OAXACA, OAX., julio 27.- Luego de la misa dominical, el arzobispo de la ciudad de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, dijo que la Octava de la Guelaguetza debe ser vista como una escuela de valores, en donde las personas de diferentes regiones y etnias convivan transmitiendo su identidad y sentido de pertenencia.

En conferencia de prensa, Monseñor manifestó a los medios de comunicación que la máxima fiesta de los oaxaqueños, no sólo es mostrar la amplia cultura que posee el Estado sino aprender como las costumbres hermanan a los pueblos, intercambiando y compartiendo lo bueno que cada uno tiene.

En ese sentido, enfatizó que la Guelaguetza es una tradición cargada de enseñanzas para niños, jóvenes y adultos, quienes tienen como obligación fortalecer la raíz cultural y familiar.

Por ello, la educación familiar también debe ser fuerte como la escolar, donde los padres de familia intervengan para educar por el bien de la sociedad, y de esta forma, no sólo se tenga buenos profesionales en todos los sectores, sino profesionales responsables.

Por lo anterior, llamó a no condenar las movilizaciones sociales, sino reflexionar y recapacitar las acciones emprendidas, concluyó.