MI OPINIÓN.- La transición y la alternancia política en Oaxaca, poco a poco pero con paso firme y metas bien definidas avanzan en el Gobierno del Estado.
El Plan gubernamental institucional que pone en marcha el gobernador Gabino Cué Monteagudo tiene alcances sociales, políticos y administrativos que buscan responden a legítimos reclamos de una sociedad que en otros tiempos fue desoída y desvalorada por autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Despierta entusiasmo en los oaxaqueños, saber que ese Plan Institucional de Gobierno, privilegia la cultura de la prevención delincuencial, fomenta al mismo tiempo principios de legalidad y brinda atenciones especiales a favor de la niñez, la juventud, y de la familia en general. Así arrancan las acciones para aterrizar parte de las propuestas que el ahora gobernador propuso durante su campaña política.
Es asimismo muy significativo que ese Plan Institucional de Gobierno cuenta con el total apoyo y participación de los presidentes municipales, como sucede en particular con el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Luis Ugartechea Begué.
Unidos, hombro con hombro con el pueblo, construyen el progreso de los oaxaqueños y fortalecen un clima de paz y tranquilidad que con toda razón exige la sociedad.
Cabe destacar que en el rubro de seguridad pública y de eventos delincuenciales relacionados con el crimen organizado que agobian a la mayor parte de los estados de la República, en Oaxaca esos hechos violentos están muy por abajo del promedio nacional.
No digo que Oaxaca no sufra esos graves problemas; señalo que son menores por mucho respecto a otros estados donde la condición de inseguridad es alarmante.
Por eso y sin bajar la guardia en ningún momento, el Gobierno del Estado y las presidencias municipales unen esfuerzos privilegiando acciones preventivas para acotar los ilícitos antes de que sucedan atendiendo las causas que los generan y no sólo enfrentándolos cuando se presentan y después de que ya han lacerado a la sociedad y a las instituciones mismas.
Fomentar una sólida cultura de prevención de ilícitos es de primera importancia social y es al mismo tiempo tarea de todos.
También de todos es lo logrado hasta ahora, y asimismo de todos serán los beneficios que arrojen las metas que en materia de bienestar se logren a corto, mediano y largo plazo.
La estadística mundial elaborada científicamente por instituciones autorizadas de los países más desarrollados, demuestra que uno de los instrumentos más efectivos para la prevención de actos antisociales es el fomento deportivo.
Especialmente fomento deportivo dirigido al sector popular que por sus condiciones sociales y laborales representa una de las masas más susceptibles a los riesgos de conductas negativas y al margen de la ley.
Es mi opinión y nada mas…
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