OAXACA, OAX., septiembre 28.- Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva afirma que su interés por Oaxaca se ha traducido en inversión desde hace dos años –cuando el presidente Enrique Peña Nieto le hizo el honor de designarlo director general de Liconsa–, tiempo en el que ha hecho crecer al 140 por ciento el programa de abasto social de leche.

Recuerda que en Oaxaca había 365 lecherías al cierre del 2012 y hoy están a punto de abrir la número 800, en tanto que pasamos de 96 mil a 233 mil beneficiarios en toda la entidad, lo que confirma la mayor inversión en el país.

Además, el programa es llevado a la zona semi urbana de la capital del Estado y los municipios conurbados donde la pobreza extrema genera problemas sociales como inseguridad y violencia intrafamiliar, entre otros.

En Oaxaca también están abriendo, por primera vez en 12 años, centros de acopio de leche para incrementar la compra a los productores y que con apoyo de Sedesol y Sagarpa pasó de 5.20 a 6.20 pesos el precio por litro.

El objetivo es incentivar la producción nacional de leche como una forma de combatir la pobreza en el país, generando empleos y reactivando las economías micro regionales, afirma Ramírez Puga Leyva invitado a participar en el panel “Pobreza y políticas de desarrollo social en México”, organizado este sábado en un hotel del norte de la ciudad por la asociación Foro Político Oaxaca, A.C., que dirige Ramón Martínez Morales.

Durante su exposición y al final en entrevista, el Director general de Liconsa detalla que en Oaxaca hay dos centros de acopio de leche: en Tututepec y El Porvenir, bajo Mixe, pero en breve pondrá la primera piedra de otro en Matías Romero y el próximo año se instalará uno más en Tuxtepec.

Explica que en Tututepec hay capacidad para comprar hasta 40 mil litros diarios de leche, lo que significa una inversión mensual de tres millones de pesos para esa zona de la Costa oaxaqueña.

Por eso, los productores que siendo de Oaxaca estaban en Veracruz se están regresando a Tututepec a comprar ganado y a reactivar sus ranchos para venderle a Liconsa, refiere.

Adelanta que “lo mismo vamos a hacer en la zona húmeda del Istmo de Tehuantepec y la Cuenca del Papaloapan, además de poner redes en frío en Pinotepa y Juchitán, zonas lecheras que nos están pidiendo apoyo, para enfriar el lácteo y llevarlo a los centros de acopio”.

COMBATE A LA POBREZA EXTREMA

Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva informa que al cierre del año 2012 recibió Liconsa con cinco millones 950 mil beneficiarios, reglas de operación obsoletas y un programa NO focalizado a combatir la pobreza extrema.

“Liconsa no estaba enfocado a combatir la desnutrición en comunidades indígenas marginadas y rurales del país. Liconsa no era compatible con otros programas sociales. Quien tenía Oportunidades no podía tener Liconsa y viceversa. Además, había en puerta una autorización del Consejo de Administración para incrementar a 5 pesos el litro de leche a los beneficiarios”, recuerda.

Por eso, señala, “el primer reto para combatir la pobreza extrema en el país era romper los candados que nos estaban llevando a tener una presencia significativa en zonas urbanas y semi urbanas de las capitales y principales ciudades de la República, pero NO aterrizaba en las comunidades indígenas y marginadas”.

Detalla: “Rompimos estos tabús, estas reglas de operación y ahora podemos compartir el programa Liconsa con el nuevo programa Prospera, antes Oportunidades; ampliamos del 2 por ciento al 18 por ciento la firma de convenios de Liconsa con instituciones y asociaciones civiles, como lo vamos a hacer con muchas de Oaxaca, para llegar a la población más vulnerable, sobre todo a la que presenta problemas graves, como la desnutrición infantil aguda”.

Además, dice, “reorientamos el padrón de beneficiarios para llevar el mismo programa en 2013 con el presupuesto de 2012, y así pasamos de cinco millones 950 mil beneficiarios a seis millones 422 mil en la actualidad, por lo que hoy dos millones 978 mil 384 beneficiarios reciben, por primera vez, el programa de abasto social”.

Sintetiza el Director general de Liconsa: “Focalizamos los recursos, enderezamos la estrategia y nos llevamos este programa a las zonas que más lo necesitan con nueve mil 557 Lecherías, de las cuales siete mil están en la Cruzada Nacional contra el Hambre”.

Por eso, agrega, los Estados más beneficiados son los que tienen los municipios más pobres del país, como Guerrero, donde pasamos de 102 mil a 217 mil beneficiarios; en Oaxaca, de 96 mil a 233 mil beneficiarios, creciendo un 140 por ciento el programa; Chiapas, de 110 mil a 189 mil; Puebla, de 133 mil a 182 mil, y Veracruz, de 181 mil a 243 mil beneficiarios.

COMBATE AL INTERMEDIARISMO Y QUINTO COMPRADOR NACIONAL

Ramírez Puga Leyva habla también del combate al intermediarismo y para ello recuerda que en 2012 había nueve mil 500 productores de leche a los que les compraban el producto, “pero resulta que una gran mayoría era utilizado por los intermediarios que compraban en 3 pesos el litro de leche y la vendían a 6 pesos a Liconsa haciendo un gran negocio en perjuicio de los pequeños productores”.

Por eso, “acabamos con los intermediarios, saneamos la red de producción que le vendía a Liconsa y hoy dimos el salto de nueve mil 500 a 11 mil productores con el mismo presupuesto”.

El Director general sostiene con orgullo que con estas acciones, “Liconsa se pone como el quinto comprador de pequeñas y medianas empresas en todo el país, después de Pemex, SCT, CFE e IMSS”.

AUDITORÍA Y ESTADOS FINANCIEROS EXITOSOS

Al final de su exposición en el panel “Pobreza y políticas de desarrollo social en México”, organizado por el Foro Político Oaxaca, A.C., el político oaxaqueño, funcionario del Gobierno federal, da a conocer que en la víspera la Secretaría de la Función Pública (SFP) les entregó los resultados de la última auditoría realizada, “con estados financieros exitosos y sin ningún tipo de observación”.

Ramírez Puga Leyva asegura: “Hemos procurado mantener este programa como debe de ser, sin intereses partidistas, sin condicionamientos ideológicos y con una participación plural en la distribución de la leche”.

Añade que en la institución que dirige “estamos privilegiando que los recursos del Fondo 33 ya no se vayan a compra de camionetas, reconstrucción de palacios municipales, ni construcción de bardas perimetrales, sino a la construcción de viviendas, clínicas de salud, aulas, drenaje y agua potable para combatir la pobreza extrema”.

Subraya: “Esto es lo que NO se estaba haciendo. Esta es la gran reforma del presidente Enrique Peña Nieto. No se trata de cambios cosméticos ni de nombre, sino de cambios de fondo”.