OAXACA, México.- En su segundo día de búsqueda de familiares desaparecidos en territorio mexicano, la Sexta Caravana de Búsqueda de Centroamericanos halló en Chiapas a dos hondureños, sanos y salvos, cuyos familiares los habían reportado como desaparecidos.

Elvira Arellano, vocera de la Comisión de Búsqueda de Hondureños Desaparecidos en México, informó ayer que Haryn Alfredo Rivera Flores, de 48 años, quien salió en 2001 de Comayagua, fue localizado el pasado domingo en Tapachula.

El otro caso es el de Ever Gustavo Cabrera Chavarría, quien fue ubicado en Arriaga.

“Él vive en Arriaga con una mexicana y tiene ocho hijos, y aunque no hemos platicado con él, al verlo, es idéntico a la fotografía que obsequió su madre Esther Cortés”, relató la activista sobre Cabrera, más conocido como “El catracho”.

“Lamentablemente estando tan cerca de Centroamérica nunca ha establecido comunicación con sus familiares”, expuso Arellano.

La activista hizo notar que la comisión trae más de 500 fotografías de hondureños desaparecidos en su camino por México en búsqueda de mejores condiciones de bienestar, no obstante, dijo, existe un número mayor, pues la familias no tiene fotografía, ni acta de nacimiento del migrante.

Después de pernoctar en la Casa del Migrante en la Ciudad de Arriaga, más de 50 madres de indocumentados desaparecidos en territorio mexicano partieron hacia Ixtepec, Oaxaca.

Antes de dejar el territorio chiapaneco, la caravana del movimiento Migrante Mesoamericano y de la Red del Comité de Migrantes y Familiares de Desaparecidos de Honduras pidieron a los Gobiernos de México y de Centroamérica que coadyuven en las acciones de búsqueda de los desaparecidos.

En entrevista telefónica, Ian Quiroz, coordinadora de la caravana, estimó que cerca de mil migrantes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala están reportados como desaparecidos, tras haber ingresado a territorio mexicano en los últimos meses.

“Esperamos que haya voluntad política de las partes involucradas, pero principalmente de los Gobiernos para atender la situación, tomando en cuenta que los migrantes se han convertido en uno de los negocios ilícitos más grande del mundo”, manifestó la activista.

“¡Queremos seguridad! Acuerdos internacionales que puedan dar seguridad a los migrantes que salen de nuestro país”, exclamó Quiroz.

La bienvenida

A su llegada a Ixtepec, Oaxaca, los familiares de centroamericanos desaparecidos fueron recibidos en el albergue que dirige el Padre Alejandro Solalinde entre aplausos y porras de decenas de migrantes refugiados que portaban pancartas de bienvenida.

“Es para mí un gusto tenerlos aquí en su casa, saben que es un honor recibirlos, porque somos hermanos y cuentan con nosotros”, les dijo el sacerdote.

La caravana realizará hoy martes una ofrenda por el día de muertos en las instalaciones del patio de maniobra del ferrocarril para después hacer una caminata por las principales calles de la ciudad, ofrecer una conferencia de prensa y después partir hacía Córdoba, Veracruz.

‘Cansadas, pero de pie’

Olga Lidia Navarro tiene la esperanza de encontrar a su hijo Lenin Alcides Mejía Navarro a quien desde hace 14 años no ve desde que salió de su natal Honduras.

“Lo último que supe de él, hace dos años, es que estaba en Tijuana, aquí en México. Por eso no pierdo la fe de encontrarlo”, dice la mujer que forma parte de la caravana de madres que buscan a sus hijos desaparecidos al migrar hacia EU.

A tres días de haber iniciado el viaje de Honduras a México, Olga pide a Dios le siga dando fuerzas para encontrar a su hijo. Viajar sentada por horas la ha agotado, su rostro muestra cansancio, pero sus ganas por saber qué ha sido de su hijo le devuelven el ánimo.

“Si estamos cansadas, pero de pie; de pie para buscar a nuestros familiares, a nuestros seres queridos. Tengo la esperanza de que encontraré a mi hijo”.

Los integrantes de la Caravana arribaron a la ciudad a las 20:35 horas. En el trayecto, aprovecharon para rezar el Rosario.

Después de ser guiadas por una patrulla de Tránsito Municipal, llegaron al albergue en donde un atole de avena y un bolillo con frijoles mitigaron su sed y su hambre.

Para Ian Quiroz, la jornada ha sido dura desde que salieron de Honduras.

“Hemos tenido que viajar hasta 22 horas sin descanso para poder ingresar a México y ya estuvimos en Tapachula, después en Arriaga y ahora aquí en Ixtepec en donde nos han dado un cálido recibimiento”, comentó la coordinadora de la caravana.