OAXACA, OAX., noviembre 19.‒ Como músico, Santiago Gutiérrez Bolio (Ciudad de México, 1978), quien hoy, en el marco del Festival Instrumenta 2014, a las 20:00 horas, en el Teatro Macedonio Alcalá, ofrecerá un concierto homenaje al poeta Octavio Paz y a ese ícono del siglo XX llamado John Cage, se considera “un tipo de lector con muy poco tiempo para leer porque” tiene “muchas notas que escribir, practicar e interpretar”.

Desde luego, “me encantaría poder leer más, pero sucede incluso que cuando lo hago y me inspiro porque encuentro una conexión, lo que quiero es irme a hacer música”.

‒¿Qué tan difícil es componer música a partir de textos, de poemas?

‒A mí no me ha resultado difícil, sino interesante. Cuando uno compone música parte de una idea, una semilla, que puede ser cualquier cosa, una imagen, un texto, un sonido. Los escritos, los poemas, en particular, son muy amables al respecto, traen una estructura definida, provocan imágenes, las palabras siempre te dicen algo.

Compositor e intérprete que busca “pintar con la música las palabras que escuchamos”, formado como tal fuera de México desde hace 13 años, primero en el Conservatorio de Música de San Francisco, California, Estados Unidos, y después en la Real Academia de Música de Dinamarca, donde reside desde ocho años atrás, presentará un programa que incluye el estreno de la obra “Silencio”, misma que le fue comisionada por Instrumenta a propósito del aniversario de los cien años del nacimiento de Octavio Paz (qepd), y la cual Santiago Gutiérrez creó con el apoyo de la Fundación de las Artes de Dinamarca.

Una pieza basada en específicos versos incluidos en el libro “Lectura de John Cage”, de Octavio Paz, una “especie de respuesta de éste al famosísimo texto de aquél intitulado ‘Silencio’, donde el compositor estadounidense replantea la filosofía musical sobre el silencio preguntándose qué es y qué, también, el sonido y nosotros como entes que vivimos en un océano de ruido”.

Los versos son:

Dentro de mí los oigo
pasar afuera,
Fuera de mí los veo
pasar conmigo.
Yo soy la circunstancia.
Música:
oigo adentro lo que veo afuera,
veo dentro lo que oigo fuera.
Soy
una arquitectura de sonidos…

Mi pieza “Silencio”, compuesta para violín, flauta, guitarra y mezzosoprano, aclara Gutiérrez Bolio, constituye así un doble homenaje: a Paz y Cage.

El interés de Santiago Gutiérrez Bolio por Octavio Paz nació hace casi dos décadas, cuando leyó “Libertad bajo palabra”, y su conocimiento de John Cage ocurrió sólo un par de años después.

En 2008, se le pidió componer una obra de música para guitarra con base en un texto, y lo primero que se le vino a la mente fue regresar a Paz.

“Me interesa porque su poemas tienen mucho de música, son textos muy abiertos que plantean múltiples desenlaces, direcciones, lo cual me parece muy musical, pues cuando compones música, tienes notas: un do o un fa sostenido, y juntas pueden tomar direcciones múltiples”.

Antes de ese año, 2008, Gutiérrez Bolio prácticamente no había regresado a Octavio Paz, pero a partir de ahí ha realizado varias relecturas y, como le ha pasado cuando interpreta ciertas piezas de música luego de diez años de no hacerlo, ha encontrado habitaciones que antes no, que le eran desconocidas”.

Su pieza “Silencio”, además, le constituye una “placentera coincidencia” porque junta por primera vez a Octavio Paz y John Cage.

El programa lo completarán dos piezas más de la autoría de Santiago Gutiérrez, igual basadas en poemas del Nobel de Literatura mexicano: “Hermandad”, que data de 2011, y “Bajo tu clara sombra”, de 2008.

Además de él en la guitarra, el compositor e intérprete estará acompañado por Mariana Chávez-Lara, en la flauta; Nabani Aguilar, en el violín; y Carlos Martínez Larrauri, también en la guitarra; además del cuarteto Q-Arte.