“La mentira es reaccionaria, la verdad es revolucionaria”, recordó Andrés Manuel López Obrador a los presidentes de los comités municipales y distritales del “Proyecto alternativo de nación” que se integran en toda la entidad.
Y ante el senador Salomón Jara Cruz, del PRD, y los diputados locales Flavio Sosa Villavicencio y Margarita García García, ambos del PT, sentenció:
“Nada de sectarismos, ni de corrientes, grupos o facciones, porque este es un movimiento amplio ciudadano.
“Aquí se construye el poder ciudadano con vistas al 2012 y no hay mucho tiempo para ello”, subrayó ante aproximadamente 1 mil 500 lopezobradoristas venidos de todo el estado.
En el salón del Club de Leones, ubicado al noroeste de esta ciudad, uno a uno los coordinadores distritales –entre ellos Horacio Sosa Villavicencio– rindieron un brevísimo informe de sus actividades.
“Llevamos repartidos 6, 8, 12 mil periódicos Regeneración y tantos comités municipales”, refirieron. Luego vino la felicitación de López Obrador.
Pero al llegar su turno a la coordinadora del distrito 08 con sede en esta Ciudad de Oaxaca de Juárez, el nerviosismo hizo presa de ella y llamó a López Obrador “presidente electo”.
El rostro del “presidente electo de México” palideció momentáneamente, pero se repuso de inmediato para continuar escuchando el informe de la titubeante Coordinadora distrital.
Con retraso de más de una hora llegó el aspirante por segunda ocasión a la Presidencia de México.
“¡Es un honor estar con López Obrador!”, fue la frase acuñada para la ocasión y que se escuchó en reiteradas ocasiones cuando el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal hizo su entrada al salón de fiestas, tras una breve entrevista con los reporteros, apenas descendió de su vehículo.
Viejos militantes perredistas, como el ex secretario general de la Sección 22 del SNTE, Erangelio Mendoza González –quien descendió de un vehículo nuevo– y la ahora petista Otilia Galindo García llegaron a la cita señalada para las 10:30 horas.
Aguardaban también el ex secretario Técnico de la Sección 22 del SNTE, Rafael Enríquez, y hasta el ¿ex priista? Gregorio García, enfundado en su inseparable guayabera blanca.
Enfrascados en las vicisitudes de los pleitos con las corrientes perredistas estaban Mendoza González y Otilia Galindo cuando arribó López Obrador.
Zapatos color negro, pantalón azul oscuro y camisa casual, de inmediato fue abordado por una treintena de representantes de diversos medios de comunicación.
Junto con él, el coordinador estatal de “Protagonistas del cambio verdadero”: el senador perredista por Oaxaca, Salomón Jara Cruz.
“Sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación”, era la frase impresa en los gafetes distribuidos a los integrantes de los Comités municipales que este domingo escucharon decir a López Obrador:
“No basta protestar por la ignominia que prevalece en todo el país gobernador por el pelele Calderón; hay que actuar”.
Les recordaba que, “de nuevo hay una cita con la historia en el 2012, hay que llegar bien preparados para volverle a ganar a la mafia en el poder”.
Luego mencionó que el 5 de marzo del 2011 volverá a Oaxaca para evaluar el avance de los trabajos de integración de los comités municipales.
A los coordinadores de los comités distritales y, ante el rostro de sorpresa de Salmón Jara Cruz y Sosa Villavicencio, les insistía: “nada de engaños y simulaciones, porque esa es una cultura del PRI, de la mentira”.
Ya de salida, la firma de autógrafos a libros de autoría de López Obrador y obsequios de otros como “La Revolución en Oaxaca”, de Víctor Raúl Martínez Vásquez.
En medio de la valla que el animador clamaba organizar, López Obrador abandonó el salón de fiestas, mientras saludó a ex rector de la UABJO, Felipe Martínez Soriano, y tres o cuatro reporteros televisivos intentaron entrevistarlo.
“Ya hablé, ya hablé”, dijo y se fue.
