EXPRESIONES.- Alguna vez escuché entre los corredores políticos que quien desempeñe alguna actividad política en Oaxaca, adquiere la suficiente capacitación y experiencia para gobernar cualquier estado, incluyendo, al país entero.
No es exagerada la versión, ya que Oaxaca realmente es un mosaico de experiencias que hacen de un aprendiz, un experimentado político, capaz de aspirar a la mejor encomienda.
Efectivamente, en Oaxaca muchos han aprendido y muchos se han capacitado, sin embargo, de los que son originarios de la entidad, incluso todos juntos, serían capaces de solventar la infinidad de problemas y conflictos políticos y sociales que nos aquejan.
Son más de 300 organizaciones sociales que siempre tienen un dilema que diluir, destacando entre todas ellas la Sección 22, el MULT, la APPO, el FPR, Antorcha Campesina, los transportistas y los sindicatos universitarios, entre otros.
Es ocioso, por tanto, pretender que un nuevo Secretario de Gobierno, como Jesús Martínez Álvarez, sea el “salvador” de Oaxaca, aunque éste tenga toda la experiencia política para el cargo.
Ni con Joaquín Rodríguez Palacios que ya lleva dos sexenios en la SEGEGO, ni porque recibiera la asesoría y el apoyo conjunto de Díaz Pimentel, Estefan Garfias, Mafud y García Corpus, el actual responsable de la política interna del Estado, podría solucionar de tajo lo que ya es una forma de vida para miles de gentes, que por su ignorancia y falta de oportunidades de empleo se ubican en lo que siempre le he llamado: la industria del chantaje y la presión política.
En Oaxaca, no hay negociador que valga ante tanto rezago y marginación que se sigue cultivando a través de negociaciones y asistencialismos que sólo conducen a la “huevonería” y al oportunismo.
Pareciera que los conflictos y rezagos sociales son ya parte de nuestro folklore, algo que nos identifica, algo que nos subyuga y que nos debe avergonzar, porque gobiernos van y gobiernos vienen y todos siguen utilizando las mismas tácticas para enfrentarlos y pretender erradicarlos.
Oaxaca, más que oficio político, requiere obras, ocupación, distracción y oportunidades de progreso, no expertos “bomberos” que apagan los fuegos a soplidos…..
Oaxaca de Juárez, Oax., jueves 20 de octubre/2011.
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