OAXACA, OAX., agosto 31.- José Antonio Hernández Fraguas junta su capital político, sintetizado en 30 años de militancia disciplinada, nunca involucrado en escándalos públicos, ni en problemas de contraloría, comisaría o chismes, y lo pone a disposición de su partido, el PRI, para ser el candidato a gobernador que reemplace en el 2016 al aliancista Gabino Cué Monteagudo.
En entrevista con E-Oaxaca, refiere que seis veces ha sido candidato del Partido Revolucionario Institucional en procesos electorales y las seis veces ha ganado, por lo que ha sido dos veces diputado federal, dos veces senador de la República, una vez diputado estatal y presidente municipal de la Ciudad de Oaxaca.
“Lo he dicho abiertamente y con mucho respeto para mis compañeros: tengo interés en participar en este proceso y quiero hacerlo”, dice y se pone “a la consideración del priismo para que si creen que reúno el perfil, pues podamos hacerlo, siempre y cuando esto se desarrolle en un ambiente de unidad”.
Aclara que “no permitiré, de ninguna manera, que desde dentro de mi partido me estén metiendo el pie. Si no hay la disposición y la voluntad de quienes están tomando decisiones para fomentar la unidad, estaremos enfrentándonos a graves problemas”, advierte y adelanta premonitorio: “de una vez preparémonos para otra triste derrota”.
Experimentado en la política, el actual representante del PRI en el Instituto Nacional Electoral (INE) conoce la nueva legislación y por eso afirma que si el partido tricolor gana la gubernatura y no le alcanza para tener suficiente mayoría en el Congreso del Estado, puede elaborar un gobierno de coalición, como ahora lo permite la Constitución de la República.
Hernández Fraguas explica que el PRI se puede aliar con cualquier otra fuerza política, lo que no necesariamente implica hacer una coalición electorera, porque “ya quedó claramente probado que las alianzas sirven para ganar, pero también para destruir”.
Acusa que en el caso de Oaxaca los mismos coaligados han impedido que el Gobierno del Estado ejerza sus funciones, al grado de convertirse en “los principales verdugos de un Gobernador que no supo controlar esta alianza política”.
¿Le quedó grande el saco a la coalición gobernante en Oaxaca?
–A mí me parece que algunos integrantes de los partidos políticos actuaron de manera muy irresponsable. Coparon y cooptaron al Gobernador para buscar espacios dentro de la administración pública y no tuvieron la responsabilidad ni el cuidado de verificar el perfil de quienes propusieron.
–Entonces, si pones gente que no está preparada, pues el gobierno no funciona. Y me parece que los secretarios del Gobierno del Estado, con sus muy honrosas excepciones, por supuesto, no le están respondiendo al Gobernador y, por lo tanto, no le están respondiendo a Oaxaca.
¿Y el PRI está preparado para recuperar el Poder Ejecutivo en Oaxaca, con los múltiples conflictos internos que enfrenta?
–Yo estoy convencido que tenemos la mejor posibilidad para recuperar el Gobierno del Estado como partido. Pero también debemos ser muy claros: si seguimos con pleitos internos, si seguimos profundizando en las divisiones internas, si seguimos anteponiendo nuestros intereses personales al interés del partido, si pretendemos seguir favoreciendo a nuestros favoritos o a nuestros familiares, sobre los derechos de la militancia, me parece que esa competitividad se reduce.
–Así que si queremos ganar, o lo hacemos unidos o preparémonos de una vez para una triste derrota. O nos unimos los priistas, o nos juntamos, o nos leemos las cartas entre nosotros mismos y ponemos orden al interior, o ese pleito absurdo que se ha generado, que todos conocemos que existe, nos puede traer consecuencias muy negativas.
¿Cómo ve la caballada de políticos en Oaxaca para las elecciones que vienen?
–Me parece que la clase política oaxaqueña se ha desfigurado. Hace algunos años el político oaxaqueño era un orgullo por su capacidad de oratoria, por su capacidad de presencia, por su capacidad de gestión, porque los políticos realmente sabían mover a la gente, había una gran capacidad de liderazgo.
–Hoy yo si noto a la clase política en general deteriorada y quienes tengan, o tengamos, interés en participar en estos procesos, debemos ser muy claros, hablar con mucha claridad y respeto. Yo creo que los partidos políticos tienen que verificar el perfil de quiénes deben ser los candidatos.
Y enumera cuatro condiciones:
–Primero: que reúnan los requisitos constitucionales para poder ser elegibles. Si no eres elegible, pues ni lo intentes.
–Segundo: que tengas las manos y la cara limpia para poder caminar por todo el Estado y saludar a la gente mirándole de frente, a los ojos.
–Tercero: que tengas experiencia, conocimiento, capacidad, que hayas caminado por las regiones del Estado para que puedas conocer y plantearle posibles soluciones a los problemas de nuestras regiones y municipios.
