Tras descender el nivel del Río Atoyac, el puente de San Lorenzo Cacaotepec redescubrió su vulnerabilidad al quedar los cimientos seriamente lastimado por los golpes de agua, al grado que podría colapsarse en cualquier momento.
Habitantes de las comunidades cercanas y automovilistas advierten sobre esta posibilidad, pero hasta la fecha las autoridades correspondientes no han tomado las prevenciones correspondientes.
Vecinos de la zona lamentaron que el Instituto Estatal de Protección Civil (IEPC) haga caso omiso de la advertencia. “Será porque ya no tienen presupuesto”, señalaron.
Mientras tanto, la estructura del puente sigue siendo utilizada por todo tipo de unidades de motor, incluidos camiones de carga y tráileres que usan la vía para conectarse con el libramiento poniente de la metrópoli.
Los cimientos que soportan el puente de San Lorenzo Cacaotepec quedaron al descubierto porque el afluente del Río Atoyac se encuentra ahora tres metros por debajo de su escala normal, tras la crecida por las lluvias.
Habitantes de la zona denunciaron al señor Waldo Ortiz Ortiz, quien se dice intocable por ser familiar de un alto funcionario del Gobierno estatal, de estar explotando de manera indiscriminada la arena del afluente, sin solicitar ni pagar los permisos correspondientes al Gobierno federal.
“Este señor saca miles de metros cúbicos de arena con una draga, lo cual provoca el arrastre de material hacia los lugares de extracción, perjudicando las bases de soporte del puente”, acusó uno de los vecinos, quien pidió reservar su identidad para evitarse problemas con Waldo Ortiz.
Indicó que distintas autoridades han visitado la zona de riesgo, supuestamente para “evaluar” los daños que presenta el puente, pero no han realizado ninguna acción concreta para evitar que el río siga “carcomiendo” los pilotes, lo que implica graves riesgos.