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La Feria del Mezcal sólo sirve para emborracharse con 40 pesos: Productores

OAXACA, OAX., junio 25.–La oficial Feria Internacional del Mezcal (FIM) sirve para emborracharse con 40 pesos y para que el turismo pase un rato agradable: es como una “gran fiesta”. Pero también constituye un “esquema caduco” que ni a los empresarios que participan les funciona, “pues hay poca venta, se regala mucha bebida y se aporta demasiado”.

Además, es para envasadores y distribuidores y no para productores, está pensada con el objetivo de mover marcas, la aprovechan gente egresada de la Universidad Iberoamericana o del Tecnológico de Monterrey que se dieron cuenta que, como intermediarios, el mezcal les podía producir una “lana” y, al parecer, desde el año pasado la “mueven” –la FIM– los hoteleros, quienes “han hecho cosas interesantes”, pero, al igual que para los expositores, su premisa básica es la de generar grandes ventas, y no difundir la cultura de la bebida, educar sobre ella y su consumo moderado y promover la valorización del producto, por ejemplo.

Durante la conferencia que ayer ofrecieron los especialistas del maguey y el mezcal, Abisaí García Mendoza y Santos Martínez Tenorio, adscritos a la UNAM y a la Universidad Autónoma Chapingo, de forma respectiva, en la mezcalería Toba (Murguía 405, Centro), que coordina León Lory Langle, en entrevistas por separado hablan sobre el tema de la FIM las productoras y productores de mezcal Graciela Ángeles Carreño, de Santa Catarina Minas, Ocotlán de Morelos; Sósima Olivera Aguilar, de San Miguel Suchiltepec, San Carlos Yautepec; y Luis Méndez, de Villa Sola de Vega.

Aunque primero se refieren a la “comidilla del día” de ayer en la FIM, la supuesta venta de mezcal adulterado por parte de dos marcas.

Graciela Ángeles Carreño: “Al margen de las acciones que toma el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam) para que los expositores de la feria expendan productos certificados, pues yo no sé qué tanto les interese a los visitantes si el mezcal que toman ahí está o no certificado, porque ellos van con la intención de divertirse y emborracharse”.

De acuerdo con la productora de Minas, la FIM se convirtió en una feria de los “chavitos” locales, en una reunión de “spring breakers en pequeñito”.

La productora del mezcal Real Minero recuerda que en 2005 se proponía que la entrada a la feria fuera de 50 pesos –actualmente ni siquiera se ha llegado a eso: se cobra 40–. “Y no por captación de ingresos, sino como un filtro”. Su idea es que si se paga un precio más elevado, cien pesos digamos, a un “chavito” ya no le va a resultar tan atractivo aportar esa cantidad. Ahora, si el fin es satisfacer el objetivo que la FIM tiene ahorita, sin duda lo cumple, pero no así las necesidades que hoy demanda la industria del mezcal, “como el tema de la educación en la cultura de la bebida, su consumo moderado y la valorización del producto”, expone.

Sósima Olivera Aguilar: “No sé si sea posible eso de que haya bebidas adulteradas ahí, porque para poder asistir, los expositores tienen que cumplir con todo un proceso, llevar marcas y demás. Ahora, nosotros los productores de los pueblos ni siquiera aspiramos ni nos gustaría participar algún día en esa feria porque sabemos que quienes van ahí son nada más los envasadores”.

Luis Méndez: “Ahorita que nos dimos una vuelta por la feria esa noticia era la comidilla del día, yo no tengo conocimiento al respecto. Pienso que, como el mezcal es hoy de primera plana económica, por eso surge tal tipo de información. Tal vez la demanda de la bebida provoque que algunas personas traspasen las reglas que imponen ahí, pero tengo entendido que para participar en esa feria hay que estar certificado, todo se encuentra ahí controlado, la entrada y demás, quizá hubo alguna fuga o alguien pirateó”.

–Más allá de esta supuesta venta de mezcal adulterado en la llamada FIM, ¿cuál es su opinión sobre ella?

