LIBROS DE AYER Y HOY
“Europa es Grecia”, es una frase del embajador griego en México Petros Panayotopoulos, que resonó el viernes pasado en un auditorio lleno en el que irreverentes muchachos de secundaria y preparatoria gritaban a cada rato, ¡Viva Grecia!
Fue en la presidencia municipal de Naucalpan. Es curioso cómo se hermanan dos culturas en la denuncia y el regocijo, a unos kilómetros del sitio donde nació nuestra gran musa, Sor Juana Inés de la Cruz.
Después de un recorrido magistral por la antigua Hélade, el plenipotenciario hizo una referencia breve al problema crucial que vive Grecia en estos momentos y a los orígenes griegos de Europa; a la cultura griega que ha nutrido esa región y a todo el mundo.
Dijo por ello, tajante: “Nada de Grecia fuera de Europa. Europa es Grecia”. En esos momentos se discutía y fraguaba la expulsión de ese país de la Unión Europea (UE), en un evento que se planea para fin de mes y que al decir de muchos analistas podría influir gravemente no sólo en el país helénico, sino en la propia UE y el resto de la troika que participa (el FMI y el Banco Central Europeo).
No digamos del mundo, ante el fracaso del gran conglomerado occidental para solidarizarse con sus socios pobres e imponer condiciones leoninas que son consideradas un insulto por la opinión versada; y una agresión para las clases populares de Grecia, al decir de su primer ministro Alexis Tsipras.
Los buitres europeos que piensan llegar hasta las entrañas de los griegos han planeado incluso –al estilo gobierno mexicano– un sabadazo en los bancos para impedir la salida de capitales cuando se acerque la medida.
Mientras, se sigue discutiendo –Luxemburgo es la siguiente sede– presionados por Estados Unidos y sin que la demanda de superavit en la economía griega, sea suspendida por los avorazados banqueros.
Si Aristófanes viviera (Siempre clásicos, editorial Época S.A. De C.V. 1998), ya habría escrito una farsa sobre esos malandrines.
Es una lástima que Los Banqueros una de sus comedias, no se haya conservado completa porque así sabríamos que pensaba de los llamados Daitales. Pero hay alrededor de 40 que ilustran al mundo y lo regocijan desde la visión de uno de los creadores más irreverentes que produjo Grecia.
Periódicamente se representan en México, sobre todo Lisistrata, jocosa, en ocasiones fuera de tono –a lo mejor los traductores mexicanos le han puesto picante–, y La asamblea de las mujeres. En ese volumen vienen también Los Caballeros, Las Avispas, Las Aves y Las Ranas. Faltó Las Nubes para dar una leccioncita a los que presumen de reforma educativa.
Aristófanes nació en el 450 A.C y era un ciudadano ateniense que causaba no pocos problemas por su postura crítica a los poderosos de la época, Pericles incluido. Igual que hoy se yergue Grecia frente al poderío alemán y sus ricos socios.
En su alocución del viernes pasado, Panayotopoulos recordó el aporte lingüístico que hizo Grecia en sus famosas etimologías y se refirió, por alguna causa, a cardios, la raíz que lleva al corazón.
Como todos en el mundo de cualquier raza y tamaño tenemos corazón, se espera que palpite en estos momentos para solidarizarse con ese amado país.
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