–Cuarto: que tengas un perfil ganador. Los partidos políticos hoy tienen que buscar ese perfil para quienes van a ser sus candidatos al Gobierno del Estado, y entonces esperamos que no se equivoquen, que escojan a la mejor opción, y finalmente que tengamos un futuro más promisorio para Oaxaca, porque hoy lamentablemente estamos atorados en una inacción total, desde el punto de vista del gobierno.
¿Qué definirá a los ganadores: los candidatos y sus perfiles o los partidos políticos?
–Yo creo que tienen que conjuntarse las dos cosas. Un partido político que elabora una plataforma que le permita al candidato llevar una propuesta seria de respuesta a los problemas del Estado, y un candidato que cumpla con los requisitos de honorabilidad, presencia, capacidad y convencimiento para que pueda ganar las elecciones. Se mezclan las dos cosas. Ya no es el candidato que puso un partido el que va a ganar por sí sólo. Ahora los partidos, especialmente el mío (PRI), tenemos que preocuparnos por revisar muy bien los perfiles de quiénes van a ser nuestros candidatos.
¿Influirá el Presidente de la República en la designación del candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca?
–El Presidente de la República es un cuadro priista valioso, cuya opinión es importante, por supuesto. El Presidente del Comité Ejecutivo Nacional también lo es, pero las decisiones ya no pueden tomarse de una sola persona. Habrá que consultar. Habrá que consensar. Habrá que revisar cuáles son los perfiles y habrá que tratar de buscar la unidad al interior.
–No podríamos de ninguna manera, aun cuando fuera una decisión unipersonal, si es una decisión equivocada, garantizar que tendremos el triunfo. Ahora, los priistas no tenemos derecho a equivocarnos. Vamos a pensar en cómo hacemos las cosas bien y cómo le entramos al reto político electoral para poder recuperar el Gobierno del Estado.
¿Y los ex gobernadores?
–Lo digo con toda claridad y lo reiteró: los ex gobernadores del Estado son activos del partido. Yo no creo que deban irse. No creo que deban sacar las manos. Al contrario. Requerimos en el PRI su experiencia, su capacidad, su talento. Conocen el Estado. Saben qué hicieron y qué no pudieron hacer. Saben dónde quedaron pendientes algunas cosas. Deberían de ayudar al PRI para conformar esta plataforma política seria. Requerimos pues de su conocimiento.
–Pero también requerimos de su lealtad al partido que los llevó al poder. Ya no sólo andar propiciando divisiones, intereses personales, ya no querer imponer a sus favoritos en los cargos importantes. Necesitamos de la lealtad de quienes ya gobernaron el Estado para que con su experiencia y su sabiduría podamos todos encontrar la unidad en el partido.
–Que los ex gobernadores nos ayuden con su inteligencia a lograr la unidad. Ya basta de pleitos. Ya basta de divisiones. El priismo se los reclama de frente y a la cara. Ya estuvo suave de estar propiciando esta absurda división interna del partido que a los únicos que ha beneficiado es a los otros actores políticos, menos a nuestro propio instituto político.
¿Cómo impactará la reforma electoral en los gobiernos de coalición, como el de Oaxaca?
–Hoy la Ley establece que se pueden hacer gobiernos de coalición; es decir, si el Presidente de la República está consciente que no alcanza la mayoría en las Cámaras del Congreso de la Unión, puede hacer una alianza con un partido político y de esta manera establecer un gobierno de coalición y con esto garantizarse los votos que puedan resultar. Supongo que esta misma disposición tendrá que ser trasladada a nuestra Constitución estatal.
–Porque está claro que las alianzas electorales no sirven para nada. Sirven para ganar, pero también para destruir. Ellos mismos han impedido que el propio Gobierno del Estado ejerza sus funciones. Ellos mismos se están metiendo el pie en sus propias iniciativas, unos a otros. Ellos han sido los principales verdugos de un Gobernador que no supo controlar esta alianza política.
–Por eso es importante que hoy en la legislación oaxaqueña pueda plantearse la posibilidad de gobiernos de coalición y no necesariamente las coaliciones electorales, que ya quedó claramente probado que no sirven para gobernar.
¿Funcionará la reforma para las elecciones que vienen?
–La intención original de la reforma fue que los gobernadores pudieran sacar las manos de los procesos locales. Yo confío en que la selección que hará el Instituto Nacional Electoral (INE) de los consejeros se refleje en personas capaces, con total probidad y de respeto e integridad.
–Me preocupa que los gobernadores puedan intentar por otras vías la cooptación de las conciencias de algunos consejeros, porque eso echaría al traste a toda la reforma política. De manera que el INE no sólo debe elegir a quiénes van a ser los nuevos consejeros, sino que debe vigilar que su comportamiento sea intachable, estrictamente apegado a derecho, y si no también tiene la posibilidad de ejercer su derecho de destitución.
–Así que quienes sean consejeros y consejeras, quienes dirijan nuestro organismo electoral local, deben estar conscientes de que así como el INE tiene la facultad de nombrarlos, también tiene la facultad de destituirlos.