OAXACA, OAX., noviembre 2.−A seis años de su fundación, la editorial oaxaqueña Pharus que dirige el poeta Jesús Rito García ha publicado ya 14 libros, no obstante que su objetivo principal sigue siendo otro: el fomento a la lectura.
Sea en formato electrónico o impreso, en su catálogo se encuentran títulos y autores como “Oficio de armar”, de Omar Fabián; “Cuchillitos”, de Guadalupe Ángela; “57 hombres y una mujer”, de Eusebio Ruvalcaba; “POV”, de Víctor Vásquez Quintas; y “Casa de Muñecas”, de Mahra Ramos, precisamente el libro con el que celebra su sexto aniversario.
Quizá no falte quien pregunte que “por qué sólo dos libros al año, que son muy pocos”, platica en entrevista Rito García, pero el asunto es que “hemos trabajado de manera libre y publicando Internet, principalmente, para que los potenciales lectores accedan a los textos de forma gratuita”.
Por eso “si publicamos un libro o quince, realmente no nos preocupa”, afirma.
−¿No le estás apostando demasiado al libro electrónico?
−El proyecto Pharus crece. A través de una asociación civil que estamos creando, el próximo año vamos a entrarle a la búsqueda de apoyos gubernamentales con el fin, entre otros aspectos, de imprimir los libros: varios autores me han dicho que hace falta.
Pero “el principal objetivo de Pharus sigue siendo el fomento a la lectura. La difusión del arte del libro es loable y positiva, sólo que, como ya he comentado, en muchos lugares de Oaxaca ella no se ha cumplido”.
Ya “dije que han pasado más de 500 años de la invención de la imprenta por parte de Gutenberg y en muchos pueblos de Oaxaca no hay libros”.
En la parte de difusión de libros por medios electrónicos, “Pharus ha obtenido resultados. Pocas veces, una editorial puede lograrlo y nosotros lo hemos hecho. La novela ‘POV’, de Víctor Vázquez Quintas, sumó 22 mil vistas, quizá la han leído completa 500 personas: a un autor joven que publique un libro impreso difícilmente le ocurrirá eso en un año, por lo regular tardará dos o tres”.
Aunque Pharus, aclara Jesús Rito, no descarta la publicación impresa, “porque el libro así tiene su belleza y, comúnmente, en él un autor se ve realizado como escritor”.
Por cierto, “Casa de muñecas” es uno de los libros que ha sido impreso: “de manera artesanal, en su caso, con un tiraje de cien ejemplares y un cuidado específico, pensando en la lectura y en que la autora se sintiera satisfecha con su primer libro”.
La editorial Pharus está de fiesta. Cumple su sexto aniversario. Surgió, aclara su director, con la “idea de publicar libros impresos, como la mayoría de casas del tipo, pero luego fue migrando a la difusión de textos por medios electrónicos porque ello no implicaba tanto gasto y riesgo.
“Muchos proyectos editoriales se quedan en dos o tres publicaciones. Se agotan, se les acaba el presupuesto. Siendo independientes, tienen que buscar apoyos oficiales, pero resulta que venden los libros, hacen negocio con ellos cuando que fue el gobierno quien financió su costo. Eso suena incongruente”.
En fin. Pharus difunde y fomenta, sobre todo, a “autores locales y a la poesía, un género no muy visto, pues siempre se lee más la narrativa, la novela principalmente y después el cuento, pero no nos cerramos; de hecho, vamos a publicar un libro sobre historia del arte en Oaxaca”.
Añade: “Ya tenemos un nombre, de alguna manera nos reconocen y eso ha ayudado para que los autores se sientan respaldados y más de ellos quieran que Pharus les publique”.
−¿Están proliferando los escritores en Oaxaca?
−Sí, poco a poco. Diría que hay mucha gente que está escribiendo. Es una generación cuyos logros se verán quizá en 20 o 30 años, pero que se encuentra trabajando fuerte.
−¿Participarás en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO)?
−Tengo una invitación de editoriales independientes que realizan actividades de forma paralela a la FILO, pero en ésta como tal no participaré.
−¿Qué esperas de la FILO?
−Pues siempre ayuda, difunde la literatura. El problema es que cuando se intenta fomentar la lectura y el libro de la manera que esa feria lo hace, todo se torna como encerrado en la Ciudad de Oaxaca y, más aún, el centro. Ha tenido impacto, sólo que él se reduce a uno mediático, falta esa parte práctica de estar con la gente, además de lo que ya sabemos: que no invitan a autores oaxaqueños.
