La Agenda del Agua 2030 será el resultado de un intenso proceso de diálogo, consulta y análisis donde los sectores social, académico, usuarios y expertos en el tema, así como las autoridades de los tres órdenes de gobierno contribuyen, desde marzo pasado, a definir una política hídrica sustentable de largo plazo y con visión de cuenca, afirmó José Luis Luege Tamargo, Director General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al clausurar los trabajos del Foro Nacional de la Agenda del Agua 2030.
El funcionario federal agregó que con el desarrollo de este proceso, enriquecido con diversas propuestas, se pretende crear una política de Estado en materia de agua que garantice el alcance de las metas de sus cuatro ejes: ríos limpios; cobertura universal en materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento; cuencas y acuíferos en equilibrio; y asentamientos humanos seguros frente a inundaciones catastróficas.
Calificó como complejo, pero muy posible, lograr esquemas de financiamiento que permitan las inversiones requeridas, estimadas en 50 mil millones de pesos (mdp) anuales de manera sostenida para que en 2030 haya en México agua en cantidad y calidad suficientes, se saneen todas las aguas residuales y éstas sean reutilizadas, asimismo exista la conciencia social del uso eficiente del recurso.
Implementar esta nueva política hídrica también requiere de cambios legislativos que favorezcan el fortalecimiento de las instituciones y obligue a la corresponsabilidad en materia de sustentabilidad hídrica.
Sin embargo, dijo, el principal obstáculo a vencer para alcanzar la Agenda del Agua 2030 es contar con una eficaz política de ordenamiento territorial, aplicada por una instancia que articule y obligue a los tres órdenes de gobierno a hacer respetar el uso del suelo de acuerdo con su vocación natural, en tanto que su aprovechamiento se realice de manera sostenible.
Asimismo, destacó que para establecer un proyecto de reordenamiento territorial se requiere una asignación de, cuando menos, 120 mil mdp, ya que es necesaria la reubicación de asentamientos humanos irregulares en zonas federales o de alto riesgo, el rescate y restauración de suelos en las cuencas, así como la reforestación en gran escala a nivel nacional, lo cual garantiza el cumplimiento del ciclo del agua.
Reiteró que si bien la disponibilidad de agua es suficiente para atender la demanda actual de 78 mil millones de metros cúbicos (Mm3), es fundamental implementar esquemas sustentables que lleven “al equilibrio en cuencas y acuíferos” con el fin de satisfacer la demanda que se estima habrá en 2030, de 96 mil Mm3.
El titular de la Conagua aseveró que se requiere disminuir de manera importante este crecimiento en la demanda de agua en todos los sectores. Ejemplificó que en la agricultura se utiliza alrededor de 77% del agua disponible en el país, y por cada punto porcentual que se logre disminuir en los requerimientos de este sector, mediante la tecnificación del riego, será posible ahorrar un volumen de 780 Mm3.
Después de dos días de análisis y reflexión sobre la situación del agua en México, así como de los planteamientos de Gobernadores, Legisladores, Alcaldes, Académicos y grandes Usuarios del Agua; Luege Tamargo señaló que entre las principales conclusiones de este Foro Nacional destaca que también se requieren 780 mil mdp para impulsar la eficiencia del uso del recurso en todos los sectores.
Ante ello, señaló que, por un lado, es importante impulsar la participación privada en el financiamiento de infraestructura hidráulica que contribuya a alcanzar los cuatro ejes de esta Agenda y, por otro, fomentar la cultura del agua en la sociedad, ya que la suma de esfuerzos generará grandes resultados.
Otra de las conclusiones fue que es necesario promover el fortalecimiento de capacidades, es decir, se apoye la investigación y aplicación de la tecnología, a fin de que los expertos en la materia orienten las acciones de la Agenda del Agua 2030. De igual forma, que se retome con énfasis la ingeniería que permita contar con los estudios y proyectos necesarios, antes de la inclusión de la obra pública en el presupuesto, lo que agilizaría la aplicación oportuna de los recursos.
Finalmente, el titular de Conagua consideró que, más allá de que se modifique o no la estructura de esta dependencia, lo más importante es el fortalecimiento de la institución y tener siempre presente que su principal función es el cuidado del agua, garantizar su sustentabilidad para que las próximas generaciones tengan agua en cantidad y calidad suficientes y “la administración adecuada del recurso con base en la disponibilidad”.