OAXACA, OAX., septiembre 4.- El arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, exhortó este domingo a quienes enfrentan problemas en las diversas comunidades del Estado a “no responder ni colaborar para tomar actitudes o posturas que dañen la vida de los pueblos, más cuando perjudiquen vidas personales”.
El Jefe de la Iglesia católica en la entidad se refirió en caso concreto a los pueblos de Santiago Choapam y Santa María Atzompa, donde ha habido violencia y el Congreso del Estado ordenó celebrar elecciones extraordinarias, así como al problema agrario que sostienen Cuilápam de Guerrero con sus vecinos de San Pablo Cuatro Venados.
Chávez Botello reapareció este domingo después de una prolongada ausencia y en conferencia, terminada la habitual homilía en la Catedral Metropolitana, dijo que es importante que todos aprendamos y nos decidamos a ir por el camino de la legalidad, además de que haya reajuste de las leyes para que estén más de acuerdo con la verdad y la justicia.
También habló de la presencia en México de las reliquias del beato Juan Pablo II, donde permanecerán unos cuatro meses y visitarán todas las diócesis del país.
En el caso de Oaxaca llegarán primero a la ciudad de Santo Domingo Tehuantepec, en el Istmo, el 8 de octubre próximo, el 9 estarán en Puerto Escondido y el 10 en la capital del Estado.
Dijo que los obispos de México solicitaron la visita de las reliquias del beato Juan Pablo II, pues quieren implorar su intercesión para que “Dios nos alcance el milagro de la reconciliación, la paz y la unidad, ante la violencia que sufrimos en el país, desatada principalmente por la corrupción y el crimen organizado”.
El también representante de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), dijo que ante la violencia, que es alimentada por la injusticia, ambición e irresponsabilidad de no pocos, los obispos de la provincia mexicana “pediremos este milagro especialmente para Oaxaca, miraremos al nuevo beato como guía y modelo en la maduración de la fe, para mantenernos fiel a Dios y proyectar la vida de manera constructiva en nuestra sociedad”.
El Arzobispo de Antequera adelantó que habrá seguridad durante el paso de las reliquias, porque vienen gentes acompañándolas, y en Oaxaca contaremos con el apoyo de las autoridades en los lugares donde lleguen a pasar.
Las reliquias son de primer nivel, dijo. Es sangre de Juan Pablo II, extraída en el hospital cuando estuvo. Una cápsula del líquido sanguíneo la traerá en el pecho, dentro de un relicario en forma de cruz, en figura de cera de tamaño natural, con las vestiduras pontificias. Otra reliquia personal es la banda que usaba.
La urna en que viaja la sangre del Beato fue hecha por artesanos y artistas de México. Es de dos metros de largo, 1.10 metros de ancho y 1.60 de alto.
“Tenemos que recibirla solemnemente en procesión por la ciudad y tenemos que ponernos de acuerdo los sacerdotes”, dijo Chávez Botello.
Aclaró que cada Diócesis será responsable del recibimiento de las reliquias y la entregará a la siguiente Diócesis, en los límites de ambas.
“Yo las recibiré de manera muy solemne, en procesión aquí en la ciudad y veremos por dónde, de acuerdo con las recomendaciones de Tránsito, para no entorpecer el paso y dar la posibilidad de que la mayor parte de los fieles puedan verlas”, dijo.