MÉXICO, D.F., noviembre 22.- El síndrome del ojo seco por uso de computadora es consecuencia de la disminución del parpadeo al fijar la vista en la pantalla por períodos prolongados, afirmó Ricardo Ábrego Ayala, jefe del Departamento Clínico de Segmento Anterior, de la División de Oftalmología del Hospital de Especialidades, del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, del Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS).
Sin embargo, el síndrome del ojo seco suele darse no sólo por el uso continuo de la computadora, sino por actividades como bordar, leer, etcétera, que requieren una aplicación visual intensa y prolongada similar a la que actualmente llevan a cabo niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, al utilizar la computadora por períodos extendidos, indicó el especialista.
La fijación continua de la vista impide la lubricación correcta de los ojos que se produce con un parpadeo de 50 veces por minuto, explicó el oftalmólogo. Ardor, enrojecimiento, comezón y lagrimeo son posibles manifestaciones del ojo seco, producidas por la inadecuada lubricación cuando no parpadeamos.
La combinación de agua, moco y grasa que forma el revestimiento de la película lagrimal, es liberada por glándulas colocadas en los párpados superiores e inferiores para hidratar, nutrir y proteger la superficie ocular, abundó Ábrego Ayala.
Adicionalmente, cuando se fija la vista y el parpadeo baja su frecuencia, la resequedad producida minimiza la barrera de defensa, lo cual predispone a infecciones, conjuntivitis bacteriana y conjuntivitis por ojo seco.
Se debe considerar también, añadió el oftalmólogo, que con frecuencia los usuarios de computadora no tienen la agudeza visual adecuada y, al forzar la vista en los puntos pequeñitos o pixeles de las imágenes en la pantalla, comienzan a tener problemas de irritación crónica. Ello indica la necesidad de uso de lentes con una graduación de acuerdo a su trastorno visual.
Asimismo, continuó el especialista, son necesarias ocho horas de sueño nocturno para regenerar la superficie ocular y no desarrollar una conjuntivitis crónica por fatiga del ojo. Del mismo modo, es necesario que se cuente con una buena iluminación y con períodos de descansos de la vista cuando se trabaja frente al monitor.
Más que el período de horas en que se fija la vista, cuenta la forma en la que ésta se descansa. Se puede utilizar la computadora de 20 a 30 minutos con una interrupción de 5 a 10 minutos para cerrar los ojos, o enfocar la mirada hasta el punto más lejano que encontremos.
Ábrego Ayala recordó que la edad del usuario cuenta también. No es lo mismo, dijo, los jóvenes de 20 años que visualmente enfocan de manera perfecta un monitor a 50 centímetros, a una persona de 50 años, que por su presbicia o vista cansada, se le dificulta enfocarlo.
Por ello, recomendó que lo primero que debe hacer un usuario de computadora que detecte alguna molestia en los ojos, es acudir a una valoración oftalmológica en su Unidad de Medicina Familiar, ya que adicionalmente puede tener afectada su película lagrimal o necesitar graduación de lentes.
Además, dijo, debe evitarse la auto medicación con lubricantes oculares que se anuncian en el mercado como de uso especial para computadora y que contienen vaso constrictores, que van tener consecuencias negativas para la salud visual a corto o largo plazos. “Solamente se deben aplicar medicamentos para lubricar la vista bajo la prescripción del oftalmólogo”, concluyó el especialista.