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Voto nulo, impráctico por insensibilidad de la clase política: Sociólogo

Para el sociólogo Porfirio Santibáñez Orozco, adscrito al Instituto de Investigaciones en Humanidades de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (IIHUABJO) el “voto nulo” que promueve un grupo civil en la entidad es impráctico por la insensibilidad que caracteriza a la clase política del país.

Sin embargo, advirtió que, si la inconformidad social sigue siendo desatendida por los funcionarios públicos, hay un riesgo latente de más estallidos similares al ocurrido en el 2006 en el estado, por lo que recomendó a los candidatos a puestos de elección popular tomar en cuenta las demandas ciudadanas.

Entrevistado en su oficina de los altos del IIHUABJO, consideró que el “voto nulo” promovido por algunos líderes de opinión como Denise Maerker y Jacobo Zabludovsky es “muy interesante” como “propuesta de participación y de decir que ningún partido representa a sectores amplios de la sociedad”.

No obstante, consideró que “es mejor participar siempre, en vez de decir ‘la política sigue siendo la misma porquería y no participo’; tenemos que participar de una manera activa. Inclusive deberíamos participar no solamente a la hora de emitir el voto, sino a la hora de cuidar que nuestro voto se respete”.

Nueva forma de coacción: fotografiar votos con el celular

El analista social y político comentó que “hay mucha gente que va a votar por el corporativismo, la presión de la familia, de que le dan trabajo; desafortunadamente, no tenemos un voto libre, el voto libre no existe. Y por eso surgen este tipo de propuestas de anular el voto.

“Ahora ya no hay ‘ratón loco’ –esas formas tradicionales que había de fraude electoral–, porque hay mucha vigilancia, pero hay procedimientos más sutiles. Y como los delitos electorales son los más difíciles de probar, es muy difícil que alguien acuse a otro y demuestre lo que está diciendo, con bases.

“Han llegado al extremo de comprar votos y de exigirle al que va a depositar en la casilla, por ejemplo, que le tome una foto con el celular, para comprobar que sí votó por el que le dijeron; como se dieron cuenta de que pagaban por un voto y a veces la gente votaba en otro sentido, ahora dijeron ‘vota y te pagamos’. Se ha llegado a esos extremos de querer controlar”, denunció.

Fox motivó el “voto nulo” por defraudar con cambio político

Santibáñez Orozco explicó que el voto nulo tiene raíces concretas en la inconformidad social y se presenta en muchos procesos electorales.

Recordó que este planteamiento surgió después de que Vicente Fox Quesada “defraudó la esperanza de cambio político” de millones de mexicanos, como antes lo hicieron Lázaro Cárdenas del Río, Luis Donaldo Colosio Murrieta y Andrés Manuel López Obrador.

“Pero en el caso concreto del voto nulo Fox ha sido el fraude más grande que hemos tenido, porque encarnó la esperanza de millones de personas, a las que defraudó al día siguiente de haber tomado posesión.

Con eso mucha gente dijo ‘nadie me representa a mí; entonces, sigo participando, porque no me puedo abstener, pero anulo mi voto”, indicó el analista.

Empero, aclaró que “el propósito de anular el voto no es anular la elección, sino cambiar la legislación electoral, el sistema de partidos, los mecanismos de representación. Hay países desarrollados donde un tres por ciento de voto nulo tiene un peso enorme para cambiar todo el sistema político –Alemania, Francia–. Y eso lleva a la clase política, que tiene cierta sensibilidad, a decir ‘aquí hay algo que debemos cambiar’.

“¿Por qué hay sociedades tan sólidas como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Finlandia, Nueva Zelanda, donde uno no ve tanto conflicto como en México? Porque, generalmente, esa clase política está adelante de la sociedad; cuando hay una muestra de ese tipo ellos cambian de inmediato lo que tienen que cambiar, los mecanismos, sus procedimientos, y por eso no sucede eso.

“El voto nulo surgió como una medida para presionar la reforma del sistema, y ha dado resultado exitoso en algunos países, pero que son países avanzados. En el caso de México es respetable y deberían atenderse ese tipo de convocatorias, pero aquí (en Oaxaca) vi que causó mucho escozor; esta es la primera vez que se convoca a anular el voto y hubo agresiones, amenazas, actitudes de intolerancia”.

Con mayoría de ‘voto nulo’ nada cambiará

El investigador refirió que “en las elecciones federales pasadas el voto nulo alcanzó el cuatro por ciento y rebasó de manera amplia a la votación de algunos partidos con el dos, dos punto cinco y tres por ciento; entonces, es algo que debiera preocupar a la clase política, pero la clase política tiene una piel muy dura, muy insensible.

“En México suceden cosas increíbles: acusan a un funcionario de corrupción y él, lejos de renunciar, dice que es un complot y que no lo quieren y que no va a renunciar, y no renuncia”, ejemplificó.

En este sentido, refirió el caso de un funcionario estadounidense que fue descubierto en una infidelidad y renunció porque “no tenía cara” para presentarse ante sus electores. “El día que eso llegara a suceder en México quiere decir que cambiaría totalmente la política. Pero lo que falla ahí no es la persona, sino el procedimiento de selección de las élites, de los líderes, de los gobernantes del personal político”.

Descartó también que la abstención mayoritaria anule una elección. “No se puede obligar a la gente a votar, es una cuestión de conciencia; además, es muy diferente no ir a votar que anular el voto: no ir a votar es indiferencia, una muestra pasiva de desencanto; en cambio, anular el voto es expresar la insatisfacción que se tiene respecto a cómo se está funcionando”.

Consideró que “aunque el diez por ciento (de los electores) anulara el voto no sucedería nada, porque a veces la sociedad reclama, y reclama, y reclama, y las autoridades no escuchan, no oyen, no son sensibles. Lo he visto directamente, no me lo han platicado, cuando están manifestándose dicen: ‘no hay problema, que se manifiesten, ya vendrá el tiempo y se cansarán’. Eso es una insensibilidad total.

“En ese sentido, anular el voto me parece una medida respetable, de seguir participando para expresar inconformidad, pero no tiene efectos prácticos, porque no tenemos una clase política sensible”.

Refirió que “hubo una polémica entre Denise Maerker y Carlos Loret de Mola, y tiene razón Loret: en un país donde haya sensibilidad política el voto nulo hace incluso que caiga un régimen, pero en México no pasa nada.

“Aquí pedían la salida de Ulises Ruiz y no pasó nada, porque tenía el apoyo del PAN y de los otros partidos; entonces, todos los integrantes de la clase política necesitan considerar que la gente no se va a detener en la exigencia de lo que está planteando, y que si no acceden a cambiar lo que se tenga que cambiar, tarde o temprano puede haber estallidos como el ocurrido en el 2006, y que son resultado de una mala política”.

 

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