agua potable de San Andrés Lovene depende de San Juan Ozolotepec. Para llegar hay que entrar por Pochutla, de ahí al municipio vecino de Santiago Xanica y luego caminar tres horas.
Las represalias no pararon ahí. Luego fueron contra la gente que profesa la religión evangélica en la cabecera municipal, “todo por apoyar a las agencias municipales”.
Aprehendieron a siete ciudadanos, tres de San Andrés y cuatro de San Juan, que intentaron conectar su agua potable, incendiaron el templo evangélico y dos vehículos, además de golpear y expulsar a cinco familias de los religiosos.
La Policía Estatal montó un gran operativo para rescatar a los retenidos, porque en la comunidad se hablaba de que los querían linchar, quemar.
En noviembre y diciembre del año pasado estaba tan convulsionado el municipio que el IEEPCO determinó NO llevar a cabo el proceso de elección de autoridades.
EL ADMINISTRADOR MUNICIPAL
Carlos Alberto Holder Gómez entra como Administrador Municipal de San Juan Ozolotepec a partir del 4 de enero de 2014, por decisión del Congreso del Estado, luego de no haber elección ordinaria.
La encomienda del Poder Legislativo fue y sigue siendo “conciliar con los diferentes grupos del municipio para poder llevar a cabo la recomposición del tejido social”.
Durante la entrevista, Holder Gómez refiere que ha participado en varias reuniones con los grupos en pugna, ante la Secretaría General de Gobierno para conocer las posturas y encontrar una solución al problema.
Las posiciones son encontradas porque el grupo de la cabecera exige elecciones ya, mientras que las agencias y los evangélicos argumentan que “todavía no hay condiciones para llevar a cabo el proceso”, dice.
Indica que, igualmente, ha “platicado con el grupo de la cabecera y he hecho ver a los actores de la comunidad que el derecho de tener a su autoridad es exclusivamente de ellos, que la decisión está en la voluntad y en la suma de acuerdos de ellos”.
El Administrador Municipal reconoce que “subsanar este tipo de heridas nos mete en una dinámica en la que debemos tener mucho tacto e ir paso a paso, sobre acuerdos en lo material para ir dando muestras de voluntad de que realmente podemos llevar a cabo una elección extraordinaria, que sea el reflejo de que realmente vuelva la paz a San Juan Ozolotepec”.
PERSISTEN LOS PROBLEMAS
A la fecha, más de medio año después de comenzado el conflicto, hay familias desplazadas de San Juan Ozolotepec viviendo en Miahuatlán de Porfirio Díaz y en Oaxaca de Juárez, mientras que en la cabecera las familias de los evangélicos no tienen derecho al transporte público; es decir, para viajar a Miahuatlán deben hacerlo por sus propios medios.
Además, los evangélicos no pueden comprar víveres en las tiendas de San Juan porque son vistos como “la gente que se opuso a los designios del pueblo”, en tanto que los hijos de los integrantes de este grupo religioso no tienen derecho al servicio de Internet en el Centro Comunitario de Cómputo.
El grupo de los evangélicos que viven desplazados en la ciudad de Oaxaca lo encabeza el pastor Leopoldo Alonso.
Refiere Carlos Alberto Holder Gómez: “Lo primero que pusimos sobre la mesa ante el grupo de la cabecera es que entreguen el palacio, así como los bienes y la hacienda municipal, pero han pasado casi seis meses y ellos no ceden; no han permitido que el Administrador pueda estar en la comunidad”.
Refiere que en enero de 2014 el grupo de la cabecera nombró a su propia autoridad, que usurpa funciones y no abona a la construcción del clima de estabilidad que debe haber.
“Engañan a la ciudadanía y le dicen que la autoridad es la que ellos eligieron y que funge como tal, cuando no es así”, acusa el Administrador.
Detalla que la asamblea de la cabecera designó a Mario Zavaleta como su representante y nombró a Felipe Aragón Hernández como su presidente municipal; a Macrino Martínez Jerónimo como síndico, y a Pablo Aragón Hernández como regidor de Educación.
LOS DESPLAZADOS SON OTROS
El administrador Holder Gómez descarta que en San Juan Ozolotepec haya intereses de partidos políticos u organizaciones sociales para atizar el conflicto.
“Yo llegué a la conclusión de que es la propia cosmovisión del grupo de la cabecera municipal, que desde la fundación del pueblo y hasta el día de hoy, siempre había mantenido el poder con el sometimiento de sus hijos; es decir, las agencias municipales”, dice.
Señala que hay participación de algunas organizaciones sociales, pero éstas están más compenetradas en las agencias, al grado que “los de la cabecera tuvieron que aliarse con OIDHO, que tiene presencia en San Andrés Lovene, para hacerse escuchar en la capital del Estado”.
Refiere que el grupo de Mario Zavaleta y Felipe Aragón ha venido a manifestarse en la Ciudad de Oaxaca, acompañados de militantes de las Organizaciones Indias por los Derechos Humanos de Oaxaca (OIDHO) y el Comité de Defensa del Pueblo (Codep), sólo para presionar a que se lleve a cabo la elección extraordinaria.
Por ello, insiste en que “el grupo de la cabecera está aferrado a que o son ellos o no es nadie, ya que se sienten desplazados, vulnerados, porque después de que toda la vida tomaron las decisiones, hoy las agencias ganaron su derecho a votar y ser votados”.
Mientras tanto, informa el Administrador, con las agencias de San Andrés Lovene, Santiago Lapaguía y Santa Catarina Xanaguía, “hemos comenzado a desplegar nuestro trabajo para recomponer el tejido social”.