María de Lourdes Salinas Ortiz deja el Gobierno del Estado este 30 de noviembre. Afirma que se va del Sistema estatal DIF satisfecha, con el orgullo “de haber servido a Oaxaca”. No hay sinsabores, este sexenio sólo le deja grandes experiencias.
De su esposo Ulises Ruiz Ortiz apenas si se ocupa, esquiva, aun cuando se le pide calificar su gobierno. Dice no ser nadie para dar una calificación. Pero si se le insiste, reta: “Pueden decir lo que quieran. Ulises Ruiz Ortiz se va con las manos limpias, él no mató a nadie”.
Comenta que está muy contenta porque estos seis años le dejaron la satisfacción de haber podido aportar su “granito de arena” para dejar un DIF más sólido, más transparente y con mucho trabajo humano.
Y no sólo eso, añade, porque “como mujer, como persona, fue un gran privilegio haber servido a mi estado de esta manera. Este trabajo me permitió estar muy cerca de mucha gente, de niños, de hombres con discapacidad, de ancianos, mujeres.
En la entrevista con www.e-oaxaca.mx no se ocupa de Ulises Ruiz, se centra en lo que el sexenio representó para su vida y lo que hará a partir del 1 de diciembre:
“Quiero disfrutar a mi familia, a mis hijos. Quiero estar en mi casa, porque estar al frente del DIF fue demandante.
“Fueron seis años de entrega total, y cuando digo total es decirte que a veces no tienes nada de tiempo al interior de tu casa. Tienes que delegar todas tus responsabilidades como profesionista, como ama de casa y, a veces, como mamá para estar de lleno en esta actividad”.
Entonces, señala, es momento de tomar las cosas con más calma, de tener tranquilidad, de “tener tiempo con mis hijos, de poner orden. Y cuando digo esto es porque hay que poner orden en los closets, en los papeles y en tantas cosas que se van acumulando. Parece increíble, pero así es”.
Para María de Lourdes Salinas, según se desprende de sus palabras, ya no es momento de referirse a los cuestionamientos contra el gobierno que termina, los señalamientos por haber construido un hospital de alta especialidad en la capital del país (el Sedna) o las acusaciones contra Ulises Ruiz por las muertes durante el conflicto social de 2006.
¿Cómo calificaría al gobierno de Ulises Ruiz?
— Yo no soy quien para calificarlo. Soy su esposa. Lo que yo vi fue una gran entrega, mucha pasión por Oaxaca, un compromiso total. A un hombre que, si era posible, trabajaba las 24 horas del día, que dormía con el teléfono al lado, no había horarios.
“En muchas ocasiones le llegamos a reclamar como familia esa entrega, aunque a la vez entendiéramos que Oaxaca es un estado demandante, que requiere toda la atención del gobernante. Y así lo hizo él, fue una entrega total y así lo entendimos. Estamos contentos con los resultados”.
Reconoce que el 2006 la marcó por el sólo hecho de “haberlo vivido, pero también por ver que todo se resolvió, que salimos adelante como estado porque somos más fuertes que eso. Y cuando digo que somos más fuertes, hablo del pueblo de Oaxaca, que es fuerte, es grande. Se superaron todos esos acontecimientos y el estado siguió trabajando”.
Trata de darle la vuelta al tema. Asegura que ahora lo que se ve es la obra realizada en los seis años de gobierno y adelanta algunos de los compromisos que deberá hacer suyos el próximo gobernador, Gabino Cué Monteagudo, aunque sin llamarlo por su nombre.
“Faltó tiempo, pero ya le tocará al que sigue consolidar toda esta red impresionante de hospitales. El año que entra seguramente va a ser de muchas inauguraciones. El trabajo está ahí, las bases están puestas”.
Pero finalmente da un giro. Afirma enfática que a su esposo el gobernador no se le pueden atribuir responsabilidades por las decenas de muertes durante el 2006:
“Algo que a mí me queda muy claro es que Ulises Ruiz Ortiz tiene las manos limpias. Él nunca mató a nadie, él nunca podría haber hecho nada de eso”.
Antes de despedirse, es ella la que ahora insiste: “Él está limpio y lo tiene muy claro. Las circunstancias que se dieron, los diferentes actores que participaron. Él es un hombre que se va con las manos limpias. Por eso pueden decir lo que quieran, yo sé que él está limpio”.