LONDRES, INGLATERRA, septiembre 19.- El ministro mexicano José de Jesús Gudiño Pelayo falleció este domingo a los 67 años de edad, víctima de un infarto, mientras vacacionaba en Londres, Inglaterra, informaron fuentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

El voto que rompía el equilibrio

Gudiño Pelayo se distinguió por ideas poco comunes y contrarias a las opiniones de la mayoría de sus colegas, quienes en lo personal lo estimaban por su carácter apacible y poco dado al protagonismo o los rencores.

Por ejemplo, el Ministro siempre consideró que las comisiones de derechos humanos suplantaban funciones de protección de garantías del Poder Judicial, y cuando la Corte decidió ampliar el ámbito de las controversias constitucionales, convirtiéndose en árbitro de infinidad de conflictos políticos, Gudiño Pelayo fue el único votó en contra.

Cuando se trataba de resolver puntos de derecho o dudas jurídicas, muchas veces era imposible adelantar cómo votaría, lo que lo convirtió en lo que la prensa estadunidense llama un “swing vote”, el voto que puede romper el equilibrio entre liberales y conservadores.

En temas sociales y políticos, sin embargo, Gudiño Pelayo se había alineado en los últimos años con el bloque más liberal de la Corte.

Oaxaca, Lydia Cacho y la Guardería ABC

En los casos Oaxaca, Lydia Cacho y la Guardería ABC estuvo siempre por señalar como responsables a los más altos funcionarios involucrados, mientras que en la investigación sobre los disturbios de San Salvador Atenco presentó un proyecto que involucraba al gobernador Enrique Peña Nieto y al procurador Eduardo Medina Mora, mismo que fue rechazado.

Desde hace años, cuando la Corte tenía un perfil mucho más conservador, Gudiño Pelayo había sido claro en su apoyo a la despenalización del aborto, y en fechas recientes fue parte de la mayoría que favoreció la legalización de las bodas entre homosexuales.

Aún así, el Ministro no simpatizaba con la idea de un Poder Judicial demasiado activista que extendiera sus facultades sin que la ley se las otorgara claramente.

“El artículo 97 de la Constitución nos faculta para investigar hechos, no para dar exhortaciones, ni prédicas morales, ni para decirle a las demás autoridades lo que tienen que hacer”, afirmó durante los debates del caso Lydia Cacho en 2007.

Preparan homenaje la SCJN

Mientras que están en curso los trámites para la repatriación, la SCJN prepara un homenaje de cuerpo presente durante esta semana.

En 2007, Gudiño estuvo a punto de morir por un ataque cuando vacacionaba con su familia.

El episodio nunca fue revelado oficialmente por la Corte, pero el Ministro estuvo ausente dos meses y medio, lo que provocó críticas al máximo tribunal por no haber solicitado el nombramiento de un interino.

La muerte de Gudiño, a quien aún restaban más de cinco años de su periodo en la Corte, es uno de los golpes más duros en la historia reciente de la Corte, que ha perdido a uno de sus integrantes menos predecibles.

Es el segundo Ministro que muere en funciones desde la reforma de 1995. El primero fue Humberto Román Palacios, quien fue reemplazado por Sergio Valls.

Ahora ya sólo quedan cuatro Ministros del grupo original de 11, que se mantuvo sin cambios hasta la llegada de José Ramón Cossío en diciembre de 2003.

Aunque no hay plazos fatales, es previsible que la vacante de Gudiño sea ocupada antes de que termine el periodo de sesiones del Senado, que deberá elegir de entre la terna que envíe el presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien apenas el año pasado nominó a Arturo Zaldívar y Luis María Aguilar como sustitutos de Genaro Góngora y Mariano Azuela Huitrón.

El momento es clave para la Corte, porque en su primera sesión de 2011, el Pleno deberá elegir a su nuevo Presidente, quien también cumple esa función en el Consejo de la Judicatura Federal.

La Corte también tendrá que designar a otro Ministro para que participe en el Consejo Coordinador para la Implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, donde hay representantes de todos los Poderes.

Vacío en “ala liberal” de la SCJN

Nacido en Autlán, Jalisco, Gudiño Pelayo fungía desde 1995 como ministro adscrito a la Primera Sala del máximo tribunal de justicia del país.

Estudió la Licenciatura en Derecho en la Universidad Iberoamericana en el Distrito Federal y obtuvo el título respectivo el 24 de enero de 1972 con la tesis “El concepto de propiedad ejidal a la luz del derecho natural”.

