Luego de que el 4 de julio fueran elegidas autoridades en 152 municipios por el régimen de partidos políticos, la apertura democrática y la exigencia de la ciudadanía para hacer respetar sus decisiones sobre quién y de qué forma los gobernará debe alcanzar también a los municipios de usos y costumbres, señaló el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) de Convergencia, Mario Arturo Mendoza Flores.

Esto, ante la creciente inconformidad de pobladores de diversos municipios que elegirán a sus autoridades mediante el sistema de usos y costumbres, quienes denuncian la constante intervención por parte de autoridades estatales en la realización de sus asambleas comunitarias. La más reciente proveniente del municipio de Mazatlán Villa de Flores Magón, en la sierra mazateca, cuyos habitantes demandan al administrador municipal, Juan José Osante Pacheco, sacar las manos del proceso de elección de autoridades.

Para Mendoza Flores, las estrategias priistas para dominar los territorios donde las estructuras partidistas no tienen cabida, quedarán anuladas a partir del 1 de diciembre, cuando tome posesión como gobernador de Oaxaca Gabino Cué Monteagudo, quien –dijo–, tiene el fuerte compromiso de respetar las decisiones propias de las comunidades, de respetar los procesos democráticos sin pretender interferir en ellos en beneficio de un partido o una persona.

“Hay una vieja creencia de que la autonomía de los municipios de usos y costumbres es peligrosa porque se genera resistencia y oposición a los proyectos autoritarios del gobierno, porque difieren de la visión de gobierno que se pretende imponer desde el gobierno, desde las oficinas y los grupos de poder, pero ahora ya no hay más proyectos unipersonales o de grupo, no hay más trabajo sin la gente y esto permitirá al nuevo gobierno mirar a la pluralidad organizativa con nuevos ojos, con una nueva perspectiva”, aseguró el líder convergente.

La apertura democrática, aseguró, no es suficiente con los partidos políticos, que debemos aceptar que nuestra legitimidad convive con otras formas de decisión, y en ello va la riqueza y la pluralidad del estado, de nuestra gente que ha luchado durante años por mantener a sus comunidades en un cauce donde ellos decidan quién y cómo gobierna.