EL CIRUELO, Pinotepa Nacional.- Al igual que en diversos pueblos costeños, en especial aquellos donde sus habitantes son predominantemente de origen afromestizo, la celebración del Día de Muertos en esta comunidad se realiza acompañada del baile de Los Diablos, una danza con la que de acuerdo con sus creencias reciben a sus fieles difuntos para alegrarles su visita al mundo de los vivos.
La Danza de los Diablos es un ritual protagonizado por un promedio de 20 personas, entre ellas, dos personajes que se distinguen por su activa participación, se trata de El Terrón y la Minga, pareja sentimental que obliga a sus caporales a bailar en rededor de un toro, artefacto construido de forma casera con cartón y madera, a quien tras cantarle faena, uno de los lacayos torea como torear a la muerte.
De acuerdo con Rufo Rojas, precursor y organizador de este baile que se hace acompañar por música de tambor y flauta, Los Diablos es una antigua tradición mediante la que sus antecesores homenajeaban a los muertos, “danzamos para que nuestros muertos visiten el mundo de los vivos, y para que ellos también participen de la fiesta y la alegría que nos genera tenerlos nuevamente entre nosotros”.
A la par de los altares, las ofrendas y las veladoras, aquí la danza de los diablos da inicio en forma simultanea, sus protagonistas van de casa en casa ofreciendo su danza, luego de tres días de intensas jornadas de baile, la última dramatización es efectuada en la entrada del panteón de la localidad, cementerio hasta donde se permiten acompañan a sus muertos confiando en su regreso a la vida celestial.