EXPRESIONES.- No tenemos nada contra los que pueden ser considerados como nuestros hermanos chiapanecos, pero hay cada “viborita” entre ellos que se distinguen por sus ambiciones desmedidas y su dúctil manera de hacer negocios sin importar leyes que lo impidan, pues para eso tienen el poder.
En este espacio se ha insistido y se insistirá que se debe estar muy atento sobre el desarrollo del asunto de los Chimalapas, donde está en juego territorio oaxaqueño que por derecho nos pertenece.
Para tal efecto se creó una Comisión nacional para la defensa y la conservación de los Chimalapas, además de que se signó un acuerdo de distensión para garantizar la paz y la tranquilidad en la región limítrofe.
Acuerdo que el Estado de Oaxaca ha cumplido, incluso, hasta llegar al límite de evitar “ofensas” mediáticas que pudieran molestar al gobierno chiapaneco, como la aclaración expedita que dio el Secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, a una nota periodística supuestamente avalada por el funcionario en donde exponía que “tanto el gobierno federal como el oaxaqueño emplazaban al gobierno de Chiapas a retirar en menos de 48 horas sus cuerpos policiacos de la zona limítrofe de los Chimalapas”.
Se hizo la aclaración y ahora resulta que, efectivamente, el gobierno chiapaneco, lejos de distender el clima político social, el pasado día 1 tomó protesta a los integrantes del Concejo Municipal Belisario Domínguez, municipio chiapaneco creado dentro del territorio oaxaqueño, con la presencia del secretario de gobierno, Noé Castañón.
Además, siguen manteniendo policías estatales en la zona de conflicto, quienes según testimonios de los indígenas zoques actúan en forma agresiva y provocadora.
Las reacciones oaxaqueñas no se hicieron esperar. Hizo lo propio el Senador Adolfo Toledo con un punto de acuerdo en el Senado y el Secretario de Asuntos Indígenas del Gobierno del Estado, Adelfo Regino Montes, quien informó que ya está en trámite la controversia constitucional, la cual se presentará la próxima semana ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Como se puede apreciar, Oaxaca “no se puede dormir” ante la sagacidad de las autoridades chiapanecas y menos cuando en el propio Senado oaxaqueño está incrustado un representante legislativo nativo de ese estado de negro historial en la entidad, que omite actuar en consecuencia.
Perder o ceder territorio oaxaqueño a Chiapas sería una crasa traición a los oaxaqueños y no se debe permitir.
Oaxaca de Juárez, Oax., sábado 14 de enero/2012
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