OAXACA, OAX., septiembre 14.- En entrevista exclusiva para e-oaxaca.mx, el doctor Guilebaldo Cruz Cortés, director de la Facultad de Medicina y Cirugía de la UABJO, y epidemiólogo con Maestría en Ciencias Médicas, dijo que en Oaxaca existe rezago en materia de servicios de salud y posibilidad de epidemias.

“No se ha dado atención de primer nivel. No requerimos de grandes hospitales sino de unidades médicas de primera donde el médico general atienda al 60 o 70 por ciento de los casos, y que se establezca la cadena centro de salud-hospital regional-hospital general”.

El especialista, originario de Villa Etla, egresado de la UABJO y recién nombrado titular de la  Facultad de Medicina comentó que concluyeron el proceso de inscripción de primer ingreso y que la población total de la Facultad es de mil 940 alumnos, de las 2 mil 584 solicitudes, lo cual no se puede modificar porque tienen una matrícula controlada y acreditada por concejos de educación superior.

El 60 por ciento de los estudiantes de Medicina son mujeres, “ellas tienen una idea más concreta de qué es lo que quieren, no divagan tanto a diferencia de los varones”. La carrera comprende cinco años escolarizados, un sexto que es el internado médico de pregrado y un séptimo que es de servicio social.

Desde la pasada administración implementamos prácticas a partir del tercer año, convenios con instituciones como la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE y el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”.

Para el internado médico también hay convenios con hospitales, por cada cinco camas aceptan a un alumno, de tal suerte que tenemos tres hospitales y un total de 180 camas.

En el interior del estado tenemos apoyo en hospitales de Tehuantepec, Juchitan, Huatulco, Pochutla, Pinotepa, Putla, entre otros.

Contamos con la evaluación del Consejo Mexicano para la Acreditación de Educación Médica. El nivel académico de los alumnos de Medicina es alto, la exigencia es alta, todos aprueban el examen, y se dedican a estudiar de tiempo completo, la biblioteca funciona las 24 horas de día.

Nuestro personal docente recibe capacitación en cuestiones didácticas, el neumólogo enseña Neumología, el cardiólogo, Cardiología. Aprovechamos las nuevas tecnologías, hay actividades, concursos. No existe ausentismo magisterial.

Los médicos tenemos la buena costumbre de cumplir puntualmente con las actividades; es difícil que vean a un médico que no atiende a un paciente, normalmente le da cita y está comprometido, salvo que sea en caso de cirugías o una situación muy especial, que por supuesto es esporádica y en comunicación con los alumnos.

¿Los nuevos médicos no quieren ir al medio rural?

–Hay una situación interesante. Hay un convenio para que los egresados vayan a comunidades alejadas con un salario mayor al de las áreas urbanas, esto resultaba atractivo, lo que se llama Plaza doble C, en vez de cobrar tres mil pesos cobran seis mil pesos mensuales. Por ejemplo en la comunidad de Abejones de Sierra Norte, es un salario que no va a gastar.

¿Qué pasa en comunidades que no cuentan con infraestructura, como en Amoltepec, sin tecnología para cirugías, sin recursos?

–Tuve la oportunidad de trabajar para Servicios de Salud, conozco todo el estado, los 570 municipios, seis mil de las ocho mil localidades; es un trabajo que hice durante diez años para el Programa de Extensión.

¿Cómo ve a Oaxaca en atención a la salud?

–Con un gran rezago desafortunadamente, no se ha dado atención de primer nivel, hemos promocionado mucho. Y en realidad no requerimos de grandes hospitales sino de unidades médicas de primer nivel donde el médico general atienda al 60 o 70 por ciento de los casos.

El otro 30 o 20 por ciento sería de tratamiento en hospitales que pudieran ser de concentración. La cadena sería: un centro de salud, un hospital regional y un hospital general.

¿Cuál es su opinión del Hospital Civil?

–Es un hospital de concentración, está rebasado por la cantidad de pacientes. Es necesario que se reestructure, soy de la idea de que se construya otro con elementos tecnológicos.

¿Cuáles son sus proyectos al iniciar su gestión?

–Estamos comprometidos en la cuestión académica. La anterior administración se ocupó de construir aulas, auditorios, remodelar laboratorios. Esta administración está empeñada en lo académico, la mejor formación de los alumnos, tanto profesional como humanística.

En este mes reconocemos el desempeño de siete alumnos que egresaron de la Facultad de Medicina con el mejor examen a nivel nacional, del Ceneval. Esto significa que somos competitivos.

Nuestros alumnos fueron este fin de semana a un concurso nacional en San Miguel Allende para competir con universidades del país en conocimientos. La siguiente semana se van 40 a la UNAM a un intercambio, esta va a ser la dinámica de actividades académicas, de competencia para ver dónde estamos.

Los profesores pueden ir a impartir clase a la UNAM y viceversa. Le apostamos a la parte académica.

¿Espera resultados en tres años?

–Tenemos un indicador: el número de ingresos de alumnos de la Facultad al examen de residencias médicas.

Hace diez años era del 10 por ciento, hemos aumentado a 23 por ciento y espero que alcancemos el 30 por ciento, que tres de cada diez alumnos egresados de la facultad puedan ingresar al examen de residencia, esto nos propondría la posibilidad de tener más y mejores especialistas. Ese es el reto para los siguientes tres años.

¿Cuántos médicos salen en este año?

–Un promedio de 200 nuevos médicos generales.

¿Hacen falta médicos?

–La verdad es que la parte de atención a la salud es un tema pendiente de las autoridades a nivel federal puesto que no tenemos el número de médicos que corresponde a la población.

¿Esto ocasiona un alto porcentaje de mortalidad y morbilidad?

–Así es, nuestro principal problema son diarreas, enfermedades respiratorias agudas, y no olvidemos que ya tenemos problemas de cáncer, de muerte materna por falta de atención oportuna, desnutrición, parasitosis.

Se han abandonado programas de prevención, como el caso de la Planificación Familiar. Tenemos ahora nuevamente, como hace 20 años, familias de siete u ocho niños a causa, en parte, de los programas Oportunidades y Progresa pues por cada niño que vaya a la escuela les dan un incentivo económico lo cual genera un efecto contrario a lo que se venía trabajando que era el control de la fertilidad.

En los años 60, la mayoría de nosotros tenía seis o siete hermanos. Para el año 2000 bajaron a uno o dos, actualmente vuelve otra vez, sobre todo en áreas rurales. En Miahuatlán, en la Sierra Sur, tienen seis o siete hijos.

¿Oaxaca sufre epidemias?

–Sí, son un problema que ha asolado no sólo a Oaxaca sino a todo el país. Atendí los últimos brotes de sarampión que se dieron en 1989 y 1990 en la zona de Yautepec, Juquila y Choquilasala, en Juxtlahuaca, donde murieron casi todos los habitantes por un brote de sarampión. Enfrenté un gran criadero.

Actualmente estamos muy atentos a brotes de dengue o chikungunya que pueden resultar fatales, especialmente en la zona del Istmo de Tehuantepec,

El mosquito que los ocasiona, se reproduce en agua estancada, puede ser un recipiente minúsculo como una corcholata, así como en aguas que la población  mantiene para su uso y no tapa adecuadamente. En 72 horas eso puede convertirse en una fatalidad.