El arzobispo de Arquidiócesis de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, pidió a la clase política mejorar la vida del estado en proyección del bien, porque “si la política en sus distintos niveles no ayuda a mejorar el tejido social y no fortalece el bien común y la justicia, son malos políticos”.
Y es que para el jefe de la Iglesia católica en la entidad, una buena señal de que las cosas pueden mejorar en Oaxaca es la conformación plural del Congreso del Estado y la inclusión de la indígena Eufrosina Cruz Mendoza como presidenta de la mesa directiva.
Luego de ofrecer su misa dominical en la Catedral metropolitana, dijo que cuando las mujeres toman sus valores en serio tienen la capacidad de serenar y con más paciencia van a fondo.
“Más importante aún cuando esta mujer es indígena y hay tantos indígenas”, anotó respecto a la oriunda de Santa María Quiegolani.
De la misma forma, Chávez Botello confió en que las señales de pluralidad y esperanza ofrecidas durante la primera semana del Primer periodo ordinario de sesiones de la sexagésima primera Legislatura del Congreso del Estado, se mantengan a lo largo de sus tres años.
Y es que dijo que la falta de unidad es un reto a vencer en Oaxaca, iniciando desde la esfera política y de quienes dirigen el destino del estado.
“No es un misterio que los líderes de la política no aporten a la unidad del tejido social y sean dinamizados por otros intereses”, reprochó.
Consideró que la clase política ha atado a la entidad a sólo un anhelo de que no haya conflicto, pero tampoco crecimiento.
Sostuvo que “a los malos únicamente les basta con que los buenos no hagan nada para poder accionar. Eso les ha valido a los que han optado por dañar, por confundir, aunque sean muy poquitos”, puntualizó.
Por otra parte, el arzobispo Chávez Botello celebró la reciente visita pastoral del nuncio apostólico Cristophe Pierre, quien vino a la entidad para evaluar el Plan diocesano y abrir perspectivas a los programas de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca.
También para promover la renovación del encuentro con Cristo, fortalecer la unidad de la comunión, vivir con alegría la armonía en la complementariedad, evitar vivir bajo el yugo del egoísmo, individualismo, soberbia, violencia y la dureza del corazón.