El frontispicio barroco de la Basílica de la Soledad impone un sentimiento solemne. Dentro, el dorado áureo recorre las columnas salomónicas. Los santos imperturbables, los ángeles que miran desde las paredes sosteniendo candelabros, la elegancia de la Virgen de la Soledad acentúan la sensación. Pronto, el grave y prolongado sonido del órgano más antiguo de Oaxaca recorre las naves y cúpulas, y abarca a los escuchas del concierto inaugural del octavo Festival internacional de Órgano y Música Antigua.
El organista José Francisco Álvarez y el trombonista Juan Carlos Murillo ofrecieron en el concierto inaugural un programa integrado por composiciones de Cazzati, Mozart, Francisco Correa de Arauxo, Jacob de Haan y Giovanni Andrea Fioroni.
En Oaxaca no había sido escuchado un concierto de órgano y trombón, y aunque los sonidos del último otorgaron a las piezas un carácter menos procesional, fue notable la ejecución del “Quinto tiento de medi registro de baxones de primer tono”, por José Francisco Álvarez, quien hizo lucir distintos registros que el órgano barroco de la basílica puede lograr.
El octavo Festival internacional de Órgano y Música Antigua se realiza del 21 al 27 de octubre, organizado por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (Iohio), dirigido por Cecilia Winter, e incluye entre sus actividades clases magistrales impartidas por el destacado organista suizo Guy Bovet, conciertos en siete órganos restaurados en Oaxaca, visitas guiadas a sitios arqueológicos y a Santa María Tinú, San Mateo Yucucuí, Santa María Tiltepec, San Pedro Mártir Yucuxaco y otras comunidades mixtecas y zapotecas que alojan órganos aún no restaurados, considerados una parte sumamente valiosa del patrimonio de arte sacro oaxaqueño. También, una exposición de manuscritos de música antigua, en la Bibioteca Fray Francisco de Burgoa.
“Este año el festival va a ser más grande, en parte para celebrar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución de México —dice Winter en entrevista—, y en parte porque en el Iohio cumplimos 10 años”.
El sistema de clases magistrales será continuado este año, a cargo de Bovet. Para la participación en esta actividad el comité del Iohio invita a un grupo de organistas profesionales de entre 35 y 40 años, provenientes de diversos estados del país.
10 años del Iohio
Luego de que a partir de 1990 iniciara un minucioso y sumamente especializado proceso de restauración de ocho órganos barrocos en Oaxaca, impulsado decisivamente por Alfredo Harp Helú a través de Fomento social y Fomento cultural Banamex, años más tarde a través de lo que sería la institución integrada por el filántropo y su esposa, María Isabel Grañén Porrúa, la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHH), fue creado el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca.
Auspiciado por la FAHH, el Iohio tiene como objetivo tocar los órganos restaurados y conservar los registrados en el estado. Luego de 10 años de trabajo cuenta con una extensa base de datos y registro fotográfico, y continúa realizando campañas de conservación y limpieza en distintos órganos.
“Limpiamos el coro, el órgano, a veces hay animales muertos, nidos, y el pueblo participa en la limpieza. Es muy importante mantener limpios los órganos porque la gente los valora más si están más presentables. Muchas veces la gente no sabía qué eran los órganos y usaban las partes para bardas, en los techos, cosas así.”
Los órganos oaxaqueños
Los órganos de Oaxaca, como conjunto, son los más antiguos del país, y básicamente son de estilo ibérico: tienen un solo teclado, no tienen pedales, y están afinados al estilo antiguo.
Se conservan algunos del siglo XVII: el único órgano oaxaqueño de ese siglo, confirmado, es la caja (sin sus tubos y su secreto) del órgano de la Basílica de la Soledad, fechado en 1686. Las características son notorias en el perfil redondeado de la caja inferior y una suntuosa decoración policromada en las cajas y los tubos.
Algunos templos que ostentan sus órganos restaurados son los de San Jerónimo Tlacochahuaya, San Andrés Zautla, Santa María de la Natividad Tamazulapan, Ciudad de Oaxaca (la Catedral de Oaxaca y la Basílica de la Soledad), Santo Domingo Yanhuitlán, Santa María de la Asunción Tlaxiaco y San Pedro Zapotitlán Lagunas.