Entre sus labores, se desempeñó juez primero de Distrito en Sonora, Tamaulipas y Baja California, así como magistrado de circuito adscrito al Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito, con residencia en la ciudad de Veracruz.

Además de ser también magistrado de circuito, adscrito al Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, con residencia en la ciudad de Guadalajara.

Gudiño Pelayo concluyó la Maestría en Derecho por la Universidad Iberoamericana con la tesis “El amparo mexicano. Problemas fundamentales” el 24 de agosto de 1990 y estudio Administración Pública en la Escuela Nacional de Administración Local de Madrid, España.

Fue merecedor de la presea Tepantlato al Mérito de la Investigación Académica, otorgado por el Instituto de Ciencias Jurídicas de Egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Aragón, en octubre de 2000.

Además del Premio Miguel Villoro Toranzo, concedido por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, plantel Santa Fe, en enero de 2002 y el Reconocimiento por su contribución al estudio del Derecho y la impartición de justicia, otorgado por la Barra de Abogados México-Texas (Texas-Mexico Bar Association) .

Entre sus publicaciones destacan ‘Problemas fundamentales del amparo mexicano’, ‘Introducción al amparo mexicano’, ‘El Estado contra sí mismo. Las comisiones gubernamentales de Derechos Humanos y la deslegitimación de lo estatal’.

Temas polémicos

La muerte del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo deja un hueco en el ala liberal y garantista de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Se definía como un ministro conservador, pero en la academia y en el foro jurídico lo ubicaban en el ala liberal y garantista de la Corte.

Fue un juez de carrera. Prácticamente toda su trayectoria la hizo en el Poder Judicial de la Federación, pero, de alguna manera, su otra vocación era la academia.

En los temas polémicos, aunque estuviera en la minoría, se mantuvo a favor de defender causas como la de la periodista Lydia Cacho.

Pero también formó parte de los bloques clave, de mayoría, que ayudaron a validar la despenalización del aborto en el Distrito Federal.

Y, en particular, en los últimos meses tuvo una actuación destacada, como presidente de la Primera Sala de la Corte, en la liberación de los presos, injustamente, lo mismo del caso Acteal, que del caso Atenco o de las indígenas queretanas Alberta y Teresa.

Su carrera en el sector judicial la inició en 1977 como secretario de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El mismo lugar al que regresaría hasta 1995, pero ya como ministro, a iniciar una nueva etapa en la vida del máximo tribunal del país.

Después de desempeñarse como juez y magistrado, Gudiño fue elegido por el Senado para integrar la Corte que surgió tras la reforma de 1994 que modificó la estructura del alto tribunal y que lo dotó de más atribuciones y facultades, que a la postre permitieron que adquiriera el poder que actualmente le permite ser el árbitro que resuelve los conflictos más importantes del país.

Gudiño fue electo para ser parte de los ministros que abandonarían su cargo hasta el 30 de noviembre de 2015. Pero falleció en el camino a los 67 años de edad.

De vacaciones en Londres

La SCJN dio a conocer que falleció este domingo víctima de un infarto, a la edad de 67 años, mientras se encontraba de vacaciones en la ciudad de Londres, Inglaterra.

La Corte explicó que “el ministro Gudiño Pelayo se encontraba en período vacacional por haber integrado la Comisión de Receso, del 16 al 31 de julio del presente año”.

Gudiño es el segundo ministro de la nueva generación que llegó a formar parte de la Corte, tras la reforma del 94, que fallece antes de culminar su encargo.

En junio de 2004 falleció el ministro Humberto Román Palacios, dos años antes de que terminara el periodo para el que había sido electo.

El presidente de la República, Felipe Calderón, será el encargado de enviar al Senado una terna de candidatos a ocupar el cargo que quedó vacante en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Conforme al criterio establecido en el caso de Román Palacios, el nuevo ministro que elija el Senado no llegará para cubrir los cinco años que le restaban a Gudiño, sino por un nuevo periodo de 15 años.

De la nueva designación dependerá el futuro de los juicios más importantes del país, en particular en una época como la actual en la que la Corte suele emitir votaciones muy divididas, en las que un voto puede hacer la diferencia y definir de qué lado se inclina la justicia.

Pero también el perfil que adoptará el máximo tribunal del país, esto es si uno más conservador o liberal.