–La feria no fue creada para productores sino para, básicamente, mover marcas –responde Graciela Ángeles Carreño–. No está pensada en términos de difundir la cultura del mezcal o promover el consumo responsable. Es un acontecimiento tipo Feria de San Marcos –Aguascalientes–, como una gran fiesta en la que lo que importa es embriagarse y hablar de lo ‘maravilloso’ del mezcal , pero no de las experiencias de lo que vivimos los productores, lo que gusta, lo que impacta, digamos.

“Es una feria que se fue encajonando para los hoteles –continúa–, quienes, al parecer, desde el año pasado tuvieron la iniciativa de moverla. Han hecho cosas interesantes, pero, de igual manera que para los expositores, su premisa básica es la de tener grandes ventas. Sí, hay un palenque y un museo ahí, pero da la impresión de que la gente a lo que menos va es a aprender de mezcal. Si lo que queremos es educar sobre la bebida, su cultura y su industria, tendríamos que borrar esta idea y emprender un proyecto nuevo; si lo que se desea es hacer esa gran fiesta, yo no le cambiaría nada a esa feria”.

–Por un lado es una pena que se siga realizando –sostiene Sósima Olivera Aguilar–; por otro, resulta respetable porque su mercado es un público muy turístico, gente que no sabe mucho de mezcal, que lo único que le interesa es pasar un rato agradable, emborracharse con 40 pesos.

–Pienso que es un esquema que está caduco –afirma Luis Méndez–. Ahorita platicaba con empresarios que están ahí y dicen que se vende poco mezcal, se regala demasiado y se aporta mucho. Por otro lado, hay muchas cremas y eso no es mezcal.

Para este productor de Sola de Vega, “económicamente el esquema tiene que cambiar para que haya más venta y entren los productores, porque nada más hay distribuidores. Cuando comenzó esa feria sí había de aquéllos, pero hoy existe una moda y chavos de la Ibero o el Tec se han dado cuenta que, como intermediarios, el mezcal les puede producir una lana. Entonces van con el productor, lo mediatizan, le dan sus golpecitos en la espalda… y dado que son personas que tienen más presencia en los mercados, pues ya sabrás. Sencillamente, dicha feria carece de una expresión directa entre productor y consumidor”.

Por si fuera poco, y como para ejemplificar la complejidad actual de la problemática del mezcal en general y el mezcal tradicional en particular, Luis Méndez expone que, sí, las conferencias de especialistas como Abisaí García Mendoza y Santos Martínez Tenorio “son un compendio muy importante de información que utiliza tecnología de punta y lo que tú quieras, pero hay una bronca: existe un gran vacío entre la academia, la biblioteca y la investigación, y la realidad”.

Ese compendio “no está conectado con la realidad del productor, ese que está en su casa, en la noche, con su vela, pensando en que mañana tiene que vender su medida de mezcal, y nunca se da cuenta que eso es motivo de que unas eminencias estén hablando acá en la ciudad y que, también, nos estemos bebiendo un mezcal”.

Igual, tal desconexión se manifiesta cuando universitarios van a ver los cultivos en Sola de Vega: en el momento que empieza a llover corren a guarecerse. “Son los primeros humanos que veo que corren así de la lluvia”. Incluso, bromea en serio Luis Méndez, acuñé un nuevo lema: “Ningún paso más dentro del surco”.

Mientras que, según acepta Sósima Olivera Aguilar, sigue sin haber apoyo gubernamental a los productores y maestros y maestras del mezcal. Hecho por el cual alrededor de 300 de ellos y ellas se están organizando para manifestarse frente al Palacio de Gobierno de esta capital en agosto próximo. El objetivo es demandar, precisa, que “el gobierno voltee un poco hacia las comunidades productoras, que apoye con los recursos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y del Sistema Producto Maguey Mezcal, y que no sólo cuando haya campañas electorales nos dé un poco de maguey espadín y ya con eso quiera tranquilizarnos: hoy estamos en posición de exigir lo que nos corresponde”.

Y como para ejemplificar que entre productores mezcaleros también se cuecen habas, Graciela Ángeles Carreño responde así cuando se le pregunta si participará en esa manifestación de agosto:

–Yo no. Supongo que la promueve Abel Alcántara Hidalgo (guanajuatense representante de la asociación civil “Maestros del Mezcal”)… No sé para qué, no entiendo por qué y, además, por qué en agosto.

 

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