La bancada del PRI en la Cámara de Diputados federal anunció que propondrá la creación de un fondo especial para la “atención de contingencias” en Oaxaca, ajeno al presupuesto 2011, informó el legislador Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva.

El coordinador de los diputados oaxaqueños explicó que su propuesta se adiciona a los 52 millones en que se proyecta el presupuesto para la entidad para el próximo año.

Aseguró que la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscará que se integren recursos adicionales, es decir recursos frescos y específicos para destinarlos a los afectados por los siniestros naturales.

El ex vocero del Gobierno del Estado precisó que la totalidad de recursos tendría que ser determinada con base en evaluaciones de los tres niveles de gobierno, ante lo burocrático que ha resultado el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).

Comentó que este recurso extraordinario sería destinado a la reconstrucción de las comunicaciones de las comunidades, principalmente.

En tanto, la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), María de Jesús Mendoza Sánchez, coincidió con su homologo priista en la necesidad de recursos adicionales para la entidad, frente a la destrucción de los pocos caminos y carreteras que comunican a los asentamientos indígenas.

“La mayoría de ellos (los caminos) están incrustados en las montañas y sierras y los ha dejado prácticamente aislados de las zonas urbanas o incluso rurales, lo que agravará la extrema pobreza en que viven”, lamentó.

Pero fue más allá al proponer que estos beneficios monetarios lleguen, además de Oaxaca, a Chiapas, Guerrero y Veracruz, en donde se concentra la mayor parte de la población indígena y en donde se registran los mayores índices de pobreza y marginación.

De acuerdo con la legisladora panista, tiene que haber una recomposición del proyecto de Presupuesto de Egresos federal 2011, para que las entidades afectadas por las lluvias cuenten con los recursos indispensables para atender las comunicaciones de los pueblos indígenas.

“En las ciudades y zonas urbanas se habla de inundaciones y pérdidas materiales, en donde muchas veces con labores de limpieza de ríos, calles y avenidas se resuelve gran parte del problema, pero en los pueblos de las sierras y las montañas hablamos de aislamiento total, de muerte, de más pobreza y miseria”, expuso Mendoza Sánchez.

En particular, dijo que los presupuestos que tienen programados los municipios indígenas de Oaxaca son raquíticos, por lo que serán insuficientes para atender en lo más mínimo los daños ocasionados por las lluvias.