OAXACA, OAX., junio 22.- En medio de la lluvia pertinaz, con su lámpara a la altura de la cabeza, el paramédico “Pozo” bajó los gaviones del Rio Salado, a un lado del puente de San Antonio de la Cal, en busca de tres trabajadores de la transnacional McDonal’s, que en su huida de la policía, por la implementación del operativo “Alcoholímetro”, dos perdieron la vida y uno quedó gravemente herido.
Era ya la madrugada de este sábado 21 de junio y sus compañeros, otros dos paramédicos, preguntaron a gritos a “Pozo” si veía los cuerpos de los jóvenes accidentados, y éste respondió.
–¡Aquí sólo veo uno. Está respirando. Ayúdenme a sacarlo!
Metido casi medio cuerpo en las aguas turbulentas y negras del Rio Salado, rescataron con gran esfuerzo a Ángel Manuel Martínez González, de 20 años de edad, reanimándolo para subirlo de una profundidad de aproximadamente 15 metros.
Treinta minutos tardaron los paramédicos en sacar el cuerpo de Ángel Manuel del Rio Salado. Luego lo entubaron, subieron a la camilla y de ahí a la ambulancia para llevarlo al Hospital Civil “Doctor Aurelio Valdivieso” y poder salvarle la vida.
Con torreta abierta y sirena encendida, la ambulancia 043 se abrió paso entre las calles de la ciudad, con el lesionando a bordo.
El paramédicos encabezados por “Pozo” se quedaron a buscar los dos cuerpos que faltaban río abajo, alumbrados sólo con la luz de sus linternas, caminando despacio por el terreno accidentado en medio de la corriente.
Los perros de las casas ubicadas en la ribera del afluente ladraban, unos más aullaban, como percibiendo el olor a muerto. Cien metros adelante, atorado entre unas ramas, se encontraba uno.
La corriente del Salado era fuerte, angosto el cauce, pero jalaba. El paramédico confirmó que el cuerpo encontrado ya estaba sin vida, y continuó la búsqueda en busca del tercero. Un vecino auxilió con un reflector, mientras callaba a los perros.
Ochocientos metros adelante halló el tercer cuerpo. Yacía a la orilla del rio, le pulsó los signos vitales y no respondió; ya estaba sin vida. Por la posición en que quedó, el paramédico comentó: “este amigo quería salvarse, quería salir del agua”.
Bañado en sudor y agua, el paramédico salió del rio. Mientras se secaba con un pañuelo volteó por última vez a las aguas turbulentas, como lamentándose de no poder salvar más vidas, subió a su ambulancia, prendió el motor y se retiró del lugar.
LOS HECHOS
Pasada la media noche del viernes 20 de junio, en las primeras horadas de la madrugada del sábado 21, Alfredo Ríos Mateos, de 21 años de edad; Ángel Manuel Martínez González, de 20 años, y Luis Enrique Gabriel García, de 20 años, los tres trabajadores de la empresa transnacional McDonal’s, habían salido de un convivio en la casa de uno de ellos y se dirigían sus respectivos domicilios.
Los tres viajaban montados en una motocicleta “Itálica” 250, color negro mate, de modelo reciente, sin placas de circulación, sobre la Avenida Símbolos Patrios, pero antes de llegar al crucero de Avenida Universidad, frente a Instituto Carlos Gracida, se encontraron con el operativo “Alcoholímetro” que instala la Policía Estatal (PE).
Sintiéndose alcoholizados o quizás sólo por vivir otra aventura, los tres jóvenes se pasaron el retén y se dieron a la fuga a toda velocidad. Una patrulla de la Policía Vial comenzó a seguirlos. A la altura del puente del Rio Salado, ya en territorio del municipio de San Antonio de la Cal, el conductor de la motocicleta creyó que la carretera seguía recta y volaron para caer al afluente desde una altura de unos 15 metros.
Dos de los jóvenes se golpearon la cabeza con los gaviones que se encuentran a un costado del rio y cayeron a la corriente, en tanto que el tercero de ellos quedó en la orilla del agua, entre el pasto y la tierra mojada.
Alfredo Ríos Mateos, de 21 años, quedó tendido, boca abajo, a 100 metros de donde ocurrió el accidente. La corriente lo arrastró hasta atorar su cuerpo entre las ramas y los carrizos. Tenía una lesión profunda en la cabeza.
A Luis Enrique Gabriel García, de 20 años, lo encontraron 800 metros más abajo. Los paramédicos trataron de auxiliarlo, pero sus signos vitales ya no respondieron.
Sólo Ángel Manuel Martínez González, de 20 años, fue rescatado y canalizado al Hospital Civil “Doctor Aurelio Valdivieso”, donde recibe atención médica.
