MUJERES Y POLÍTICA.- Hay dos Méxicos: uno real y otro fantástico. La gente que vive en el mundo real es pobre y marginada; a las otras personas se les paga por vivir su fantasía.
La primera habita el mundo gobernado, la otra es parte pertenece al mundo de los dueños, los empresarios de la voracidad y los políticos también voraces.
De otra manera no se explican tantas desigualdades en este país bicentenario. Así encontramos comunidades enteras marginadas en extremo y, por el otro lado, millonarios como el caso de Carlos Slim (que esta semana, supimos, aumentó su cuenta) y que tiene de vasallos a usuarios de telefonía no sólo en México, sino en toda América Latina; por cierto, la telefonía más cara del mundo.
Pero hay una larga lista de nuevos ricos en Oaxaca y en muchas partes del mundo. Un ejemplo es el cuasi nuevo empresario de la televisión, el “Tigre oaxaqueño”, Bulmaro Rito Salinas, todavía titular del Coplade.
En contraste, hay una enorme lista de anónimos que se suman a la pobreza inmensurable como resultado de la corrupción.
Un ejemplo son las comunidades de Oaxaca, miles de ellas asentadas en las llamadas zonas de riesgo, hoy más riesgo que antes, debido entre otras muchas cosas al cambio climático; esto comprueba que no era un invento de ambientalistas ni de altermundistas la advertencia hecha a los países ricos y a los ricos sobre los daños que provocarían al mundo con la voracidad, en respuesta recibieron palos y prisión en todos los países.
El daño irreversible fue provocado tan sólo en la última centuria. Sin embargo, seguimos en la inconsciencia, se gasta mucha más energía eléctrica –y por tanto se contribuye al calentamiento global- como consecuencia del uso de las tecnologías de la comunicación e información, más allá del trabajo.
Un sólo ejemplo: las cifras de comScore revelan que hasta marzo de este año, en México había 15.5 millones de usuarios y usuarias de internet, 20 por ciento más que en 2009.
Aunque un estudio de World Internet Project (WIP) sostiene que la cifra es el doble: 30 millones 239 mil 600, 58 por ciento hombres y 42 por ciento mujeres.
El informe de comScore, sostiene que China es el país con más internautas: 179 millones; le siguen Estados Unidos con 163 millones y Japón con casi 60 millones de navegantes.
En total, la misma consultora comScore informó este 30 de septiembre que en el mundo hay mil millones de personas navegando en internet. Haga sus propios cálculos.
Así, en la fantasía total, César Nava adquiere un departamentito por el costo oficial (según boletín del PAN) de siete millones de pesos, la cifra no oficial y todo parece indicar que es la real es que el inmueble costó 25 millones de pesos.
Es la telenovela política mexicana, en la que también está la contraparte: 8.9 millones de familias, que en realidad representan 35.6 millones de personas, carecen de vivienda, según información de la Sociedad Hipotecaria Federal. La diferencia es que esas personas no reciben el sueldo de Nava.
Sin duda, el dirigente panista es apenas la punta del iceberg, tendríamos que jalar la madeja para saber el resto de las historias inmobiliarias de quienes viven el mundo fantástico de la política y entenderíamos las verdaderas razones de vivir en un país tan desigual.
Pero Nava llama la atención, al menos en lo personal, por ese doble discurso que maneja la derecha mexicana. Los buenos hombres y mujeres de la derecha mexicana que resultan voraces.
Espero que nadie se haya olvidado del desvío de recursos para la compra, entre otros enseres de tangas, como la que hizo Jorge Serrano Limón, el director o líder de Provida, ese organismo de la derecha que se empeña en negar a las mujeres su derecho al aborto, aunque no tenga empacho alguno en desviar más de 34,5 millones de pesos, dinero público, que debió aplicar en la creación de 10 centros de atención para la mujer.
Este moralista desvió el dinero, pero como Serrano Limón pertenece al mundo de la fantasía, en lugar de ir a la cárcel, como una cree que debe suceder porque yo conozco gente que está detenida por años por robar para comer, sólo se le obligó a pagar poco más de 13 millones de pesos y quedó inhabilitado para ejercer cualquier cargo público.
Nadie molestó al señor Serrano, nadie lo persiguió, aunque recibió el repudio de la sociedad organizada que al menos no se aguantó y le lanzó tangas a la cara, lo llamó ratero en una aparición pública, “justicia” por propia mano.
Juntos o cada quien en sus cónclave, César Nava y Jorge Serrano Limón son perseguidores de mujeres que abortan, resultado de ello en 17 entidades del país reformaron las leyes para proteger la vida desde la concepción y se criminalizó el aborto.
En Guanajuato, ya vimos, las mujeres son condenadas hasta con 27 años con cárcel, en Quintana Roo, pasa lo mismo. Por lo que cabe decir: “de Mérida a Ensenada y este par de pillos como si nada”.
Limón no fue a la cárcel por robar casi 35 millones de pesos y, seguramente, nada pasará con el señor Nava, la compra del departamentito revela tráfico de influencias (igualito que los hijos de Martita Sahagún) y posible evasión de impuestos.
Habría que decir que sólo se ahorró un paso en el destino de ese dinero, no lo ingresó se lo quedó directo. Vaya “moral”.
En el mundo real y de fantasía de este país, podemos ver cómo se desgajan los cerros y entierra a la gente viva o cómo se desmorona Felipe “El Valiente” Calderón con su política anticrimen, que ha dejado más dolor en la ya de por sí adolorida ciudadanía mexicana.
Cada día me convenzo que la película “El Infierno”, de Luis Estrada, no es sino una caricatura o la fantasía de la realidad que vive el país.
Por cierto, a Calderón también se le cumplió su sueño infantil de dirigir un ejército. Lástima que no quiso ser bombero, siempre será más digno.
Grave y peligroso, sin duda, nos resultó Mattew, quien nos deja ver las profundas huellas de la desigualdad y nos alerta sobre la urgente necesidad de tomar otras medidas de prevención, acciones que tendrán un costo muy alto desde el punto de vista financiero, pero que salvarán miles de vidas.
En la Mixe, nos comentaron algunos maestros que al llover los veneros de agua que están por todas partes se vuelven peligrosos, abren boquetes entre la tierra y luego se convierten en ríos furiosos capaces de arrastrar lo que encuentren a su paso y lo que encontraron a su paso fue la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, han interrumpido las comunicaciones terrestres, derruido puentes dejando incomunicadas a más de 15 comunidades de la sierra norte donde se asientan las etnias mixe y zapoteca: como la Villa de Hidalgo Yalalag o San Juan Tepanzacoalco.
Esa es la tarea ahora. Cómo prepararnos para enfrentar lo que sigue y no hacer tantos maratones que aprovechan las y los políticos para salir a cuadro, tomarse la foto entregando víveres y haciendo declaraciones inútiles que de nada sirven a la gente en desgracia.
Que hagan colectas sí, pero que no se haga ningún abuso político con ello. Lo magnífico sería que los políticos diseñaran políticas públicas de protección civil y no remiendos.
(*) Premio Nacional de Periodismo.