SANTA LUCÍA del Camino, Oax.- Mostrando el interior de su casa -calle del Sauce 102, en la colonia 25 de enero, especifica ella misma-, Magdalena Coello resume en sus palabras el sentir de los habitantes de ésta y de la colonia Calicanto, visitadas este viernes por la señora Mané Sánchez Cámara, esposa y compañera de lucha de Gabino Cué, Gobernador electo del estado: “Todo nuestro patrimonio de años se fue a la basura, ahora con quién nos peleamos ¿con Dios?”.
En Santa Lucía del Camino, municipio conurbado a esta vieja Antequera, mujeres humildes reciben las despensas, las cobijas, las palabras de apoyo que les lleva Mané, junto a la gran ayuda que representan dos máquinas retroexcavadoras, cuatro camiones tipo volteo, tres pipas de agua… y mucho aliento, que también hace falta en estas circunstancias.
Todo lo que llega es resultado de la solidaridad de la sociedad oaxaqueña a través de Centros de Acopio instalados por el Gobierno electo, así como de apoyo generoso de empresarios locales.
Y lo reciben con agrado a pesar de su tristeza evidente porque, como dice la maestra Guadalupe Bravo, “luego llegan al gobierno y se olvidan del pueblo, que vengan a vivir lo que estamos viviendo, que estén con nosotros en las buenas y en las malas”.
Mané camina con su equipo de trabajo, acompañada por vecinos y vecinas, por las enfangadas calles del Sauce, del Olivo o del Pirul, entra a las casas, constata el cúmulo de lodo que en varias viviendas se palea para dejar un poco de espacio y tener lugar donde dormir.
Los vecinos exponen sus quejas, sus necesidades, le muestran cómo las estufas, los refrigeradores, los colchones, quedaron inutilizados por las aguas desbordadas del río Chiquito, por un lado, del río Salado, por el otro, afluentes del Atoyac que se desbordaran a principios de semana.
Le solicitan agua para limpiar las casas, desazolvar el drenaje, las alcantarillas, que están bloqueadas por el fango de la inundación que apenas pasó, pero que dejó tras de sí una ancha estela de dolor, una imagen que insiste en recordarnos el abandono en que subsisten muchas comunidades del estado.
Y Mané, con una voz que le sale del rincón más suave de su corazón, les dice: “Estamos con ustedes, por eso venimos a apoyarles con estas despensas que mucha gente de la sociedad nos ha llevado para ustedes a nuestros centros de acopio; con la maquinaria que empresarios amigos han prestado, porque entendemos su dolor.”
Luego se traslada a la colonia Fernando Gómez Sandoval, aquí mismo en Santa Lucía, donde se repite la escena de colchones inservibles amontonados a un lado de la calle.
Aquí le piden que interceda para que se construya un bordo de contención a orillas del río Salado, aquí un vecino, cansado de promesas exige: “Queremos apoyo real, todos los años sufrimos por las lluvias y el drenaje tapado, nos vienen a visitar y no hacen nada”.
Mané Sánchez Cámara ofrece gestionar, aunque Gabino Cué aun no asume el gobierno, les recuerda, pero en cuanto esto suceda, “vendremos a verlos de nuevo con las autoridades municipales, y a intervenir para que estos hechos lamentables no se repitan.”
Antes de retirarse de la zona, los vecinos agradecen a Mané las muestra de afecto, el gesto humano, aplauden y sonríen con una esperanza renacida.