Un importante avance se logró de la mesa de diálogo realizada en el Congreso del Estado bajo la moderación del diputado Rogelio Sánchez Cruz, entre autoridades municipales y ejidales de los pueblos mancomunados de Nochixtlán y la comunidad de Santa María Tataltepec, Tlaxiaco, quienes mantienen un añejo conflicto de límites que se intensificó por la construcción de un camino.
En la reunión participaron los presidentes municipales de San Pedro Teozacoalco y San Mateo Sindihui, Heriberto Bracamontes Aguirre y Francisco Reyes Tapia, respectivamente; el secretario interino de Bienes Comunales de Yutanduchi de Guerrero, Barsemio López Cariel, y el presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Teozacoalco, Agustín Miguel Aparicio, por parte de mancomunados, que integra además el pueblo de San Miguel Piedras, cuyo representante no asistió.
Por parte de Santa María Tataltepec estuvo presente el presidente municipal, Norberto Juan de Dios Santiago, integrantes de su cabildo y el presidente del Comisariado de Bienes Comunales, Armando Cruz Cervantes.
El problema central es la incertidumbre de invasión que representa un camino que se está abriendo en esta región, precisamente en la zona de conflicto entre estas comunidades. Los pueblos mancomunados piden que la construcción no se lleve a cabo en tierras de su propiedad, mientras que Tataltepec asegura que no hay invasión pues el proyecto se realiza en su territorio.
Luego de más de tres horas de diálogo y al haber una minuta de trabajo de fecha 2 de septiembre de este año de por medio signada por todas las partes involucradas, al amparo de la Junta de Conciliación Agraria, donde se señala la realización de trabajos técnicos informativos en el lugar de conflicto, el acuerdo fue exhortar a dicha instancia estatal a llevar a cabo ese compromiso.
Asimismo, hacer un llamado a la Secretaría y a la Procuraduría de la Reforma Agraria a involucrarse en este asunto a fin de darle solución, puesto que ambas partes tienen la disposición y el deseo de resolver la situación que vino a revivir con la construcción de dicha vía de comunicación que beneficiaria a más de cuatro comunidades de la zona.
Otro punto del acuerdo fue que los trabajos de la obra se suspendieran sólo por ocho días, en lo que los pueblos mancomunados realizan sus asambleas comunitarias y entregan la documentación necesaria a la Junta de Conciliación Agraria; se tracen las líneas del plano, una vez ubicadas y se pueda llegar a una conciliación.
Ambas partes estuvieron de acuerdo en llevar a cabo este acuerdo de palabra, pues al no ser competencia directa del Congreso, no se firmó ningún oficio, confiando en la palabra y compromiso de los interesados.