MI OPINIÓN.- Muy interesante resultó el tercer informe del diputado Benjamín Robles Montoya. Dio espacio para ratificar el estilo muy personal de hacer las cosas, quien aparte de superar las expectativas en resultados legislativos, despertó el aplauso y reconocimiento de la mayoría de los asistentes.
Fue un informe didáctico, donde el Diputado asumió una buena actitud. Explicó con peras y manzanas el alcance social de su trabajo legislativo.
Robles Montoya ratificó su calidad política, de nunca traicionar sus ideales democráticos ni la enorme encomienda del deber.
Las buenas relaciones con todos los sectores de la sociedad, le han permitido a casi tres años de trabajo legislativo en el Congreso del Estado, contar con el apoyo de la mayoría, quienes se han integrado a su dinámica haciendo causa común para resolver los problemas históricos que enfrenta el estado.
Horas antes del informe, el Legislador lució relajado, conciliador, de buen humor y agradecido con quienes lo han apoyado de muchas formas a legislar.
Con la frente en alto y la voz clara y precisa, satisfecho del deber cumplido, llamó a las cosas por su nombre. Se defendió de la intriga soterrada que sus opositores políticos tejen en la sombra para desmeritar su persona y su trabajo.
Por primera vez en la historia reciente un diputado de Oaxaca rinde su informe en circunstancias tan extraordinarias y enfrentando una serie de dificultades que sus antecesores no conocieron.
Benjamín Robles Montoya, quien no bajó la guardia ante los diversos retos y, al contrario, se creció ante los obstáculos; de ello da cuenta el enorme volumen de trabajo que genero en los tres años de ejercicio legislativo, así como el papel de contrapeso que asumió ante el Poder Ejecutivo, al impulsar las grandes reformas del estado.
Su visión y liderazgo que nadie discute no sólo se fortaleció al encarar los problemas, sino que su trabajo legislativo se puso a la vanguardia al remontar con éxito las dificultades y convertirlo en el legislador de la LX Legislatura con más iniciativas de ley y con más participaciones en tribuna, según lo registra el diario de los debates.
Benjamín Robles Montoya transitó estos tres años de su gestión legislativa con una aprobación popular que supera en mucho al mejor de sus antecesores.
En ese panorama cabe valorar en su justa dimensión su estilo de legislar. Salta en primer lugar que Robles Montoya no es de los legisladores del montón, que tradicionalmente “legislaron” durante muchas décadas. El legislador proviene del sector popular. Forma parte de una familia entregada al trabajo y a la superación en todos los aspectos, está por terminar su función como diputado con éxito, dejando en claro su capacidad y compromiso con la gente. Los resultados están a la vista.
En el área política le correspondió ejercer con diputados de diferentes partidos políticos. Tuvo la habilidad de tolerar los desplantes de varios de ellos y al mismo tiempo seguir siendo legislador.
A Robles Montoya le ha tocado legislar tres años, lapso plagado de acuerdos y desacuerdos, pero que en cada caso señalo los errores y omisiones que ponían en riego el beneficio social, y actuando en consecuencia, propuso alternativas que se apegaron siempre a la ley, buscando con esto honrar los principios constitucionales que hace tres años le fueron conferidos.
Podemos observar que se equivocaron quienes se asustaron con los primeros encontronazos que tuvo en la LX Legislatura.
En virtud de que la ley y la razón siempre le asistieron, el legislador oaxaqueño logró consolidar acuerdos de unidad con sus compañeros diputados y con ello reafirmar que legislar no es sólo ocupar un espacio, sino defender con absoluta convicción los valores constitucionales y respetar la confianza ciudadana a través de un trabajo que genere verdaderos cambios.
En el marco del mismo tercer informe legislativo se expresaron comentarios de peso específico en materia política.
Personas serias y de reconocido liderazgo en el estado como el diputado Dagoberto Carreño Gopar y el ingeniero Rolando García Varela, del PAN; el doctor Víctor Raúl Martínez Vásquez; el presidente municipal electo de Oaxaca de Juárez. Luis Ugartechea Begué; el ingeniero Saúl Díaz Bautista, nuevo dirigente de Convergencia en el estado, así como el doctor Fausto Díaz Montes.
Todos aseguran que el informe de Robles Montoya tendrá impacto sociopolítico.
Es mi opinión. Y nada más…
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